La carta de despedida (Día 232)

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13 de Abril 2019

Casi 2 meses que mamá se fue y hoy es uno de esos días en los que no quiero saber nada de nadie, en los que no comprendo el mundo ni me comprendo a mi misma.
Con respecto a Gerry las cosas han marchado de la mejor manera y ese es el problema, comienzo a sentir más que un "Te quiero" y prefiero evitarme el dolor de cuando él se valla como él que estoy sintiendo en este momento, creo que desde que mamá se fue mis intereses disminuyeron,  mis detalles, bromas y risas son menos frecuentes y eso solo hará que él se canse y también se valla, él merece una versión de mí que no esté rota y creo que ahora no puedo dársela así que es mejor decir adiós ¿pero como le explico eso a mi corazón si él tiene todo lo que en algún momento desee?
Sabía que no podía mirarlo a los ojos y decirle adiós porque mis piernas temblarían y mis brazos querrían enredarse al rededor de su bellísimo cuerpo para abrazarlo así que se me ocurrió la idea de hacerlo por medio de una carta, ya se, que cobarde de mi parte, tomé una hoja, una pluma me senté en mi escritorio en donde cada noche hacía mi tarea, coloque el seguro en mi cuarto y deje que la inspiración saliera de mi, no era de asombrarse que la mayoría de cosas que salían de mí eran buenas pero sabía que si continuaba con esto podía salir lastimada por mi amor que se estaba volviendo desmedido y la situación con mi mamá no me permitía estar bien.

"Hola Gerry primero que nada quiero agradecerte por estos casi seis meses que compartimos juntos, la pase increíble a tu lado, es difícil tomar esta decisión porque contigo encontré lo que es llamar tranquilidad y seguridad en una persona, es difícil dejar ir cuando no existen motivos para hacerlo pues tú siempre me brindaste lo mejor de ti pero hoy te dejo libre, me voy con el corazoncito feliz y tranquilo porque disfrutamos juntos de muchas cosas, de cosas que contigo aprendí a hacer por primera vez, me voy tranquila porque ninguno de los dos fallo, me voy con él mejor recuerdo de ti, te aclaro que el motivo de mi decisión no eres tú, tu siempre fuiste un sueño hecho realidad para mi pero en estos momentos pasa algo que es difícil para mí de explicar, te deseo lo mejor siempre Gerry y nunca te lo dije por miedo y nervios a tu reacción pero verdaderamente siento que TE AMO"

Entre otras muchas palabras más, doble la carta y la introduje en mi mochila para después ir a la cama y llorar por la gran oportunidad que estaba dejando ir pero mi cansancio emocional solo quería paz.
En mis planes estaba darle la carta al día siguiente ya que salíamos de vacaciones y de esta manera Gerry tendría 2 semanas en casa de tranquilidad para asimilar lo que estaba pasando y de esta manera no sería difícil tomar la decisión y al día siguiente vernos en clase.
Al finalizar el último día de clases caminamos de la mano hasta mi transporte, en ese momento no podía pensar mucho sólo pensaba en llegar a mi cama.
     — Gema ¿estás bien? Llevas algunos días más callada de lo normal y ahora no has hecho alguno de tus chistes malos acostumbrados
     — Si Gerry todo bien, tengo que darte algo
     — ¿un abrazo?
    Sonreí tímidamente mientras abría mis brazos hacia él poniendo la carta en sus manos
    — Woow otra cartita dijo mientras sonreía extremadamente y sus ojos se cerraban con aquella sonrisa
     — Si, otra cartita, solo que tienes que prometer no leerla hasta que llegues a tu casa
     — Prometido dijo mientras levantaba su dedo meñique para sellar la promesa
   Correspondí a la promesa de meñique y lo abrace fuerte.
Mi transporte encendió el motor lo cual era señal de que debía subir o me dejaría así que solté a Gerry dándole un beso en el cachete y subí velozmente a sentarme mirando a la ventana, no quería decirle adiós pero era lo mejor, no estaba en mi mejor momento y él merecía una persona completa no rota como yo lo estaba.

