Capítulo 1: Soy Eider

42 4 0
                                    

Hace 4 años.

Otoño

Tarde, tarde, tarde. Tenía que llegar tarde el primer día de clases; un año más en el colegio Lincoln. Hoy iniciaba el segundo año de secundaria, en los mismos pasillos, en las mismas aulas, en la misma cafetería y con los mismos compañeros que vería hasta irme a la universidad debido al sistema del colegio en el que estaba inscrita.

—¡Estúpido autobús!— maldije jadeando mientras corría el último tramo del camino a la escuela.

El autobús me había dejado y tuve que correr cerca de 15 minutos hasta aquí. Bien, tal vez había sido mi culpa; quedarme despierta hasta tarde viendo películas no había sido mi mejor idea. Pero, ¿qué esperaban? Estaba pasando un maratón de películas de comedia romántica; mi plan era solo ver las primeras dos películas, pero cuando me di cuenta ya eran las 4 de la mañana.

Dormir tarde provocó que ignorará mi alarma y me levantará hasta que Hannah entró gritando que bajará a desayunar. Por obvias razones, no había probado un bocado. Mi padre no estaba y Hannah tenía que conducir bastante para llegar a su primer día de universidad, así que el único medio de transporte que me quedaba era el autobús, pero eso no había resultado bien.

Un par de metros antes de llegar al salón, desacelere mi paso para acomodar mi falda y mi cabello, no quería que notaran que vine corriendo. Una vez lista toque la puerta esperando no ser regañada, por quien quiera que fuera el profesor de la primera hora, ya que ni siquiera había revisado mi horario.

—¿Puedo pasar?— dije entreabriendo la puerta revelando a quién había sido nuestra tutora desde hace un año y a un chico que no pude identificar cerca de la pizarra. Por suerte, había llegado tarde a la presentación de la Sra. Garden y no a las clases.

— Eider, tienes suerte de llegar justo ahora— Maldición, eso generalmente significaba problemas—Pasa.

Me adentré en el salón para poder sentarme junto a Zia, que cómo era costumbre apartaba mi lugar con su mochila siempre que llegaba tarde.

—Como les decía antes de esa pequeña interrupción, Jared estará iniciando este nuevo curso con ustedes. Por favor sean amables con él— Todos asintieron.

Así que por eso no había podido identificarlo; era nuevo en el colegio.

— ¡Eider!— me puse de pie al escuchar mi nombre.— Ya que llegaste tarde y supongo que no quieres que eso quede en tu expediente —Negué con la cabeza— Hagamos un trato ¿Por qué no le muestras a tu compañero parte de la escuela durante el receso? Y yo justificaré los 10 minutos tarde.

Supongo que era justo, no podía ser tan malo mostrarle la escuela al nuevo. Me dediqué a mirarlo; era lindo, demasiado lindo. Alto, cabello castaño, ligeramente desordenado, sus ojos eran... bonitos, bueno, desde donde estaba no podía apreciarlos bien. La sonrisa en su rostro combinaba perfectamente con su uniforme ligeramente desaliñado. No tenía cerrado el saco y podía notar que la corbata no estaba bien arreglada.

—¡Eider!— llamó mi tutora una vez más para captar mi atención— ¿Podrías?— Asentí agresivamente.— Bueno, eso es todo por hoy, disfruten su inicio a clases y cualquier inconveniente recuerden que seré su tutora un año más.

En cuanto la Sra. Garden se fue, volví a sentarme y Jared se acercó al único asiento libre que quedaba. Dos filas detrás de mí y una a la izquierda, junto a Nick.

—Casi se te sale la baba— susurro Greg detrás de mí. Y fue entonces que noté que lo había seguido con la mirada. Simple curiosidad, ¿verdad?

—No sé de qué hablas— dije limpiando mi boca de posibles restos de baba y regresando mi vista a la pizarra.

—¿Tu primer amor acaso? Es el primer chico que te hace sonrojar y ni siquiera te ha dicho una palabra.

Las primeras horas de clases pasaron tranquilamente: presentaciones de los profesores, la forma en que trabajaríamos, un par de invitaciones a los clubes, incluyendo el de arte, que era el que más me emocionaba. Si bien, aún estaba en secundaria, y los clubes en este nivel no eran más que hobbies y pasatiempos para distraer a los alumnos y pudieran encontrar algo que les apasionara, quería practicar tanto como pudiese; ya que de acuerdo con Hannah, el enfoque de los clubes cambiaría en cuanto llegará a la preparatoria.

Después de varias horas, finalmente llego el medio día, la hora del almuerzo y aunque normalmente sería la primera en ir a la cafetería, y aún más cuando salí sin desayunar. Había dado mi palabra de mostrarle la escuela a Jared.

—Hola, soy Eider— saludé al chico nuevo con algo de timidez— La Sra. Garden me pidió que te mostrará la escuela, ¿Quieres ir ahora? Ya que tenemos 1 hora podemos tomar un poco para eso y luego podrás ir a la cafetería.

No tenía idea de que mi corazón pudiera latir con tanta fuerza, como lo hacía en este momento. Solo era nerviosismo, ¿cierto?

—No tienes que hacerlo, Nick me mostrará la escuela— Nick me dedicó una leve sonrisa— Gracias...

—Eider— repetí con calma, aunque lo acaba de decir.

—Vaya, ese sí que es un nombre raro, Eid.

—Es Eider— susurré, incapaz de corregirlo.

—¿Qué decías?

— Nada, espero que disfrutes tu estadía en el Lincoln.

Jared asintió antes de ponerse de pie

— ¿Podrías?— Hizo un gesto para que me apartara; claro que no podía pasar si estaba frente a él; así que me hice a un lado. —Gracias

Después de que el par de chicos se fueran, yo me quedé allí, parada como boba, repasando qué habré dicho para que se negara a que le mostrara la escuela.

— ¿Disfrutar su estadía en el Lincoln? ¿En serio dijiste eso?—cubrí mi cara con mis manos—El chico acaba de darle un muy buen batazo, creo que fue un Home run ¿No crees Zia?.

Suspiré y me di vuelta para encarar a mis mejores amigos.

—Definitivamente, lo fue— coincidió Zia dándome un par de palmadas en la cabeza como consuelo.

—Ni una palabra de esto— fue lo último que dije antes de ir directo a la cafetería a comerme mi vergüenza.

Ese primer encuentro se había quedado grabado en mi memoria; no solo por la vergüenza que pase, o por el primer rechazo que sufrí de su parte. Si no porque, fue a partir de ese encuentro que pude conocer a la primera persona que me había gustado.

A mi primer amor.

Aquella persona por la que sufrí un amor unilateral, soportando ser simples compañeros de clase. O al menos así fue antes de aquel favor que nos hizo más cercanos.

Ese favor que inicio con un beso.

First Love | First #1Where stories live. Discover now