one shots y otras cosas que (nadie me lo pidió pero) me gustaron al leerlas y se las quería compartir.
la mayoría son sacados de Tumblr, por lo que no son de mi autoría.
Publicado originalmente en tumblr por: multi-fandom-imagine
Traducción por: winterbirra
Palabras: 493
Emparejamientos: Rodolfo Parra x lectora!
Resumen: Rodolfo Parra x esposa! donde regresa a casa herido cuando conoce a Hassan.
Nota del autor/ra: ¡Nota al margen: tenía lágrimas en los ojos en esta misión pensando que iba a morir.
admin nota: supuse que todos hablaban en inglés, ya que como hice la traducción del fic al español se cagaba un poco la idea xd xd (aunque la autora no dijo nada al respecto...)
Advertencias: ninguna.
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Cuando a Rodolfo lo golpearon con la culata de esa pistola pensó que iba a morir, pensó que se iba a quemar vivo, solo en el edificio. Admitiría que habrías sido sus últimos pensamientos. Odiaba la idea de dejarte embarazada y sola. Odiaba la idea de que su hijo creciera sin un padre.
Pero luego Alejandro regresó, lo salvó y después de eso todo se volvió negro. Recordó caminar hasta un catre y ser atendido. Aparentemente, la patada en el estómago y el golpe en la cabeza no fueron sus únicas heridas, ni siquiera se dio cuenta de que le dispararon. Aunque en este momento lo único que quería hacer era verte.
"Capitán... quiero ver a T/n... necesito verla." Rodolfo ni siquiera podía imaginar lo que podría estar pensando, lo que podría estar pasando por su cabeza.
Alejandro se rió entre dientes y luego palmeó la mano de su amigo. "Habrá todo el tiempo que necesites hermano".
Iba a tomar ese consejo en serio.
No recordaba apenas el viaje en auto a su casa, estaba tan lleno de drogas que lo único que quería hacer era dormir. Lo que sí recordaba fue cuando por fin te vio llorando mientras le gritabas a Vargas, grandes lagrimas caían por tus mejillas.
Se obligó a salir de la furgoneta, aunque tenía la garganta seca y te llamó. Tus ojos se abrieron de par en par por la sorpresa cuando corriste rápidamente a su lado. Habría sido tirado si no fuera por la camioneta que lo mantuvo en pie.
Envolviendo tus brazos alrededor de su cintura comenzaste a sollozar. Pensaste lo peor cuando no recibiste respuesta, pensaste que el hombre que amabas, el hombre por el que dejaste EE. UU. estaba muerto. Todavía no te sentía real mientras te abrazaba, aunque tus ojos se abrieron de par en par cuando retrocediste una pulgada. "No lo empeoré, ¿verdad?"
Riendo, Rodolfo contuvo una mueca mientras agarraba tu mano y te la besaba suavemente. "No hiciste nada malo, Mi Amor... Estoy feliz de estar en casa contigo y con el pequeño". Su mano rozó tu vientre, apenas empezaba a notarse.
Mordiéndote el labio, asentiste con la cabeza y luego dejaste que tus brazos se envolvieran alrededor de la cintura de tu esposo. Poniéndote de puntillas, le diste un ligero beso en la mejilla. "Te amo." Dirigiéndote a Alejandro le diste una débil sonrisa. "Gracias por salvarlo y... lo siento por-".
Alejandro te interrumpió dando un paso hacia ti, el hombre siempre actuando como un molesto mayor. "No tienes nada por qué disculparte. Cuídate tú también, disfruta de tu recuperación hermano", les guiñó un ojo mientras ustedes dos caminaban lentamente hacia el porche. Despidiéndose de ambos, se deslizó en la camioneta y se fue.
Suspirando, miraste a tu esposo y luego lo empujaste adentro. "Vamos a poner el sofá cómodo, te mereces un poco de TLC".
