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ADVERTENCIA: SMUT EXPLICITO (PUEDES SALTARTELO, NO AFECTA EL RESTO)

El timbre del celular fue lo que la despertó a la mañana siguiente de la exposición. Noa soltó un quejido y a ciegas buscó el aparato en la mesita de noche. Oprimió el botón de rechazar y con un gemido placentero, volvió a abrazarse de Tom.

Pero el sueño se había esfumado. Resignada, cogió el celular de la mesita justo cuando un mensaje de texto llegaba. Entrecerró los ojos, aún con la vista borrosa y la mente nublada por el sueño.

Tenía una llamada pérdida de Harry, y un mensaje de texto.

"Llámame"

Leyó el mensaje unas diez veces antes de reaccionar. Frunció el entrecejo y a regañadientes, salió de la cama. Tom se removió entre sueños y le dio la espalda. Tuvo la fuerte necesidad de regresar a su lado y abrazarlo por la espalda.

Resoplando, arrastró los pies hasta el baño. Cogió el cepillo de dientes que Tom había comprado para ella, y con la otra mano sujetaba el celular, esperando que Harry tomara su llamada.

-Hola- respondió Harry, cortante. Noa detuvo el camino del cepillo de dientes a su boca y esperó- ¿A qué hora regresas a casa?

-Por la noche. Hoy es el cumpleaños de mi mamá, ¿recuerdas?- dijo Noa, agarrando con fuerza el cepillo. Tomó aire por sus narinas antes de preguntar- ¿Está todo bien?

-Tengo que decirte algo, pero tiene que ser en persona- replicó Harry. Noa apretó los labios y pudo escucharlo suspirar desde otro lado de la línea- Pero está bien, puedo esperar hasta la noche.

-De acuerdo- murmuró ella, y jugueteó nerviosamente con el cepillo en su mano-¿Qué tal estuvo la exposición?

Hubo un corto silencio y pudo escuchar como esbozaba una sonrisa. Eso relajó los músculos de su cuerpo y soltó el aire, aliviada.

-La mejor noche de mi vida-respondió, haciéndola sonreír- Te lo contaré por la noche.

-Ugh- soltó un quejido- ¿Por qué tanto misterio?

-Hace todo más divertido- respondió él. Noa puso los ojos en blanco- Saluda a tu mamá de mi parte, y muchas gracias por la invitación.

-De nada, Don rencores- respondió con el mismo tono socarrón. Era claro que si lo invitaba sabría de una vez por todas lo suyo con Tom, o la otra opción sería no invitar a Tom, pero eso le parecía imposible. Tom era más parte de la familia que Harry.

Una vez que cortó la llamada, logró lavarse los dientes con relativa tranquilidad. "relativa" porque su mente no la dejaba en paz con tantos pensamientos tumultuosos. Finalmente, cepilló su cabello y, al regresar a la habitación, se encontró con la majestuosa imagen de Tom estirado boca arriba, ocupando toda la cama al extender los brazos.

La cobija cubría su cuerpo desde la cadera, dejando su torso desnudo a la vista. Noa lamió inconscientemente sus labios al pasar la mirada por los vellos en la V de su abdomen, que eran interrumpidos por la cobija. Todos sus pensamientos desaparecieron por una fracción de segundo.

-Es muy temprano para que te estén llamando- se quejó. Su ronca voz, tan característica por las mañanas, la hizo sonreír. No abrió los ojos, su expresión era la de tranquilidad pura.

-Perdón si te desperté- dijo Noa. Dejó el celular en la mesita de noche, y se trepó sobre él. Tom soltó un suave quejido, y abrió los ojos- Tom, creo que Harry sabe lo nuestro.

-¿Qué?- preguntó, desconcertado. Aún somnoliento, frunció el ceño. Pasó ambas manos por los muslos desnudos de Noa y luego por su propio rostro, ahuyentando el sueño. Lo único que Noa llevaba puesto era una playera de Tom que le quedaba por debajo de la ropa interior- ¿Por qué crees eso?

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