Capítulo 31: Cuidar lo preciado

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Jared

Algo andaba mal, y no sabía que era.

Estaba seguro de que nuestra cita no cita había sido excelente; habíamos pasado un buen rato, nada incómodo para dos amigos recién formados. Incluso nuestra charla había terminado con bromas agradables y mandándonos recomendaciones de música por mensaje.

No encontraba la razón por la que Eider estaba evitándome de nuevo.

¿Había hecho algo mal? ¿Se molestó por decirle que no conocía Glee?

Mi cabeza comenzaba a dolerme por no entender lo que estaba pasando. Le enviaba mensajes, pero ni siquiera parecía interesada en leerlos; lo único que hacía era mirar las diapositivas.

Tenía la intención de enfrentarla en la hora del almuerzo, pero no la veía en ningún lado; y Zia parecía no tener ganas de responderme exactamente donde estaba.

—Está ocupada, si tanto te urge verla, llámala— dijo sin despegar su mirada de su ensalada.

—No te va a contestar; olvido su celular en casa—respondió Greg llegando a la mesa, soltando una risa.— En ocasiones me pregunto cómo es que no se le ha olvidado hasta la mochila.

—Lo hizo en tercer grado —murmuró Zia.— Y aquella vez en sexto.

Nick rio a mi lado; a veces olvidaba que ellos llevaban muchísimo más tiempo en conocerse. Era obvio que recordaría una anécdota de ese tipo.

Así que mi plan de hablar con ella en el almuerzo se fue al carajo. Gracias al cielo, aún tenía el plan B: hablar con ella después de clases; aún tenía que cumplir con su castigo en la biblioteca.

La abordé tan pronto como entró a la biblioteca; tomé su brazo y la llevé a la sección de "Romance" , la sección más tranquila para hablar sin interrupciones.

—¿Está todo bien? Parece que algo te molesta.

—Es culpa tuya— solté bruscamente provocando que Eider abriera la boca con sorpresa. —No me refiero a..., quiero decir...; tú eres la que parecía molesta.

Eider me miraba con una ceja enarcada, no parecía entender lo que estaba intentando decirle.

—Claro que no estoy molesta, ¿por qué piensas eso?

Pasé una mano sobre mi cabello, tomando una gran bocanada de aire para recuperar la compostura. Eider no parecía estar bromeando, ella realmente no entendía por qué lo decía.

—Porque huiste cuando iba a saludarte; y desapareciste en la hora del almuerzo— repliqué.— Y también está lo de los mensajes, pero eso Greg ya me lo explicó.

La cara de Eider se iluminó, formando una leve sonrisa al comprender a lo que me estaba refiriendo.

—Oh, en la mañana necesitaba hablar con Zia de urgencia; y luego el profesor Dawson me pidió que fuera a su oficina para revisar mi examen—Sus labios se contrajeron, mostrándome la sonrisa más grande que he visto en todos los años que llevó de conocerla.— Tengo un A-; lo logré.

Mi cuerpo se movió casi instintivamente; rodeándola con en un enorme abrazo. Me sentía sumamente feliz y orgulloso por ella, estaba cada vez más cerca de su sueño; aunque eso significará que no la vería un par de meses.

—Sabía que podías hacerlo—susurré contra su cabello; estrechándola con más fuerza, su cabeza reposaba sobre mi pecho, sintiendo mis latidos.

Podría sonar a excusa, pero la sola presencia de Eider me hacía sentir extrañamente cómodo. Y tenerla así de cerca me removía algo, un sentimiento que me ponía las manos sudorosas y el corazón vuelto loco.

Intente calmar mis latidos y cuando creí que finalmente lo había logrado, abrí mis ojos, topándome con los ojos furiosos de Lisa que provocaron que mi corazón diera otro salto.

—¿Jared?—su voz hizo que me alejará bruscamente.—¿Qué estás haciendo?

Me había quedado mudo.

Rasque la parte trasera de mi cabeza; no había razón para estar nervioso, no había hecho nada malo, pero aun así me sentía atrapado como ratón.

—No es nada Lisa; solo le estaba contando a Jared que sigo dentro de la convocatoria para CALarts —explico Eider rápidamente. —Parecía estar contento por mí, y puede que se haya emocionado un poco.

Asentí con prisa; era una explicación bastante completa y directa, pero por la expresión en el rostro de Lisa, podía ver que no estaba convencida del todo.

—Yo diría que demasiado; no es como si hubieses ganado —soltó arrugando la nariz.

No quería malinterpretar a mi novia y ponerme del lado de mi "ex"; pero la forma en la que dijo ese comentario parecía como si tuviera otra intención, como si quisiera hacerla sentir mal.

—Lo sé, y entiendo que puedas sentirte incómoda por lo que sucedió entre Jared y yo, pero te aseguro que la única que está en su corazón eres tú —dijo casi susurrando lo último.— Sabes que no es esa clase de persona, incluso prefirió contarme lo que sentía antes de que sucediera algo entre ustedes.

Lisa me dedicó una mirada interrogante, como si quisiese comprobar que lo que Eid decía era cierto; asentí agresivamente y añadí:

—Sabes que te amo Lisa.

Lisa sonrió y murmuró hacia la castaña:

—¿Entonces te contó sobre el beso?

Gire mi cabeza rápidamente hacia Eider; preso del pánico. Nunca le había contado sobre el beso que había ocurrido entre Lisa y yo en la fiesta de Halloween, sabía que tenía que decírselo, se lo debía después de todo lo que estaba haciendo por mí, pero no pude.

Eider me miró un par de segundos, segundos en los que pude sentir lo traicionada que sentía. Sin embargo, no le dejo saber eso a Lisa, así que simplemente sonrió.

—Sí, por eso te digo que confíes en él. Jared nunca te haría daño y yo no participaría en eso. Puede que yo no te agrade, pero yo no me meto en relaciones ajenas.

El rostro de Eider estaba calmado; sin ningún rastro de duda. Aunque sabía que estaba luchando por no mostrarle ninguna expresión a Lisa que pudiese delatar la pequeña mentira.

Lisa estaba a nada de contestar, pero no le fue posible por la repentina presencia de Sean.

Fruncí los labios sin pensarlo mucho. Las tutorías habían terminado, no había ninguna razón para que ellos siguieran hablando o conviviendo, ¿cierto?

—Eider, ¿puedo hablar contigo?— ella asintió, se despidió con una leve sonrisa y siguió al chico de gafas.

Salieron de la biblioteca como si fuesen los mejores amigos del mundo; incluso el chico se había ofrecido a llevar su mochila, brindándole sonrisitas a Eid.

—Tal vez tenga razón, no debería preocuparme; después de todo ella parece haberte superado.

Mi mente viajó hacia las palabras de Jules me había dicho en la cafetería hace una semana:

"Solo míralo, parece que en cualquier momento le robará un beso".

Mi corazón se estrujó al pensar en eso; Sean no había hecho nada malo, pero no quería que se pasará de la raya con Eider. Aún no era de mi confianza, así que no permitiría que intentará algo con ella.

Y no lo decía por qué estuviese celoso, solo cuido de ella.

Mi padre me había dicho que protegiera y cuidará lo que era mío y lo que era preciado para mí; y ella lo es.

N/A: Espero que disfruten de la historia; casi llegamos a las 500 lecturas uwu

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xx

Athena

First Love | First #1Where stories live. Discover now