20

287 33 42
                                    

Noa hizo malabares con las bolsas de compras para abrir la puerta principal del apartamento y entró empujándola con el hombro. Harry corrió a ella y le ayudó a cargarlas hasta la cocina.

-¿Hiciste las compras?- Harry se extrañó, ya que generalmente hacían las compras juntos y dividían la cuenta.- ¿Por qué no me lo dijiste?

-Estaba por ahí y decidí aprovechar- se encogió de hombros sin darle demasiada importancia mientras ordenaba unas latas de verduras en la despensa.

-¿Cuánto te debo?- preguntó Harry, guardando el queso dentro del refrigerador.

-No estoy segura- dijo Noa- Revisaré el ticket y te diré.

Sabía que no lo haría, pero decirle eso a Harry haría que dejase de insistir. Conocía los problemas económicos que su amigo estaba presentando, por más que él se negara a admitirlo frente a Noa. Lo había escuchado, sin querer, hablar con su hermana el otro día, pidiéndole prestado algo de dinero. Su hermana tenía un puesto muy importante en uno de los bancos más grandes de Londres y estaba segura que le había ofrecido a Harry una vacante para que trabajara en algo aparte de vender sus pinturas. Este se había negado, argumentando que dedicarse a un trabajo de tiempo completo le quitaría su enfoque real.

El camino del arte no era fácil, solo los valientes como Harry se atrevían a dedicarle toda su vida, pero a veces Noa deseaba que considerara la propuesta de su hermana, solo no quería verlo sufrir o que se decepcionara si las cosas no salían como lo esperaba en la exposición que tendría en unas semanas.

Notó a Harry ido mientras guardaba las cosas de manera automática, como un robot. Noa frunció el ceño. Sigilosamente lo alcanzó y lo abrazó por la espalda.

-¿Estás bien?- apoyó la mejilla en la espalda de Harry y se percató de como sus músculos se relajaron ante su toque.

-Sí- respondió él, deshaciendo el agarre de Noa y girando para mirarla cara a cara. Su boca decía una cosa pero su expresión no lograba mentirle a su mejor amiga- Creo que solo estoy estresado por el evento. En serio quiero que todo salga bien.

-Va a salir bien- aseguró ella, con una sonrisita. Él no parecía muy convencido. Noa tampoco lo estaba, pero eso no quitaba el hecho de que deseaba fervientemente que a su amigo le fuera bien, que sea feliz. Acarició su brazo con cariño- ¿Te puedo ayudar en algo?

-No, no te preocupes- intentó sonreír pero estaba tan tenso que fue más algo como una mueca- ¿Cómo están las cosas con tus hermanos? No te había querido preguntar, pero la verdad me da mucha curiosidad.

-Bueno... ahora soy dueña de "Spencer & Barfot"- su amigo abrió los ojos con sorpresa y tardó casi medio minuto en decir algo.

-Por Dios, ¿cómo reaccionaron tus hermanos?- preguntó. Se recargó contra la barra demasiado interesado en el tema como para continuar guardando la despensa.

-Nada bien- dijo Noa, y soltó una risita nerviosa- sobre todo Nico y Oscar.

-Sí, me lo imaginé- dijo Harry y procedió a soltar una risita que extrañó a Noa- Tu papá sabía muy bien lo que iba a ocasionar, los conocía a la perfección.

-Algo así dijo Rob-replicó un poco mas tranquila con la reacción de Harry. Él siempre lograba calmar su cabeza- Repartí la empresa entre los cinco, todos se harán cargo de ella.

Harry arrugó el entrecejo.

-¿Tú también?- preguntó Harry, ciertamente extrañado. Noa asintió- ¿Eso significa que renunciarás a tu trabajo?

-Sí, bueno, ahora soy muy rica y puedo facilitarme el publicar un libro después- se dio cuenta demasiado tarde que había desviado la mirada y por nerviosismo comenzó a hablar muy rápido- No tengo que trabajar en una editorial para llegar a publicar un libro. Eso solo lo pensé cuándo no tenía los medios para hacerlo, pero ahora sí los tengo y...

My museUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum