Esencia✔

13- Karaoke alocado

Vanessa
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Barrer, barrer y barrer... en fin. Mientras mi madre está leyendo el periódico de la cuidad yo estoy barriendo la sala de la casa. Papá está muy entretenido viendo unos programas de cocina y apuntando todas las recetas que le gusta, y no sé para qué porque al final no hace ninguna ya que la Señora Victoria no lo deja que toque la cocina.

Recuerdo una vez que mamá fue al supermercado y a papá se le antojó cocinar un poco, casi quema la cocina y mamá lo quería asesinar, ese día papá durmió en el sofá. Mi madre es así.

Llegué de la escuela hace dos horas. Son las seis de la tarde y como no tenía deberes -en realidad si pero me da pereza hacerlos- me puse a barrer, o bueno, mi madre me mandó.

Termino de barrer y me coloco frente a mi madre.

—Ya he acabado mamá —le digo y ella señala con su meñique la puerta.

—¿Puedes barrer el porche? —lo dijo más seria que Merlina Addams.

—Vale —resoplo mentalmente y salgo de la casa.

Comienzo a barrer debajo de las mecedoras pero dejo de hacerlo al ver que acaba de parquearse un auto frente a la casa de Henry, pero no es cualquier auto, es el auto de Bryan.

Del auto bajan Melissa y él, traen algunas bolsas y no dudo que sean dulces, palomitas y más comida chatarra. Los dos entran a la casa y suelto un suspiro. Quisiera ir al karaoke, pero no puedo, en fin, tal vez si me pongo a escribir algunas canciones no me aburra tanto.

Tarareo una canción de Imagine Dragons y continúo barriendo el porche.

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No sé por qué soy tan tonta. No se me ocurre ninguna canción. Lo único que sé es que quiero comer chocolate y...

—Así que, corre, corre, corre corazón, de los dos tú siempre fuiste el más veloz...

Esa es la voz de Henry. Oh my God, ¿y no que odiaba las canciones en español?

Me asomo por la ventana y veo que del cuarto de Henry salen varias luces de colores, además, mi amigo está cantando demasiado alto, o bueno, los amplificadores de voz están en cien, seguro que ahorita los vecinos van a comenzar a protestar, de eso no hay duda.

—Ya te olvidé... Vuelvo a ser libre otra vez, vuelvo a volar hacia mi vida que está lejos y prohibida para ti... —esa es la voz de Bryan.

Por Dios, pero que locura. Van a demandar a Henry. Cuando mis tíos lleguen mañana lo van a hacer picadillo, aunque sus padres no son tan tan como mi madre, pero esto es pasarse. Él jamás había hecho eso de hacer un karaoke tan alocado, siempre fueron normales, y además, ni siquiera se escuchaban y ahora, ahora creo que se escucha hasta la prepa.

—Dices que fui yo, y no fui yo, que nunca te amé de verdad, que rabia me da, nana nana... pero olvidaste: que me soltaste me soltaste, cuando más necesitaba... —y esa es la voz de Melissa.

Es la que más alto se escucha. Cualquier persona que los esté escuchando debe pensar que esos chicos tienen ataque de cuernos, parece que los acaban de dejar y están despechados, equis de.

—¡Voy a llamar a Margareth y le voy a decir lo que está haciendo Henry!

Oh, oh...

Esa que habló fue mi madre y lo ha dicho en una voz terriblemente terrorífica, me he imaginado hasta que tenía fuego en los ojos.

Tengo que llamar a Henry.

Marco su número y el contesta enseguida.

—Dime cariño.