43- Sentimientos

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Vanessa
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Henry de una patada abre la puerta de la cabaña y entramos. Dentro está demasiado oscuro. Y ni hablar de teléfonos, porque obviamente no íbamos a tener.

Por Dios. Por eso es necesario siempre tener los teléfonos con nosotros, pero el campamento puso esa regla y nada se puede hacer.

—¡No se ve nada! —Melissa protesta.

—Tal vez haya alguna lámpara por aquí —Grettel murmura y comienza a tocar la pared de la cabaña.

Capaz y se tope con un escorpión.

Bueno, igual no le haría daño el veneno porque ella es igual a ellos.

Seee, buena esa.

—¡Ya está! —Grettel chilla emocionada y la cabaña sé ilumina.

Y no es una cabaña para nada antigua.

Obviamente pertenece al campamento y de seguro aquí es donde duermen los guardias, aunque hoy no vendrán a dormir porque la lluvia les va a impedir llegar hasta aquí.

—¡Por fin haces algo bueno es tu vida! —Henry le dice a Grettel y esta le pone mala cara.

—¿Y tú has hecho algo bueno?

—Obvio nena, soy bueno en todo.

—¡Ay no empiecen! —Bryan suspira pesadamente—. Es jodido tener que pasar la noche aquí y ustedes discutiendo.

—Ok, por mí ni la miro —Henry levanta las manos en señal de rendición.

—Ni que yo te hubiese echo algo —la rubia rueda sus ojos.

—Quien se mete con mi mejor amiga se mete conmigo.

—¿Que me gustara Bryan es ofender a la castaña?

—Pues sí —Henry le enseña el dedo de enmedio y se sienta en una silla que está junto a una mesa.

—Nathalie se va a preocupar si no nos ve mañana en el desayuno —Víctor se sienta al lado de mi mejor amigo algo preocupado.

—Tranquilo, nos iremos de aquí antes de eso —Melissa sonríe y luego resopla cambiando de tema—. Yo no sé ustedes pero no dormiré toda empapada.

—Ni modo, quítate la ropa —Henry sube ambas cejas y la morena enarca una ceja.

—No me digas...

—Ya nos secaremos —me encojo de hombros.

—Pescaremos un resfriado si nos dormimos con... ¡Ah! —un trueno hace que Melissa suelte un grito y yo salga corriendo hasta Henry para abrazarlo.

Yo tiemblo en mi lugar.

Odio los truenos. Desde pequeña les he tenido miedo y si estuviera en mi habitación ahora mismo me hubiera escondido debajo de la cama.

—Jodidos truenos —Melissa murmura cruzando sus brazos.

—Son sólo truenos cariño —Henry le guiña un ojo y ella resopla.

—Esto es aburrido aquí, ¿no? —el poetizado hace una mueca y todos asentimos—. Yo creo que revisaré una de esas habitaciones e iré a dormir.

El chico se levanta y Grettel lo sigue.

Claro, como no es amiga de nosotros...

—Hasta yo fuera a una de esas habitaciones, ¿vamos? —Melissa le pregunta a Henry y este asiente.

—No hay más nada que hacer. Hasta mañana chicos —se despide y tomado de la mano de Melissa y entran a una de las habitaciones.

Sabe Dios que han echo los guardias ahí.

Esencia✔Where stories live. Discover now