Gracias, te quiero.

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A Scorpius le encantaba Harry, en serio lo hacía. Y no solo porque esperaba que le echara una mano si llegaba a cometer actos ilegales alguna vez. No. Harry era un buen tipo, o bueno, eso le parecía por lo que había apreciado en los últimos dos meses.

Eran sus pequeños detalles lo que lo volvían el mejor prospecto de padrastro que Scorp tendría jamás.

Como ahora, que en vez de preguntar por su cara maltrecha luego de irlo a recoger de un estacionamiento a la mitad de su turno, solo se sentó allí, en completo silencio mientras conducía de camino al departamento de su padre.

-Me peleé hoy -Confesó. El silencio podría ser muy cómodo, pero no ayudaba para nada a su ansiedad.

-Si, pude deducir eso yo solo.

Compartieron una sonrisa cómplice, antes de romper en carcajadas que llenaron alegremente la camioneta de Harry.

-Ya en serio, Scorpi -Y puede que fuera a la única persona en el mundo a la que le permitiría llamarlo así- ¿Con quien te peleaste?.

-Un idiota de la escuela.

No notó la tensión en los hombros de Harry hasta que se relajó visiblemente. Conmovía un poco su corazón que se preocupara por él.

-Vaya. Eso no me lo esperaba. No pareces la clase de chico que se pelea a golpes en la escuela.

-No lo hago.

Eso no era mentira. Scorpius por regla general caía muy bien a las personas. Puede que fuera por su personalidad agradable y honesta, o por su apellido y los millones que guardaban en el banco. Fuera lo que fuera, funcionaba bien.

-¿Entonces?.

-Ya te dije, es este chico, saca lo peor de mi, no tiene modales y se comporta como un animal salvaje -Sonrió divertido, trazando las gotas de lluvia que se deslizaban por el vidrio de la ventana- Debió ser criado por cavernícolas.

-Tal vez lo fue -Harry se detuvo en un semáforo y giró para encararlo- O, puede que en casa lidie con cosas malas que lo hagan comportarse como un patan ¿Has pensado en eso?.

Scorpius reunió datos de lo que sabía de Potter. Era un cretino, tenía dos hermanos, uno mayor que no era tan mierda como él, también poseía un mejor sentido del humor y era más guapo, aunque claro, podía ser el leve crush de Scorpius lo que hablaba por él. Luego estaba la pequeña, una pelirroja unos años menor, no tenía más que agregar sobre ella.

También sabía sobre su padre policía, contaban que tenía historia en Londres, había sido múltiples veces condecorado, todo un honor para ser tan joven. Eso decían. Estaba por preguntarle a Harry si conocía al famoso señor Potter, pero lo interrumpió el auto frenando.

Se sobresaltó al darse cuenta de que habían llegado a destino, y que la cara inmutable de su padre lo esperaba afuera del edificio con dos paraguas.

-¿Cual es la posibilidad de que me lleves contigo y no me devuelvas nunca?.

Harry rió un poco y quitó el seguro para niños. Él tenía hijos, Scorp sabía eso, su padre se lo dijo, más, nunca le preguntó nada al respecto de ellos.

-Sabes que será peor mientras más lo alargues.

-Punto -Levantó su mochila y desconectó su teléfono del cargador- ¿No vienes?.

-Debo volver al trabajo.

-Cierto -Lo miró apenado- De verdad lamento haberte marcado para que fueras por mi. Debí pedir un taxi o algo pero...

-Tranquilo Scorpi, estoy más tranquilo constatando por mí mismo que llegaste bien a casa, especialmente después de esa golpiza.

Scorpius gimió al recordar el estado de su cara, joder, su padre lo mataría.

-Suerte, niño -Revolvió su cabello, y en vez de irritarse eso alivió un poco las ganas de salir huyendo que lo agobiaban.

Draco se acercó al auto mientras la puerta se abría, su expresión fue cambiando a la vez que barría con sus ojos de tormenta el semblante de su primogénito.

Lo tomó de la barbilla y alzó su cara, enfureciéndose por cada herida que contaba.

-¿Qué pasó contigo? -Su voz salió inalterable, una sola pregunta hecha con la dureza suficiente para quebrar cemento.

-¿Podemos esperar a estar adentro antes de regañarme? -Suplicó en voz baja. Le quitó el otro paraguas y se movió para dejarle la vía libre hacia Harry.

-Gracias por traerlo -No se subió al auto, más si se inclinó para quedar más cerca del otro hombre.

-Nada de gracias -Miró por encima de su hombro, guiñando un ojo en dirección al rubio menor- Mejor acompáñame a cenar esta noche.

-Solo quieres ponerme de buen humor para que no sea tan severo con él -Contestó rodando los ojos y señalando al chico.

-¿Tan predecible soy? -Se acercó al rostro de Draco y depositó un casto beso en sus labios- ¿Está funcionando?.

-Para nada, teniente -Draco se alejó con solo una pequeña sonrisa, que escondió inmediatamente al hacer contacto visual con su hijo- Nos vemos mañana.

-¿Es un no a la cena? -Volvió a preguntar cómo último intento.

-Totalmente -Cerró la puerta con un giño a su novio.

Suspiró dramáticamente mientras la camioneta se marchaba. Concentrando nuevamente su atención en lo importante.

-Usted y yo vamos a tener una seria conversación, señorito.

Pelear, besar y... ¿Como es que iba? Where stories live. Discover now