Slave (JJP)

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BeomGyu se sentía tan apenado y triste, mirándose en el espejo. Tenía tanto miedo de que apartaran a JinYoung de su lado, ya que, después de todo, tendría toda la culpa si eso llegase a suceder y sus hermanos jamás lo perdonarían.

Cuando JinYoung entró a buscarlo, rápidamente corrió a abrazarlo. Amaba tanto a su sirviente, pese a que su padre renegara su importancia; sabía que Park JinYoung formaba parte importante de la familia Lim.

— por favor, nunca más me hagas sentir que te perdemos. — sollozó el menor, escondiendo su cara en la ropa del mayor. — no quiero que te vayas, quédate con nosotros. Te amo.

El corazón de Park se apretó por la ternura. Se puso a la altura del menor, limpiando sus lágrimas para consolarlo.

— nunca me alejaré de ustedes. — afirmó, limpiando sus lágrimas. — su padre los ama lo suficiente como para comprender que ustedes me necesitan.

— cuando yo sea rey, haré un decreto para que te quedes con nosotros para siempre. — dijo el menor, hipeando por el llanto.

— corazón, ahora el rey es tu padre y debes respetar sus órdenes y su jerarquía. — le explicó, dándole una sonrisa. — ahora, te llevaré al cuarto del príncipe para que te disculpes.

— no, no quiero. — sollozó. — JinYoung, quiero que tú te cases con mi papá, no él.

— oh, no, no puedo. — le interrumpió. — el corazón del rey pertenece a alguien más y mi corazón está en otra parte. — explicó.

— pero tú eres como mi otro papá. — pataleó el menor.

— lo siento, mi corazón, pero no soy el dueño del corazón de tu padre como para tomar un rol tan importante, pero puedo ser tu mejor amigo hasta que mi tiempo aquí caduque. — le explicó, besando la cabellera negra del príncipe. — pero ahora debes remendar el error que cometiste, porque los príncipes valientes asumen sus errores. También le pedirás perdón a tus hermanos por asustarlos de esa forma.

— pero no quise hacerlo con mala intención, solo quería jugar como tú

— bueno, cada persona es un mundo distinto y todos tenemos diferentes límites. Yo puedo jugar mucho contigo, pero también tengo mis límites, unos que deben ser respetado.

— ¿también te enojarás conmigo?

— no, claro que no, pero cuando vayas creciendo, tú y tus hermano entenderán e irán desarrollando límites. De hecho, tu padre debió enseñarte unos cuantos, aunque eso no importa ahora. — le respondió, acariciando su pelo para peinarlo. — estás listo.

— se supone que las disculpas más sinceras vienen de corazón, y yo no me lamento de haberle hecho pasar un mal rato a ese doncel vacío, entonces estaría mintiéndole, y eso sería peor que hacerle pasar un mal rato.

JinYoung sonrió divertido y un poco orgulloso.

— a veces las disculpas vienen cargadas de muchas responsabilidades apartadas de la sinceridad. — le dijo, cerrando el botón de su chaqueta. — es un símbolo de nobleza, y, tal vez tu padre tenga razón, puedes evitar varios conflictos entre ambas naciones. Pero, ¿sabes? En lo que aprendes lo que es una disculpa y perdón de corazón, cuando tengas que hacerlo, hazlo por las personas que amas, piensa en alguien que quieras que se sienta orgulloso de ti.

— tú. — dijo el niño con una sonrisa alegre. — le pediré perdón al príncipe Cha para que estés orgulloso de mí.

Era un avance.

JinYoung tomó la mano del infante y lo llevó hasta los aposentos del príncipe Cha EunWoo, quien se encontraba sentado en su cama, escribiendo algo en un papiro, con el rey Lim JaeBeom delante de él, observando lo que él escribía.