Capítulo 39: Confesión

4 1 0
                                    

Jared

Eider se iría a Los Angeles en menos de dos meses y eso era un problema.

—¿Y exactamente por qué es un problema?— preguntó Greg recostado en mi cama.

Lo había citado al igual que a Nick para qué me ayudarán con mi confesión.

—Por qué tu amiga es preciosa y estoy seguro de que los demás lo van a notar— repliqué lanzándole un cojín—. Tengo que asegurarme un lugar en su corazón antes de que se vaya.

—No creo que sea tan difícil; después de todo...

Greg se levantó de un salto, cubriendo la boca de Nick.

—Si no vas a decir algo útil, no lo digas —sentenció el rizado con una mirada intimidante.

—Lo que quiero decir es que debería bastar una buena cita y confesión.

Negué un par de veces, conocía a Eider y ella merecía más que eso.

—No, no. Será algo digno de esas comedias románticas que le gustan; y para eso tengo un plan.

—¿Decírselo en el aeropuerto antes de que se vaya?—inquirió Nick con una sonrisa burlona que se borró por el golpe que el rizado le dio en la cabeza.

—A veces me preguntó como es que somos amigos.

—Yo me hago la misma pregunta—respondió Greg— Solo tengo una duda; ¿terminar con tu actual novia forma parte de tu plan?

Ese había sido el primer paso de mi plan; de hecho había terminado con Lisa justo después de llevarla a casa la noche del baile de invierno. Ella lo había tomado mejor de lo que pensé:

—Ya lo hizo y terminó con la mejilla golpeada— se burló Nick.

—No le agrado saber que seguía enamorado de mi ex. Además, quería tener el mayor tiempo posible de las vacaciones para mi plan—expliqué—. Solo tenemos dos semanas de vacaciones y debo aprovecharlas al máximo.

Greg mordió su labio inferior, negando con la cabeza.

—De hecho tienes menos que eso. Eider siempre pasa los últimos días en casa de sus abuelos en Boston.

—¿Hablas de año nuevo?—asintió, poniéndome de mal humor—. Pensaba llevarla a la celebración que hacen cerca de Central Park, dicen que es muy bonito.

Mi gran plan se había arruinado; pensaba besarla justo a media noche y después confesarle lo que sentía. Era de las ideas que más me había convencido después de dos horas de buscar en internet.

—Hay demasiada gente en esos lugares; no pienso que sea adecuado para una confesión —dijo Andrew sacándonos un susto. Mi hermano estaba parado en el marco de la puerta con una bolsa en la mano.

—¿Cuándo llegaste?—pregunté con la mano en el pecho intentando calmar mi corazón.

—Lo siento, no quería escuchar—levantó la bolsa que traía en la mano—. La comida que ordenaron está aquí. ¿A quién te le vas a declarar?

—Ese no es tu asunto —lo que menos quería en este instante era que Andrew lo descubriera.

—A tu hermano le gusta Eider—respondió Nick; podía sentir mi rostro tornándose rojo. Me giré hacia él, mirándolo con el ceño fruncido—. Entre más ayuda tengamos, mejor. Además, si quieres algo digno de película, deberías preguntarle a alguien que estudia cine.

Nick tenía un buen punto; y si no fuera porque conocía muy bien a mi hermano, seguramente le habría pedido ayuda. Por desgracia; Andrew solo se burlaría de mí.

First Love | First #1Where stories live. Discover now