Slave (JJP)

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Los niños no disfrutaron para nada el paseo, el ambiente era tenso e incluso incómodo, extrañaban a JinYoung y no soportaban la cercanía del príncipe. Los pequeños príncipes sabían porqué EunWoo estaba así, el motivo del porqué fue golpeado; intentaban a toda costa estar a un lado de su abuelo, aunque este lo incitaba a ser cercanos al príncipe.

Todo fue un fracaso.

En fin.

Volvieron al palacio con muchas manzanas, encontrando todo un festín para los donceles, aunque JinYoung no estaba allí; quién sabe dónde estaba, lo que era parte de su naturaleza.

Estaban cansados y querían bañarse, quitarse el sudor y tierra de encima, pero solo confiaban en JinYoung y en su abuelo para ser lavados. ChangMin era quien más resistencia ponía a la idea de ser atendido por el príncipe Cha, y tampoco le gustó mucho la idea de que su abuelo lo bañara, quería a su querido doncel con él, pero finalmente cedió cuando no había rastro ni de su tío ni del Doncel.

Los 3 fueron lavados por los Donceles de la Corte, pues ellos eran puros y podían cuidar de la inocencia de los niños. Sin dudas, una mala noche para todos.

En ningún momento vieron a su tío ni a JinYoung. Fue un mal día en general, y aunque amaban mucho a su abuelo, el día había perdido la magia totalmente cuando EunWoo fue quien los acompañó, a base de mentiras y engaños.

Ya para la hora de cenar, la familia fue a la cocina para elegir lo que querían comer, y allí encontraron a Park, comiéndose un pedazo de pan sin las manos. Lo retenía con sus labios y lo masticaba con los dientes. Aquella imagen escandalizó al anciano, por lo que cuando el joven lo notó, lo en el plato y arrugó un papel que estaba leyendo.

— niños, ¿cómo les fue en el paseo? — les preguntó entusiasmado.

— fue horrible. — contestó Beom sin filtros. — EunWoo caminaba muy lento y de quejaba de todos los insectos.

— tiraba las manzanas y las ablandaba. — le dijo SoYeon. — quedaban asquerosas.

— te necesitamos ahí. — dijo ChangMin, intentando ser alzado por el joven; él lo tomó en brazos. — no lo quería.

— fue decisión de su abuelo eso. — aclaró el chico. — pero... por otra parte, para que esas manzanas no se pierdan... — murmuró, tomando la fruta. — en mi pueblo, cuando la fruta sabía mal, calentábamos azúcar y le echamos encima. Si consigo azúcar...

Una sirvienta le entregó una bolsa de azúcar, entonces JinYoung tomó una cucharadita y la calentó con un mechero, hasta que se hizo caramelo y vertió el líquido en la manzana. Una vez terminado el bañado y ya solidificado, se la dio de comer a los niños. Ellos quedaron maravillados.

— ¡es muy delicioso! — gritó Beom.

YoungRyu vio al doncel de su hijo. Era un chico lleno de inteligencia y sapiencia. Qué lástima que su yerno no era igual de listo.

JinYoung logró calmar a los niños y hacerlos dormir. Era el único que podía conectar con ellos en ese instante. Cuando ellos ya estaban en los brazos de Morfeo, el joven fue con el abuelo de los niños.

— ¿eres consciente de que tú nunca serás su padre, verdad? — le recriminó el mayor. — mi yerno era una persona íntegra y lleno de clase. Tú solo eres un desastre.

— me da igual lo que diga usted, solo me interesa lo que los príncipes y su majestad opinen de mí. — respondió a la defensiva. — siempre me he preocupado más por lo que los niños ven en mí y no me dejo cegar por lo que otras personas, aparte de su majestad, digan. — tomó una pausa. — a lo que me refiero es que no actúo ni soy su padre, lo tengo claro, el rey ya me lo dijo una vez y usted me lo reitera. Sé mi lugar. Y el que me comporte como lo que usted no espera de mí, bueno... me acostumbré a ser solo un criado que cuida de los niños.