JinYoung se había despertado, encontrándose en una posición bastante sugerente con el rey y 3 pares de ojos mirándolos con ternura. Se levantó en silencio, sintiéndose algo avergonzado por haber sido atrapado en esa posición con el padre de esos niños.
— Lo lamento tanto. — murmuró en voz baja, tomando sus zapatos para huir rápidamente. — ni una palabra de esto a su padre o me mandará a fregar el salón de baile.
— nosotros te cuidamos la espalda. — dijo la princesa. — Ahora vete y luego ven a tomar el té conmigo.
Cuando el sirviente se retiró, los 3 niños tomaron el tintero del escritorio y empezaron a dibujar cosas en el rostro de su padre por diversión.
— no crean que por tener los ojos cerrados, no veo lo que hacen. — habló el rey, atrapando al más pequeño de sus hijos.
Sus hermanos salieron corriendo entre risas, mientras que el rey se quedó haciéndole cosquillas a su hijo y jugando con él.
— hey, ¿sabes que te amo, verdad? — le dijo, presionando un beso en la frente del infante.
— sí. — confirmó él, abrazando el cuello de su progenitor.
— ¿y tú me amas?
— sí. — respondió, acariciando la mejilla de su padre.
— ¿mucho?
— mucho, mucho. — reafirmó.
JaeBeom dejó a su hijo en el suelo, dejando que fuera a jugar con sus hermanos. Hoy era viernes. Todos los viernes debía estar a las 3 de la tarde en el cuarto de su hija para tomar el té. Una tradición que su esposo tenía con su hija y que el padre intentaba seguir.
Según su esposo, su hija era, en efecto, era una princesa, y debía tener altas expectativas hacia la persona que pretendía tomar su mano. Alguien que la respetara, amara, que sea puntual, entre otras cosas.
— ¿sabes, padre? JinYoung está saliendo con Kwank JiSung. — le habló Soyeon al mayor mientras ambos bebían una taza de té.
— bueno, JinYoung merece encontrar a alguien con quien formar una familia. — le dijo él, tomando su taza. — ¿Tienes algún problema con ello?
— ¿tú deberás estar presente para casarlos? — preguntó la menor. — es decir, tú deberás oficiar la boda, ¿no?
— ¿acaso Jisung ya pidió la mano de JinYoung?
— no, así que aún estás a tiempo para que la pidas tú primero. — contestó, haciendo que su padre se trapicara con la bebida.
— Yo no puedo casarme con un sirviente, Soyeon. — se excusó, aclarando su garganta.
— Entonces conviértelo en un príncipe. — pidió ella. — así se podrá casar contigo.
— ¿por qué haría eso si JinYoung está saliendo con alguien más?
— porque sonríes más bonito cuando está él contigo. — dijo ella. — así dejas de lado a ese príncipe tonto.
— Entonces, si yo sonriera más con otros niños que con ustedes, ¿tendría que volver príncipes a esos niños para que sean mis hijos y dejarlos de lado a ustedes? — la niña enfureció ante esa comparativa.
— ¡no! — exclamó ella. — porque tú nos amas más a nosotros, y también amas a JinYoung. — su padre rió en voz alta.
— ¿de dónde sacaste esa locura?
— Un desconocido le dejó una rosa rosa en su habitación y la ha estado presumiendo por todo el castillo. — le contó. — la tiene en su cabello y se ve muy bonito.
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Slave (JJP)
FanfictionPark JinYoung no era su nombre, pero fue el nombre que la nación de Joseon le entregó al momento de llegar a aquellas tierras. Como una rosa en invierno, sobrevivió contra todo pronóstico. En su largo recorrido para sobrevivir y ganarse el afecto y...