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Sentada en una incómoda silla de hospital que le lastimaba el trasero, Noa esperó, moviendo el pie con ansiedad y resoplando cada cuanto.

-¿Le avisaste que estábamos aquí?- preguntó Harry a su lado. Noa asintió y sin pensarlo comenzó s morderse las uñas. Su amigo le dio un suave manotazo.

Se levantó de su asiento como un resorte cuándo divisó a Nico acercarse por un largo pasillo donde al final se encontraba el área de urgencias.

-Hola, pequeña- saludó, estirando una mano y atrapando el hombro de Noa para jalarla a sí mismo y rodearla con sus brazos. Su abrazo le transmitió paz a su interior.

Noa soltó una larga exhalación, rodeando el tronco de su hermano y prologando el momento. Desde navidad que no lo veía, y no se dio cuenta lo mucho que lo había extrañado hasta ahora cuándo estaba entre sus brazos.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Noa, desconcertándolo. Él debió suponer que lo primero que haría sería preguntar por su padre.

-Ugh- Nico soltó un quejido y llevó su propia mano a su nuca para masajearla, intentando liberar la tensión. Conocía muy bien ese gesto en su hermano puesto que su padre lo compartía- Gwen y yo queríamos darles una sorpresa. Queríamos que la doctora Cameron atendiera su parto y que el bebé naciera aquí.

-¿Por qué?- preguntó, extrañada. La doctora Cameron era una excelente ginecóloga obstetra, había atendido los partos prematuros tanto de Aiden como de Noa sin ninguna complicación extra, pero eso no significaba que en Northampton, donde vivía Nico, no hubiese buenos doctores también.

-Es embarazo de alto riesgo- le explicó Nico. Un destello triste cruzó sus ojos- Fue ella quien atendió el parto de Charlie, el tuyo y el de Aiden. No confío tanto en ningún doctor como lo hago en la doctora Cameron.

Charlie fue el primer bebé de Nico. También fue el bebé que le dio un giro de 360 grados a la vida de Nico, por el cual sentó cabeza y se volvió un hombre de familia y trabajo. Todos en la familia adoraban a Charlie. Mientras que a Noa le gustaba decirle a su hermano que ese bebé era de Oscar realmente por lo hiperactivo y entusiasta. Era divertido ver la expresión molesta que ponía.

-Gwen va a estar bien, Nick- aseguró Noa, acariciando su brazo con dulzura. Nick asintió con la cabeza, aún no muy convencido. Estaba angustiado. Para Nick, su padre significaba algo más grande de lo que significaba para Noa o para el resto de los hermanos. Nico era el único que se entendía con él, ganándose así, el lugar del hijo favorito.

Para un hombre cómo Nico, tener a las dos personas que más amaba en riesgo, era una de las peores torturas existentes. No lo culpaba.

Tras un suspiro exhaustivo, Nico cambió de tema.

-Llamé a Rob, pero no me contestó. Así que le dejé un mensaje - dijo Nico. Por supuesto que no. Era viernes por la noche. Su hermano debía estar divirtiéndose con alguna mujer que acababa de conocer. Le repugnaba siquiera imaginárselo- Oscar y Aiden dijeron que tomarían el primer tren que salga a esta hora, así que tardarán dos horas en llegar.

Noa asintió e hizo la temida pregunta.

-¿Qué fue lo que sucedió?

-Mamá me dijo que papá llevaba días con la presión alta y por más que insistió en llevarlo al hospital, él no quiso- relató Nick, haciendo una mueca de "típico de papá"

-Gwen y yo llegamos a su casa como sorpresa. Estaban emocionados, Noa. Papá sobre todo, quería estar presente para el nacimiento de la bebé. Inclusive tenían planeado viajar hasta Northampton. Pero desde que llegué, vi algo raro en él...Estaba sudoroso, ansioso. Se quejó de un dolor en el pecho y terminó desmayándose en la cocina. Vinimos lo más rápido que pudimos y lo metieron a Urgencias.

My museWhere stories live. Discover now