Esencia✔

46- ¿Ceremonia?

Vanessa
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Bryan toma mi mano cuando es nuestro turno de cruzar el puente. Al otro lado están los chicos con la mano en el pecho y es que esto sí que da miedo.

—¡Esto se mueve demasiado! —aprieto la mano de Bryan, lo veo tragar saliva.

—¿Te imaginas que se caiga justo ahora?

—¡Bryan, no digas eso! —le chillo asustada—. No ayudas, ¿sabes?

—Lo siento, pero es que odio las alturas.

—¡Yo también!

—Será mejor mirar al frente y no hacia abajo —dice en un susurro—. Estoy sudando frío.

—Ya estamos llegando al otro extremo.

Ni yo me creo eso, apenas ni llegamos a la mitad.

—¿Recuerdas cuando me pasé de copa en aquella fiesta y alguien casi me viola? —le pregunto y él asiente.

—Sí recuerdo, ¿pero por qué lo dices ahora?

—Sólo sígueme la corriente Bry.

—Vale.

—Ese día te besé.

—Y estabas tomada todavía —niega con su cabeza—. Los nervios me pusieron a mil el corazón.

—O fui yo.

—Obvio que fuiste tú.

—Enserio quería besarte ese día —afirmo algo sonrojada—. El alcohol estaba causando efectos en mi sistema y más que era ligado con droga por aquel cigarrillo.

—Ese día ni dormí por ese beso, la noche entera me la pasé pensando en tí —sonríe y lo abrazo al ver que hemos llegado al otro extremo.

—Hablar es bueno, cruzamos el puente y ni cuenta nos dimos.

—Gracias por eso —besa mi frente y Nathalie da dos pequeños aplausos para llamar nuestra atención.

—La búsqueda no termina, así que vamos.

—Sí, es cierto —Melissa resopla—. Estoy loca por llegar a la casa para quitarme el disfraz este.

—Si nos apresuramos llegaremos hoy.

—Igual tendremos que continuar el castigo —hace una mueca y comienza a caminar tomada de la mano de Henry.

—Jamás había corrido y caminado tanto, ¿Cómo tú le haces? —murmuro mirando a Nathalie, nuestra guía ríe.

—Yo hace años que trabajo en esto. Todos los veranos vengo hacia acá y vivo estas mismas aventuras. Cada año es distinto, pero las mismas caminatas continúan. Yo estoy algo cansada de esto, pero es lo que me gusta, y si puedo lo seguiré haciendo.

—Hacer lo que te gusta sí da satisfacción. Así que continúa haciéndolo —Bryan sonríe, ella asiente.

—Mientras estés cómodo con las personas de tu alrededor, todo ok.

—¿Por qué lo dices? —le pregunto.

—Cuando las cosas de enfrían, ni el mismo Sol puede calentarlas como antes.

Oh, ya lo dijo todo. Su aventura con el director.

Hay veces en la vida que no todos los amores se pueden vivir. Si fuera así todo sería felicidad, pero no todo es así, sino el mundo fuera el mejor.

—¡¿Qué hacen ustedes en nuestra isla?! —un hombre, de piel bronceada, cabello largo y con tela de color blanca cubriendo sus... partes, aparece delante de nosotros con una lanza señalandonos.