Capítulo 11

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Rafaella.

Hoy papá dará un mensaje a la nación, así que todos estaremos presentes en el palacio de la Republica. Ya hemos conversado sobre el atentado y lo deje más calmado diciéndole que iba a investigar quien había sido para que se encargue.

Para el evento estoy usando un vestido blanco adecuado para la ocasión y llevo puestos unos lentes de sol.

Dejo mi auto en el estacionamiento y me encamino a la sala presidencial.

-¿Qué comunicado darás?-le consulto a mi padre cuando lo tengo de frente.

-Sacare a un enemigo de nuestro camino.

-Suena divertido.-le sonrió despiadadamente.

Mi papá saca a sus enemigos de su camino: matándolos, torturándolos o dejándolos sin poder, siendo unos tristes pobres diablos.

-Estamos listos, Christian.-le comunica Rodrigo.

Salimos de la sala presidencial juntos dirigiéndose al espacio público fuera del palacio donde expondrá su discurso. Empieza saludando a todos los presentes. Todos los periodistas del país están atentos a lo que él dice.

<El día de hoy estamos reunidos para comunicarles que una vez más le hemos ganado a la corrupción-mira directamente a la cámara donde se está trasmitiendo la información por el canal oficial de la presidencia-En el Senado de la república se han estado realizando tratos ilegales con la mafia Rusa y el responsable ya ha sido destituido. Por ende anuncio que Gerardo Riquelmi asume un puesto en el senado, dejando fuera a Santiago Detutti. Por atentar contra el gobierno y el país.>

Sonrió para mis adentros porque eso quiere decir que uno más de nuestros hombres estará en el poder.

Todo pasa muy rápido cuando escucho un disparo. La seguridad se acerca a proteger a mi papá pero ya es tarde porque su camisa se ha teñido de rojo.

Busco con mis ojos de donde pudo venir el disparo y no veo a nadie. Algunos hombres ya están a mí alrededor actuando como escudo.

Mamá ha pegado un grito por el susto y yo corro hacia dónde está mi papá.

-¡Saca a todos de aquí y encuentra al hijo de puta que ha disparado!-le grito a Rodrigo-¡Mátalo!-lo miro con rabia.

-¡Cierren el palacio!-escucho que grita Fabrizio.

Sujetan a mi papá por los brazos y nos adentramos en el palacio.

Él se sacude soltándose y avanzando por su cuenta.

Mis tacones y los de mamá resuenan en el palacio cuando empezamos a correr.

-¡Necesito un maldito botiquín!-le grito a la asistente mientras continuo avanzando.

Se sienta en una silla y me arrodillo para abrirle la camisa. Mi mamá se encuentra a su lado.

-Todo está bien, Principessa.-mi padre trata de tranquilizarme tomándome por el mentón.

-Nada está bien.-le respondo dejando caer mis lágrimas.

Volteo a mirar a un hombre de mi papá.

-Dile a Rodrigo que antes de matarlo averigüe quien dio la orden.-chillo en su dirección.

-El senador destituido es hombre de los Kuznetsov.-me tenso en mi lugar y la sangre se me enfría.

Vuelvo a la realidad cuando colocan la maleta de primeros auxilios para el presidente. Limpio mis lágrimas para empezar con el proceso.

Busco las pinzas que necesito. La bala ha salido de su cuerpo y tengo que cerrar la herida por ambos extremos.

Antes ya hemos hecho esto. No es la primera vez que atentan contra él. Pero me sigue doliendo como la primera vez.

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