Pelear, besar y... ¿Como es que iba?

Big bang ¡Bom!

Sus ojos tenían que estarle jugando una mala pasada, eso tenía que ser, porque no encontraba otra explicación a la imagen frente a él.

-¿Harry?.

-¿Scorpi?.

Harry depositó en la mesa las bolsas del súper que ocupaban sus brazos, apartó con cuidados los libros para hacerse espacio.

Scorpius sentía la boca seca y la lengua entumecida, estaba convencido de que cualquier cosa que intentara decir en ese momento, saldría como un balbuceo ininteligible.

-¿Ustedes se conocen? -James alternó la vista sospechosamente entre su padre y su tutor.

-¿Por qué no vas a buscar a tus hermanos? -Harry suspiró, como un condenado a muerte el día de cumplir sentencia- Así nos sentamos y hablamos todos.

Un poco dudoso, James hizo caso a su papá, disponiéndose a subir las escaleras, no sin antes echar una última mirada anonadada a la cocina.

-¿Harry? -Repitió nuevamente. No se lo podía creer- ¿Qué-Qué diablos? ¡¿Por qué?!.
¡¿Como es que eres su padre?!.

Enrojeció al recordar todas las charlas y los secretos confiados a Harry. ¿Cómo podía hacerle eso a él? ¡¿Cómo se atrevía a ser el padre del maldito Albus?!.

-Esa es una historia que no sé si eres lo suficiente mayor para escuchar, incluye escenas explicitas que tu padre me mataría de enterarse que te las conté -El hombre tuvo la desfachatez de reírse en su cara, aunque, para darle crédito, se veía algo nervioso.

-Eres el padre de Albus.

Y es que no salía de su asombro. ¿Harry sabía? ¿Había sabido todo este tiempo lo que su hijo le hacía y aún así tuvo el descaro de mirarlo a los ojos luego de eso?.

-Y de James e igual de Lily... No tenía idea que tú...

Scorpius no quizo escuchar más, se dió la vuelta para empacar todo lo que llevó para ayudar a James a estudiar aquel día.

-Scorpi, espera, hey, que estás... -Sujetó su antebrazo cuando intentó pasar a su lado y largarse de aquella maldita casa. No debió ir nunca- Hey, mírame ¿Qué ocurre? ¿Por qué te pones así?.

¿Cómo fue tan imbécil? Albus era la copia idéntica de Harry. ¿Cómo no lo vio antes?. Su mente retrocedió en el tiempo a ese día en la tienda. Como Albus lo sujetó por el cuello de su abrigo y lo estampó contra la pared. Se deshizo del agarre, fulminando a Harry con la mirada.

-¿No lo entiendes?.

-No, no lo hago. Esto es sin duda una situación graciosa e inesperada, pero no entiendo porque te alteras así...

-¿Graciosa? ¿Te parece gracioso que tu hijo vaya por la vida golpeando personas que nada le han hecho?.

Eso borró por completo la sonrisa en el rostro ajeno.

-¿Por eso me lo dijiste? Ese discurso ridículo de "Seguro la pasa mal en casa" ¡¿Defendías a ese troglodita?! -Escuchó movimiento a su espalda, no le interesó. Se rió histéricamente y sin gracia- No pero claro, si eres el prototipo perfecto de esos padres.

-¿Esos padres? -Su cara se torció en un gesto de confusión. A decir verdad, todo en Harry emitía desorientación.

Scorpius se mordió la lengua, evitando decir lo que quería. Estaba furioso, y se sentía traicionado, pero en su oído escuchaba la voz de su padre diciéndole que debía respetar a todo aquel que lo respetara, y ese límite había sido cruzado desde el inicio de la conversación.

-No importa. No importa nada. Déjalo así -Abrió la puerta del departamento, dando un paso para salir lo más rápido que pudiera.

-¡Espera! Déjame llevarte a casa, o al menos hablarle a tu padre, es tarde, podría pasarte algo.

-¡¿Y a ti que diablos te importa lo que me pase a mi o a los demás?! Si así fuera, ya hubieras metido a tu cría desquiciada a un reformatorio.

Se fue. Abandonó ese barco y dejó a Harry con un cagadero que limpiar.

-¿Qué fue todo eso papá? ¿De donde conoces a Scorpius? -El rostro de James era un reflejo de todo lo que él sentía.

-¿Quién se cree que es ese tarado?.

Sus tres hijos lo miraban con idénticas muecas de descontento e incredulidad en sus rostros. Hasta Lily había dejado su teléfono de lado un segundo para mirarlo.

-¿Recuerdan que les comente que estaba saliendo con alguien? -Suspiró y se revolvió el cabello. Bien, sería mejor arrancar esta vandita de una vez.

No podía salir peor ¿Cierto?.

-Por amor a Dios, dime que no estás saliendo con mini Malfoy -Sus hijos estaban evidentemente horrorizados antes la idea, los comprendía, se sintió igual de solo pensarlo.

-¡¿Qué?! ¡No!.

-¿Seguro? -Preguntó Lily, acercándose unos pasos a él, una copia idéntica de su madre a su edad- Porque está podrido en dinero.

James se le unió, para su tormento.

-Espera ¿Eres el sugar baby en la relación? -Miró a Lily- ¿Se puede ser sugar daddy aunque no des dinero?

Ok, oficialmente se burlaban de él. Excepto Albus, que no se movió ni un ápice de su lugar junto a la escalera, dándole miradas airadas y recelosas, como si de verdad creyera posible que su padre saliera con un chico de su edad y le molestara en sobremanera.

-¡Aquí nadie es sugar nada de nadie!

-Que pena -Lily suspiró como si, efectivamente, fuera una pena- Dicen que tienen una casa en las Maldivas, imagina tomarte selfies desde las Maldivas #Mipadreesungenio #vacacionesconminuevopadrastrorico

-Siéntense todos. Ahora.