Al llegar a casa 40 minutos después mi celular estaba a reventar de mensajes de Gerry.

— Gema ¿estás terminando conmigo?
— ¿Gema a que se debe tu decisión?
— Gema hablemos por favor
— No quiero que esto termine
— No sabes lo increíble que la e pasado contigo

Esos eran algunos de los mensajes que más se repetían entre muchas llamadas perdidas que no pude contestar porque mi celular estaba en silencio.
Me acosté sobre mi cama pensando que era lo mejor, después de perder a mi mamá ya no podría tolerar otra pérdida y antes de que Gerry se convirtiera en mi todo era mejor dejarlo ir.
Me dispuse a dormir pero mi teléfono a reventar de llamadas y mensajes no me lo permitió hasta que respondí una llamada.
— Gema, por favor...
— Perdóname Gerry, solo quiero que tú estés bien.
— Vamos a hablar, por favor.
— No quiero hacerlo, discúlpame, quiero que tú estés bien y ahora no puedo ofrecértelo, no es culpa tuya nada, tú eres un maravilloso hombre.
— Gema no me pidas estar bien si te estas marchando de mi vida, hablemos por favor.
— Está bien Gerry cuando regresemos de vacaciones hablamos
— No Gema, falta mucho, déjame ir a buscarte mañana y hablamos.
— Está bien, pero mañana no, el lunes por favor. No te preocupes no vengas, te veo en el arbolito del amor.
— Está bien Gema pero quiero que sepas que no quiero perderte nunca, por ningún motivo.

Ese viernes por la noche no concilie el sueño, no podía olvidar la voz de Gerry cortada, nunca lo había escuchado así, no sabía que hacer.
Al día siguiente sábado llegaron por mi temprano tía Lupe y tío Miguel para desayunar en casa de sus papás Don Lucio y doña Esperanza.
Al finalizar el delicioso desayuno que preparó doña Esperanza me acerqué a tía Lupe, quería pedirle un consejo acerca de Gerry.
Me acerqué tímidamente a ella pues me daba pena pedirle un consejo de amor ya que ella suele ser demasiado estricta
— Lupe dije entre dientes
— Si mujercita, dime.
— ¿podemos ir a tu cuarto? Quisiera platicarte algo
— Claro vamos dijo mientras caminaba para abrir la puerta
Salimos y subimos las escaleras mientras me preguntaba si todo estaba bien, entramos a su cuarto y nos sentamos sobre su acolchonada cama mirándonos de frente.
— ¿Que sucede mujercita?
— No se como decirlo, me da pena
— Vamos solo dilo
— Bueno ¿recuerdas el muchacho Gerry?
— Mmm si, el que espero contigo.
— Bueno es que llevamos 6 meses saliendo, la pasó increíble con él pero esta situación de mi mamá me tiene fuera de mi, no me siento yo y sabes, me estoy sintiendo como hace 4 años cuando la bomba exploto conmigo y me conozco cuando estoy mal, no quiero arruinarlo, soy una bomba y no quiero arrastrarlo conmigo cuando estalle.
— Comprendo tu preocupación por eso y entiendo que te conoces cuando estas mal, pero el parece ser buen muchacho, me transmitió buena vibra, date la oportunidad, si lo de tu mamá está mal, no te cierres a que todo lo demás tiene que estar mal también.
— Es que ya le pedí que se alejara pero no pude alejarlo.
— Enserio mujercita date la oportunidad, igual deberías platicarle lo que está pasando y si él lo entiende sabrás que vale la pena.
Nos abrazamos y llore en sus brazos no sabía que hacer, pase el día entero junto a ellos y por la noche cuando volví a casa dispuesta a descansar a mi celular llego un mensaje, era tía Lupe ya saben las tías y sus imágenes y frases muy ciertas.
— No obligues a nadie a quedarse, mejor oblígalos a irse y quien insista en quedarse es quien vale la pena.

Ahí lo entendí todo...

1460 días junto a él Where stories live. Discover now