Capítulo 10

56.3K 3.2K 465
                                    

Rafaella.

Conduzco de la oficina a mi casa dejando mi auto fuera porque tengo que volver a salir a ver a mamá. Me he sentido mal porque la corrí de mi casa de mala manera, pero también ella debe de comprender cuanto me afecta el tema.

Bajo del carro entrando al edificio y cuando estoy entrando al ascensor para subir a mi piso escucho como explota algo en la calle. Me giro altera por lo que pueda pasar y salgo en a ver que sucede.

Mi Lamborghini está ardiendo en llamas y casi no queda nada de él. Las personas empiezan a acumularse para ver lo que paso y yo ingreso al edificio sin mirar atrás.

Llamo a Thiago desde mi otro teléfono.

-¿Amore, que paso?-pregunta apenas contesta.

-Ha explotado mi carro.-digo mirando mis uñas con el teléfono en altavoz.

-¿Qué mierda estas diciendo? ¿Cuándo?-está asustado.

-En la puerta de mi edificio.

-¿Estas bien?

-En perfectas condiciones.-digo con sorna.

-Deja la pendejada.-me dice.-Estoy yendo para allá.

-Estoy en mi casa. Sube y por favor que los noticieros no le pongan tanto drama a la cosa.

Cuelgo volviendo a llamar a mi papá y a mi abuelo informándoles lo que ha pasado y que estoy sana y salva.

Estoy ardiendo de rabia porque ese carro era una edición especial, me lo compre hace un año y no es justo que me le haya puesto una bomba por puro gusto. Le voy a cortar la garganta a ese imbécil.

Me siento en mi mueble mirando como la ciudad brilla de noche.

-Tienes que dar una entrevista.-me dice Thiago apenas entra.

-Nunca he ventilado mi vida privada, no voy a hacerlo ahora.

-Ya, pero tu vida privada es privada, que te revienten el carro en una zona publica dejo de serlo.-trata de explicarme.-Dicen que es una amenaza de muerte.

-Seguro es uno de los tanto enemigos que tenemos.-me encojo de hombros.

-Pueden ser los Kuznetsov o los Del Campo.

-Me da igual. No me paso nada. Ya llegara nuestro momento de vengarnos.

-Tu solo dime a quien hay que matar.

No pienso decirle que ha sido el Kuznetsov, se obsesionaría y no pararía hasta matarlo, aunque también existe la posibilidad de que el otro lo mate y no me pienso arriesgar.

-Mejor te preparo un café.-me pongo de pie dirigiéndome a la cocina.

-¿Por qué evades lo que te digo?-camina a mis espaldas.

-No estoy evadiendo nada. Ahora tengo muchas cosas en la cabeza y no puedo pensar con claridad.

-Con la cabeza caliente hemos tenido mejores resultados.

-No voy a matar a nadie ahora, Thiago.-trato de ponerle punto final a esto.

Se resigna ante mis palabras.

-Si te llegan a lastimar no respondo.-el tono que usa es frio.

-Nadie puede con nosotros.-le guiño el ojo.

-En eso tienes razón. Ahora me tengo que ir porque tu madre esta que me llama y creo que quiere hablar conmigo.

-Dile que estoy bien.-lo despido.-Y dile a todos que se vayan, cerrare la casa por dentro.

IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora