Capítulo 40: ¿Primera cita?

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Jared

Eider regresaba mañana de Boston, restaba tan solo un fin de semana antes de regresar al colegio. Pero era tiempo suficiente para tener al menos una cita y para lograrlo, necesita la ayuda del mejor aliado: Greg.

—¿Cine?

—Es solo una parte del plan. Eider adora las comedias románticas, especialmente las invernales. Y el viejo cine va a proyectar una de esas.

Greg asintió:

—Parece que lo tienes todo bajo control; no parece que fuera necesario que vinieras hasta aquí solo para eso— hice una pequeña mueca—¿Qué piensas hacer luego?

—Esa es la parte de la que no estoy seguro —confesé con una mueca—. Sé que le gustan los postres, tal vez podemos ir a la cafetería que tanto le gusta. O podemos ir a comer sushi.

Greg negó.

—Eider no tolera los camarones, así que eso podría resultar muy mal.

Esa era la razón por la que había venido hasta su casa: necesitaba la ayuda de Greg; él era el único que conocía a Eider a la perfección, bueno, el único que no tenía problema en ayudarme.

—¿Es alérgica?

—Nada de eso, solo le causan náuseas. Pero, ni siquiera tolera el olor —una sonrisa llena de nostalgia se plasmó en sus labios—. Una vez, cuando teníamos 7, mi madre estaba preparando algo de mariscos, pero el olor era tan potente que se alcanzaba a percibir del otro lado de la puerta. Ese día fue cuando descubrí que no le gustaban, después de que vomitará en una de las macetas de la entrada.

Sonreí, si bien tener la imagen de alguien vomitando no era nada agradable. Era demasiado adorable, imaginarme una pequeña Eider de siete años.

—Había olvidado que ustedes se conocen desde hace varios años.

—Sí, somos amigos desde que teníamos 4.

Eider me había contado la forma en la que ellos se habían hecho amigos; y de esa conexión que ha durado desde entonces. Y aunque ella me había asegurado que nada había pasado entre ellos en todos estos años; había una pequeña duda que me carcomía, y necesitaba aclararla de una vez por todas.

—Son casi 13 años, ¿no?— Greg asintió; era mi momento para preguntar—. Y en todo este tiempo, ¿nunca llegaste a verla con otros ojos?

Era una pregunta bastante coherente; la mayoría de las personas terminan enamorándose de su mejor amigo. Y a menos que Greg fuese tonto, estoy bastante seguro que incluso él ha notado lo bonita que era Eider.

—Te tardaste; pensé que me preguntarías hace meses— apreté los labios, por algo Nick era mi mejor amigo. Los dos éramos igual de curiosos—. Eider es mi persona favorita; mi alma gemela, pero solo eso. Admitó que me lo cuestione cuando estábamos en primer año de preparatoria, pero solo me estaba confundiendo con lo que la gente decía sobre nosotros.

—¿Confundiendo?

Greg soltó un suspiro, parecía ser un tema del que ya estaba cansado de explicar.

—La gente no cree que pueda existir amistad genuina entre un hombre y una mujer. Cuando cumplí 15; todo mundo a mi alrededor decían que ella y yo eramos la pareja perfecta, que yo la miraba de una forma única. Fue cuestión de tiempo para confundir lo que sentía— hizo una mueca al recordarlo—. Gracias al cielo, Eider me ayudo a aclararlo. Después de ese beso, me di cuenta que no la veía de una forma romántica.

Yo era consciente que entre Eider y Greg había algo más que una amistad. Al inicio creí, al igual que todos, que ellos dos se gustaban, pero no eran capaces de admitirlo. Sin embargo, entre más convivía con ellos, me daba cuenta de que se trataba de una conexión especial.

First Love | First #1Where stories live. Discover now