Capítulo 3: Perdón

26 2 0
                                    

La noche era preciosa, fresca, sin ninguna nube en el cielo, dejando a la luna libre para ser apreciada. Una noche fresca de otoño, pero que de tranquila no tenía nada; o al menos no en la casa de Wade Williams.

De acuerdo a su invitación, era una fiesta para festejar su victoria de esta noche; por lo que la mayoría se estaba divirtiendo; ya sea bebiendo, bailando o haciendo actos no aptos para todo público.

Cuando acepté la invitación de Wade para venir a la fiesta del equipo de fútbol, definitivamente no creí que me quedaría sola en el sofá de la sala. Aunque lo entendía, Greg estaba celebrando con sus compañeros de equipo, y Zia había aceptado la invitación de un chico a bailar. Ni siquiera me había topado con Jared, quien era la verdadera razón de mi presencia en ese lugar. Estaba harta de no hacer nada, y no podía quedarme sin batería en el celular por estar jugando; así que me levanté hacia la improvisada barra por algo de beber y con algo de suerte un par de dulces.

—Hola— hablé alto para llamar la atención del chico encargado de las bebidas y mi voz no se perdiera en la música-—¿Me podrías pasar un refresco? Tal vez una Coca Cola; fría de preferencia.

El chico frente a mí me miró con burla antes de agacharse un poco y darme un vaso lleno de lo que sospechaba era cerveza.

Tal vez no me había escuchado.

—No, no. Quiero una coca cola— Recibí una risa como respuesta, ¿de qué se reía?, yo no le veía la gracia.

—¿Vienes a una fiesta y esperas tomar coca cola?— Asentí algo avergonzada.— Anda bébela— Empujó el vaso hacia mí.

Lo tomé indecisa y cuando iba a llevarlo a mi boca, alguien me lo arrebató.

—La chica te pidió una Coca Cola— Reconocía esa voz hasta con los ojos cerrados, pero para verificar que no se trataba de un sueño, gire mi rostro al dueño de esa voz.—Anda, dale lo que te pidió— Jared volteó a verme y me guiño un ojo.

El chico a regañadientes me tendió una lata de refresco y yo le agradecí.

—Es un imbécil— susurro en mi oído, erizando mi piel— Menos mal que llegue a rescatarte.

—No soy una dama en apuros— dije abriendo mi lata— Pero, gracias.

—Eid, estabas a nada de beber ese vaso solo para no pelear con él. Además, aunque quisieras cerveza, asegúrate que esté cerrada, o en su defecto, observa cuidadosamente como la sirven, nunca sabes quién podría ser un enfermo y poner algo en ellas.

Asentí ante la lección del castaño.

—¿Dónde está Nick? Viniste con él, ¿no?— Jared asintió al escuchar el nombre de su mejor amigo.

—Sí, pero siempre se olvida de mí cuando se trata de estas fiestas— Sonreí, entendía el sentimiento— Me alegra que vinieras, ¿Y Zia? Estoy segura de que no vendrías sola a estos lugares, pero no están juntas ahora.

Suspiré

—Un chico la invitó a bailar— Él asintió y se quedó a mi lado mirando hacia la pista. Y aunque lo intente, no pude evitar que mis ojos no cayeran en su perfil. Especialmente en las comisuras de sus labios que formaban una sonrisa. Esa sonrisa que me ha gustado desde hace 4 años, desde la primera vez que lo conocí, y como algo automático sonreí ante ese recuerdo.

—¡Eider!— la voz de Jared me sacó de mis pensamientos.

—¿Sí?

—Te preguntaba si querías bailar conmigo— Alguien pellízqueme para saber que no era un sueño.— ¿Eid?— puso su mano frente a mí para recalcar su invitación. La miré unos segundos antes de tomarla. Jared sonrió y me llevó a la improvisada pista de baile.

First Love | First #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora