32- Esa... esencia

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Vanessa
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Busco en mi closet unos jeans, un top y una chaqueta, voy al baño y tomo una ducha, luego salgo de la habitación y voy a la sala, lugar en el que están sentados los cuatro increíbles. Sí, por Dios, parece que van a una discoteca

Melissa trae un vestido hasta los muslos, es rojo y escotado, tiene puestas unas botas que dan ganas de quitárselas y salir corriendo para tenerlas para uno, su rostro, aunque no trae nada de maquillaje, está increíblemente hermoso, ella es hermosa, no se puede negar.

Por otra parte, Henry y Víctor traen puestos unos vaqueros junto a unas botas y camisetas que dejan ver sus brazos.

—Y yo aquí... como una mendiga —me señalo a mí luego de observarlos.

—¿Bromeas?  Quisiera yo tener tú cuerpo, por Dios, además, ese estilo te queda de puta madre, mejor que los vestidos —Melissa se acerca a mí y me abraza.

—Okey, gracias, pero tú estás demasiado hermosa y ni hablar de mis escritores favoritos.

—Es que capullito, nosotros somos hermosos, de eso no hay duda —Víctor besa mi mano y yo sonrío.

—Pues es cierto, las cosas como son —Henry da una vuelta y la campana suena—. Pues como ya escucharon, es hora de cenar.

—¡Y de perriar, mi amor! —Melissa grita y los escritores la imitan.

Cierro la casa y vamos al comedor que al entrar está repleto de todos los estudiantes. Solo hay una mesa vacía, así que vamos a ella y nos sentamos. Luego de unos minutos varios camareros nos sirven los platos, dejando frente a nosotros una deliciosa lasaña junto a postres y una copa con vino para cada uno.

—¡Ay puta vida! Esto huele de maravilla —Melissa frota sus manos.

—¿Pues que esperamos? A comer —Henry nos dice y nosotros hacemos eso.

La verdad... esto es delicia pura. Creo que todo aquí es así, y ojalá no sea sólo hoy ya que dicen que, escoba nueva barre bien...

De fondo hay música clásica, algo raro ya que si luego de cenar será la fiesta de bienvenida espero que pongan otra música, aunque la clásica para cenar es relajante.

Luego de que terminamos de cenar u comer el postre Henry golpea la mesa para que Víctor, Melissa y yo pongamos nuestra atención en él.

—Ya que tenemos una copa de vino aquí tenemos que hacer un brindis.

—Buena idea —Melissa levanta su copa y la imitamos—. Por un verano mejor, lleno de diversión, aventuras y sobre todo amor.

Chocamos las copas y estas crean ese genial sonido. Luego bebemos el vino y minutos más tarde la campana vuelve a sonar indicando que tenemos que salir hacia la plaza que está detrás del comedor, de la cual ahora es que me entero.

Al estar todos allí veo a un hombre subir y tomar en sus manos un micrófono. Todos hacen silencio para escuchar y él comienza a hablar.

—Hola queridos campistas, espero que estén bien, al igual que yo y que hasta ahora les haya gustado el campamento, ya sus guías les debe haber dicho las reglas y todo lo demás, les habrá aclarado dudas y ayudado en lo que necesiten. Espero que este verano sea inolvidable y juntos hagamos de la tierra un lugar mejor para vivir. Espero que sanen, curen el alma y la purifiquen, haciendo que su corazón ses bueno y no lleno de maldad, y que desde ahora piensen un poco más en la naturaleza y en el amor que le tenemos que dar y agradecerle por todo lo que nos regala. Ahora los dejo disfrutar de la fiesta de bienvenida, muchos gracias por escucharme —el director culmina y baja de la plaza.

Esencia✔Where stories live. Discover now