Capítulo 33

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Rafaella.

Sin querer acabe viviendo en el pent-house de Máximo, el hombre no me deja ir. Así que por el momento he trasladado algunas de las cosas indispensables que puedo necesitar.

Además de orillarme a hacerme un tatuaje. Él tiene muchos y cuando lo acompañe a que se hiciera otro, termine haciéndome uno también.

Es algo sutil escrito de manera delicada en la muñeca: "Hacia puerto seguro"

Una frase que enmarca muchas cosas en mi vida.

Después de eso cada uno de nosotros ha vuelto a su rutina habitual, hemos retomado nuestro trabajo y es justo donde me encuentro, en mi oficina tratando de cuadrar algunos detalles de un cargamento.

-Este será el cargamento que será repartido para nuestros hombres en Italia.-le hablo a Vero.-Este es el que se va para Croacia y este para Bélgica.-ella cuadra todo en su IPad y yo continuo indicándole cantidades.

-He verificado los pagos en las cuentas de la empresa.-me comunica.-Cada uno de los cargamentos ha sido pagado.

-Ok ¿Y los medios de transporte ya están claros?-la miro levantando las cejas.

-En barco, ¿No?-dice como si fuese obvio.

-A Bélgica en barco y a Croacia en avión.-le explico haciendo hincapié con mis manos.-Concéntrate, Verónica que hay mucho dinero en juego.

-Claro.-se despabila moviendo la cabeza de manera violenta.-Estoy concentrada.-suelto una sonrisa por lo que hace con su cuerpo, como si estuviera temblando.

-Muy bien, si ya tenemos todo claro me voy.-le digo entregándole la carpeta de documentos.

Tomo mi bolso y salgo de la oficina en mi Bugatti.

Las puertas de la mansión de mis padres se abren para darme paso. Me dirijo a la habitación donde esta mamá y está descansando sobre la cama.

Bajo para prepararle algo de comer junto con Margarita para cuando se levante.

...

Mamá ya ceno, comió toda su sopa dietética y yo estoy tomando un café que me prepare para levantar los ánimos.

-Acaba de llamar Renzo Novikov.-entra Thiago buscándome.-Pregunto si estabas en casa.

-¿Qué?-pregunto incrédula, ese chico jamás llamaría a mi amigo solo para preguntar por mi.-Vuelve a llamarlo.-le pido.

-¿No tienes teléfono?-me pregunta.

Busco mi bolso para sacar mi teléfono y cuando le coloco mi huella no enciendo. Está apagado.

-¡Llámalo!-le grito.

Empieza a timbrar pero no hay respuesta.

Al segundo intento recién contesta.

-Renzo, soy Rafaella. ¿Qué paso?-hablo muy rápido.

-¿Ya estas con Máximo?-la pregunta me sorprende porque se supone que ellos han estado trabajando juntos desde temprano.

-No. Estoy donde mis padres ¿Ha pasado algo?-Thiago está expectante esperando a mi lado.

-Máximo está herido.-el pulso se me acelera.-Me dejo en mi departamento y se fue. Dijo que te llamaría.

-Mi teléfono está apagado.-busco mis cosas para marcharme.-Ahora mismo voy a mi casa.-le entrego su teléfono a Thiago y corro en busca de mi auto sintiendo sus pasos perseguirme.

-¡Yo conduzco!-me grita y yo subo al asiento de copiloto.

Conduce a toda velocidad por las calles esquivando cualquier auto que se le cruza hasta que estaciona fuera del departamento de Máximo.

IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora