Esencia✔

36- Perdón/2

Vanessa
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¡Iré a llamar a mis padres!

Estoy emocionada por eso, demasiado. Escuhar sus voces de nuevo luego de una semana...

—¿Le dirás a tu papá sobre Bryan? —Henry me pregunta y yo asiento.

—Pues sí.

—Mmm... seguro comienza a hacerte preguntas psicoanalizadoras.

—Eso es obvio, si no las hace no es mi papá —rio.

—Okay, hemos llegado a dirección —Henry toca la puerta.

Cuando la abren al otro lado aparece Nathalie, sus mejillas están algo rojas y sale apresuarda de el lugar.

Okay... como que algo ocurría.

—¿Desean algo? —el director nos pregunta.

—Mis padres llamaron hace rato y yo no pude venir, ¿puedo llamarlos ahora? —le pregunto y él asiente.

—Los dejaré a solas, con permiso.

Sale de la dirección y yo me acerco al teléfono para marcar el número.

Luego de dos tonos escucho como cojen la llamada. Pongo el teléfono en altavoz y enseguida se escucha un grito de mamá.

—¡Vanessa! ¿Por qué no respondiste hace rato? —pregunta y yo rio por lo bajo.

—Estaba en la casa, y no...

—¡¿Sólo Vanessa?! ¡Yo también estoy aquí tía Vicky!  —Henry le dice a mi mamá y escucho un chillido proveniente de otra persona, es mi tía Margareth.

—¡Henry! ¡Mi pequeño rayo de Sol! ¿Cómo estás? ¿Y Melissa? ¿Todo anda bien?

—Sí mamá, todo está bien, bueno, Melissa algo repugnante porque Bryan apareció y...

—¿Que Bryan qué? —la voz de papá aparece después, yo trago saliva.

—Hola papá.

—¿Está todo bien, hija? ¿Hace falta ir y arrancarle las pelotas a Bryan?

—No papá, no hace falta, todo está demasiado bien, al principio me afectó algo, pero luego todo estuvo normal, además escuchate, tú, un psicólogo, hablando de cortarle las pelotas a alguien que sufrió y por eso se alejó de todos.

—Oh... mi hija está aprendiendo de mí —papa ríe y una sonrisa se forma en mis labios.

—Bien, sigan contando, ¿qué han hecho en el campamento? —mamá pregunta y Henry toma el teléfono.

Esto será para largo...

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Toco la habitación de Melissa tres veces y nada.

Ni siquiera nos ha hablado.

¿Pero es para tanto?

Solamente le dijimos que perdonara a Bryan y se puso de esa manera. Para mí esto es una ridiculez por parte de ella, es demasiado malcriada, y tiene el orgullo bien perro.

—Melissa, por favor, ¿puedes abrir la puerta? —le pido y no se escucha nada—. Mira, sé que piensas que estamos de la parte de Bryan, bueno, sí, lo estamos, y de tu parte también Mel, sabemos que Bryan se fue y no nos avisó, principalmente a tí, que eres como su hermana, pero ya basta, ¿sí? El rencor no es bueno, el pasado debe quedar atrás, por perdonar a alguien no vas a morir ni dejar de ser más guapa. Eres una chica genial que siempre saca el lado divertido del grupo, nos haces falta Mel, tú y tus locuras nos hacen falta, y más a Henry, que está de mal humor a cada rato, y eso no es bueno, y tú lo sabes, sólo por favor, piensa en esto que te he dicho y vuelve a hablarnos, y recuerda que perdonar no es malo, cuando quieras hablar conmigo ve a mi habitación, o sólo abre esa puerta.