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JinYoung, con sus piernas aún atadas, empezó a nadar hacia arriba, alzando sus manos atadas para intentar salir a flote. Las leyendas de sirenas y tritones le enseñaron eso, más un amante eufórico que siempre lo llevaba a los lagos y ríos de su tierra. Salió a flote y se mantuvo nadando, agitando sus piernas. Con los dientes, deshizo el nudo que ataba sus manos y nadó con más facilidad a una orilla despejada y una vez a una altura adecuada, se deshizo del nudo en sus piernas.

— qué estúpido eres... — murmuró, tirando las cuerdas. El castillo estaba lejos, le tomaría un par de horas llegar, y para cuando ya esté allí, de seguro la boda habrá terminado.

Sabía que no era posible, pero no era imposible.

Corrió hacia el bosque, buscando un camino mercante, de seguro habría un viajero pasando por allí. Tenía razón, una persona iba en una carreta tirada por un hermoso equino.

— ¡necesito ayuda! — le gritó, poniéndose a su lado. — tiene que llevarme al palacio.

— ¿y qué gano yo? — JinYoung no lo pensó dos veces y le mostró el anillo que el rey le dio. — ¿y eso qué?

— vaya al palacio y muéstrele esto al rey, él le pagará por esto. — le contestó, llamando la atención del hombre, quien intentó quitárselo. — ah, ah, no. Deme el caballo y más tarde lo va a recuperar al Palacio Imperial.

— ¿cómo confiar en tu palabra?

— en el peor de los casos va a encontrar a su caballo comiéndose las flores y se va a quedar con el anillo. — le contestó irritado. — ¿¡me va a dar el caballo o no!? — le gritó.

El hombre se bajó, desenganchó la carreta del caballo y le entregó las correas del ejemplar. JinYoung se subió a él y salió corriendo, sin darle el anillo.

— ¡maldito ladrón!

— SOLO VAYA AL PALACIO A RECUPERARLO. — exclamó.

El camino estuvo lleno de obstáculos, pero, si algo había aprendido, era cómo evitar esas mierdas. Finalmente, pudo llegar al castillo. Con su apariencia arruinada y asquerosa los guardias no le dieron la pasada, así que les enseñó el anillo.

— dame tu espada. — le demandó a un guardia, quien lo miró con ojo crítico. — tal vez no sepas quién soy yo, pero tengo el sello real. Yo soy el Doncel de la Corte del Palacio Imperial, así que dame tu espada y déjame pasar.

— el rey está en su boda, no puede entrar con armas. — le contestó el guardia, sin dejarlo pasar.

— ¡bien, pero déjame entrar! — les gritó sin paciencia. — ¡esto es de vida o muerte!

— tenemos órdenes del príncipe Cha de no permitirle el paso. — dijo otro guardia, sacando su espada para amenazarlo. JinYoung lo entendió bien.

— yo soy el Doncel de la Corte y ustedes no son nadie para detenerme. — alegó, retrocediendo para abalanzarse hacia el cuerpo de su atacante.

Logró derribarlo y le quitó la espada, y sin perder el tiempo ellos, corrió al palacio, siendo perseguido por los guardias. Esto le traía recuerdos.

Al llegar a la entrada, llamó la atención de todos, deteniendo la boda.

— ¡YO ME OPONGO! — gritó, siendo alcanzado por los guardias, que rápidamente ataron sus manos en la espalda. — ¡basta!

— ¿Qué está pasando aquí? — preguntó el rey, bajando del altar. —¿qué es este escándalo?

— Cha EunWoo es japonés. — acusó el Doncel sin pelos en la lengua. — Kwank JiSung tiene toda la evidencia de que el supuesto príncipe EunWoo es en realidad un espía japonés.

Slave (JJP)Where stories live. Discover now