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JinYoung no fingía que el príncipe Cha era de su agrado, sin embargo, disimulaba su odio cuando estaba frente a él. Gracias a las acciones y palabras de EunWoo hacia el menor, este podía deducir que tenía cierto poder, cierta influencia en la realeza. El príncipe se ponía como loco cuando el doncel estaba a solas con el rey, lo veía como una amenaza, Park no tan solo lo veía en el noble, sino que también en su alteza.

Lim JaeBeom le tenía cierto afecto, y Park estaba dispuesto a usar eso en contra de su enemigo. Estaba harto de ese hombre; tal vez le daría igual el quién o qué sea y no haría nada para destruirlo a propósito, pero los niños le daban sentido a todos sus planes.

Cuando encontró a la princesa llorando en un rincón, escondida de todo el mundo, incluso de sus hermanos, supo que algo no estaba bien, en el sentido que aquí alguien iba a pagar con sangre.

— corazón, ¿qué sucede? — preguntó preocupado, sentándose a su lado; notó que el cabello de la princesa estaba desordenado y le faltaba su tiara. Ella siempre utilizaba tiaras, independiente de toda actividad. — ¿dónde está tu tiara, princesa?

— fue el príncipe Cha. — sollozó ella, aferrándose al cuerpo del mayor para llorar. — era la corona de mi papá y él me la robó.

— no te preocupes, corazón, voy a recuperar a tu corona. — le dijo, dándole un beso en la frente y un fuerte abrazo.

— no quiero que mi papá se case con él. — alegó, cruzándose de brazos. 

— yo me encargaré de todo, mi princesa, ¿sí?

— ¿vas a hablar con mi papá? — preguntó con tristeza. — él no nos creerá. El príncipe Cha lo ha embrujado tanto que ya no nos hace caso.

— tú y yo guardaremos este secreto, ¿sí? Yo arreglaré todo para impedir esa boda, pero no puedes decírselo a nadie, ni siquiera a tus hermanos.

— ¿y mi corona?

— él aprenderá a nunca tomar tus cosas ni las de tu padre, ¿está bien? Déjamelo todo a mí. Él aprenderá su lugar. — le dijo con determinación. — él va a pagar por el pecado que acaba de cometer.

Antes que nada, fue al cuarto de la princesa y allí la dejó, con su cabello bien peinado, pero sin otra joya, porque allí iba a poner la corona devuelta. Solo fue cuestión de seguir al príncipe hasta un pasillo vacío, donde lo detuvo, tomándolo del brazo para que no fuera a ninguna parte.

— ¿quién se cree usted que es para golpear a uno de los príncipes? — le preguntó, mirándolo a los ojos, transmitiéndole su ira. — no se equivoque, príncipe Cha, yo no he dejado que ni el mismo rey Lim le levante la mano a sus propios hijos, ¿cree que se lo permetiré a usted? Ha señoriado sus títulos y sus derechos, pero en este instante, yo tengo más poder que usted, no soy su subordinado. Ya no puede mirarme en menos, perdió ese derecho, fue el costo de haberme dado este título maldito.

— cuida tus palabras, yo sigo siendo un príncipe y el prometido del rey, yo seré su consorte y muy pronto tu dueño.

— y yo sigo siendo defensor de esos niños, y si vuelve a ponerles una mano encima otra vez, se las verá conmigo. — le advirtió, deteniendo la mano con la que el príncipe pensó golpearle. — podré haber sido traficado por piratas y haber sido golpeado casi hasta la muerte por un samurai, pero no soy alguien que usted se atrevería a enfrentar cuerpo a cuerpo. Viví en un pueblo donde nos asaltaban constantemente y no sé si se dio cuenta de cómo es la persona que amé en mi vida pasada, puese vulnerable jamás fui.

— tú no eres nada más que un muerto de hambre, ¿qué podrás hacerme tú?

— daño, mucho daño. — contestó enojado. — estamos en igualdad de condiciones. Al rey no pude golpearlo como deseé por lo que le dijo e hizo a su hijo, porque sabía que si lo hacía, él me alejaría de los príncipes y seguiría con su daño; un samurai, un hombre que me asesinaría a sangre fría y qué atrocidades le harían si yo no estaba con ellos, pero ahora ellos están a salvo, y estamos usted y yo, a solas. No me provoque, príncipe.

Slave (JJP)Where stories live. Discover now