Capítulo 2: El quarterback

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Las tardes de otoño no solían ser extremadamente frías, pero aun así lo eran. No entendía como las porristas podían andar en falda durante todo el partido. Si yo estuviera en el equipo, habría votado por llevar pantalón.

Y no es que el tema de usar falda en estas épocas fuera de mi interés, pero comenzó a rondar mi mente cuando vi a una de las porristas frente a mí haciendo fila para comprar un poco de comida rápida.

Tan solo verla hacía que me sintiera en Alaska, ¿realmente no tenía frío?

—Eider, ¿por qué estamos aquí? — La voz de Zia hizo que despegará mi mirada de la chica para volver al menú, que ya había repasado al menos unas 6 veces.

—Bueno, te gustan los hot dogs y quise comprarte uno. Y mientras esperamos a que el partido comience— Avance un lugar más, estaba cada vez más cerca de tener una deliciosa orden de papas en mis manos.

—Entiendo— soltó un suspiro— Pero, ¿por qué venimos a ver el partido si ninguna de las dos entiende las bases del juego?

—Porque nuestro mejor amigo es el capitán y debemos apoyarlo— me encogí de hombros.

—Greg sabe que lo admiramos y apoyamos, no necesitamos estar aquí— ahora mi atención se centraba en el movimiento desesperado de su pierna.

—¿Tenías mejores planes?-

Mi mejor amiga dudó unos instantes antes de soltar un "NO", que provocó que mis labios se curvearan en una sonrisa burlona.

La chica frente a mí se alejó del mostrador con su orden, lo que indicaba que era mi turno de pedir lo que había llamado mi atención desde que el menú fue legible para mí.

—Dos órdenes de hotdogs, una de ellas sin catsup; una orden de papas y un refresco grande, por favor.— El sujeto asintió antes de darse la vuelta a preparar mi orden.

Después de recibir nuestras órdenes, emprendimos camino hacia las gradas de aficionados que apoyaban al equipo local. Equipo donde jugaba mi mejor amigo; "Los linces rojos" del colegio Lincoln.

—¿No es emocionante? Espero que ganemos.— Le di un sorbo a mi enorme refresco; mientras me abría paso entre la multitud.

—¿Ese de allí no es Jared?— Zia señaló al chico de cabello castaño que estaba apoyado en las escaleras hablando con una chica rubia.

—Eso creo; ¿deberíamos invitarlo a sentarse con nosotras?—La idea de pasar tiempo junto a él cruzó fugazmente por mi cabeza, idea motivada por un poco de celos al verlo hablar tan encantado con ella. Jared nunca había puesto la misma atención que le dedicaba ahora a ella.

Zia me dio un ligero golpe en el brazo, sobresaltándome.

—Te juro que si me trajiste aquí por él, me comeré tu hotdog también— negué inmediatamente; me sentía indignada de que dudará sobre mis verdaderos motivos, pero sobre todo estaba sorprendida de lo rápido que había acabado su comida.

—Claro que no; vine a apoyar a Greg.

La mirada de Zia me escaneaba, y no pude evitar sentirme intimidada por sus enormes ojos azules.

—Pruébalo

Bueno, eso era sencillo. Le tendí mi comida unos instantes, para poder quitarme la chaqueta y mostrarle mi camiseta; una réplica de la que usaba el quarterback: "24 Adams".

La misma que Greg me regaló cuando lo hicieron quarterback hace casi 1 año.

—Aún la conservas

—Pues sí, casi nunca la uso, pero Greg me dijo que si la usaba esta tarde me llevaría sin pretexto a ver cualquier película que quisiera. ¿Dónde está la tuya?— ahora era mi turno de escanearla.

First Love | First #1Onde histórias criam vida. Descubra agora