Confianza (Dia 499)

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4 de Enero 2020

Al día siguiente, el primer día del año tío Miguel y Gerry despertaron muy temprano a pesar de la desvelada pues Gerry tenía que asistir a su trabajo y mi tío lo llevaría, yo desperté algunas horas más tarde debido a que el papá de tía Lupe es de los hombres que sin importar la hora de dormir esta despierto al día siguiente desde temprano, desperté y mojé mi rostro con agua fría en el lava manos del baño y con los ojos aún entre cerrados por el sueño baje las escaleras en donde encontré a la familia reunida y no solo eso, había visitas, en la mesa estaba la hermana de don Lucio, la señora Alicia acompañada de su esposo don Luis, termine de bajar las escaleras y me dirigí hacia ellos estirando la mano en señal de saludo
   — Hola niña seria — expresó doña Alicia acompañado de una sonrisa
Ella y su esposo me decían así "la niña seria" debido a que desde que me conocieron era muy penosa, cuando recién comenzaba a estar en casa de mis tíos incluso comer o hablar me avergonzaba, pena que fui perdiendo gracias a mi extrovertido novio.
Me senté en la mesa aún con la pijama puesta y compartimos el desayuno, mientras la gente adulta platicaba acerca de una noche anterior, al cabo de unas horas decidí subir a bañarme pues no tardaría mucho tiempo en llegar Gerry, me di un largo baño que termino de despertarme y cerca del medio día llego mi desvelado novio, saludo muy efusivo a todos en la mesa lo cual yo no podía comprender de donde podía sacar tanta energía si no había dormido ni siquiera una hora.
    — ¿Te sirvo de comer Gerry? Pregunto doña esperanza  a lo cual el acepto
   — ¿Vienes de tu casa? Pregunto don Luis
   — No don Luis, vengo de trabajar, ya ve uno que si trabaja dijo en forma de broma por todos los que descansaban de su trabajo.
Durante el día la casa de don Lucio se convirtió en un centro de convivencia pues todas sus hermanas y familiares llegaron de visita, tanto así que Gerry y yo decidimos retirarnos de la mesa para tomar asiento en el sillón lo cual se convirtió en una siesta por lo desvelados que estábamos.

Algunos días después llegado el fin de semana Gerry me hizo una invitación a su casa ya que había comprado una película que moríamos de ganas por ver en el cine pero por algún motivo u otro no pudimos asistir y ya la habían retirado de la pantalla así que esa tarde la veríamos en su habitación.
Cuando llegó de trabajar lo esperé en el lugar en donde el transporte lo dejaba, aunque lo había visto hace pocos días moría de ganas de correr a sus brazos y justo así lo hice
   — Hola preciosa saludo mientras mis manos rodeaban su cuello
  — Te extrañe mucho mi Jesús
Tomó mi mano y caminamos en dirección a su casa, llegamos y ahí se encontraba su mamá Graciela acompañada de su pareja el señor Javier quienes estaban a punto de salir de visita con la abuela de Gerry como cada fin de semana lo hacía.
Salude cortésmente y ellos correspondieron, pasaron sólo cinco minutos cuando ellos salieron de la casa.
   — Muero de hambre dijo Gerry mientras acariciaba en círculos su estómago y se dirigía a la cocina de donde salió con cara de decepción pues no se encontraba nada para comer
   — Adivina a quien le acaban de pagar y te invitara a comer dije para animarlo
En su rostro se dibujó una sonrisa
  — Aceptó pero yo invitaré la botana para ver nuestra película
   — Me parece buen plan, equipo.
   — Que buen equipo somos Gema
Bese su mejilla izquierda mientras acariciaba la derecha con mi mano y salimos de la casa en dirección a un local de comida rápida y como era de esperarse eligió un enorme plato de enchiladas verdes bastante picantes.
   — ¿Tú que elegirás de comer Gema?
  — Yo ya comí
   — No me dejarás comer solo ¿Cierto? Vamos pide algo
  — De acuerdo dije no muy convencida pero por supuesto atraída por la deliciosa comida que se podía observar en el menú.
Decidí pedir un plato del mismo tamaño que el suyo repleto de enchiladas solo que las mías eran rojas y con menos picante. Después de nuestra deliciosa comida ambos salimos satisfechos y con el pantalón apretando nuestra panza en dirección a una tienda en donde Gerry eligió algunas bolsas de botanas, jugos y dulces.
Llegamos a su casa y entramos a su habitación, hicimos una mezcla entre la comida chatarra y la llenamos de salsa picante, mientras yo disfrutaba de unas picantes papás el hombre que se encontraba a mi lado me pidió cerrar los ojos así que comí mi último trozo de papá y con la respiración agitada por el picante cerré mis ojos, en mis manos sentí un pequeño sobre
— Listo, puedes abrirlos
Era un sobre color amarillo
— ¿Que es esto?
— Ábrelo.
Abrí el sobre y de ahí saqué dos pulseras idénticas a la que él había arrojado por accidente sobre el edificio
— No quería que nos quedáramos sin nuestras pulseras así que compré otro par para reponerlas
Me emocione y de inmediato me coloque la pulsera teniendo ambas en la mano, él se colocó la suya y listo nuevamente teníamos nuestras pulseras.
Del mismo cajón de donde saco el sobre con las pulseras también saco la película que ambos deseábamos ver, se paró frente al televisor y la colocó para luego acostarse a mi lado, mientras ambos comíamos sin preocupación alguna la película se tornaba bastante interesante y un poco aterradora, las luces se encontraban apagadas la única luz que iluminaba el tazón de botana era el que emitía la televisión, cuando la comida chatarra se terminó Gerry me pidió acercarme a su lado para abrazarme a lo cual correspondí, disfrutamos de la película pero para nuestra sorpresa el final fue decepcionante, al finalizar se levantó de la cama sin zapatos para dirigirse a encender la luz
— Muy buena película pero muy mal final dijo mientras encendía la luz
— Ya se, no esperaba que terminara así respondí después de darle un sorbo a mi jugo de guayaba.
Abrimos las cortinas de su ventana para percatarnos que el sol comenzaría a esconderse muy pronto así que ambos colocamos nuestros zapatos y salimos de su casa en dirección a la mía.
Al día siguiente domingo me tocaba trabajar en la nevería pues había descansado en sábado así que esta ocasión no podría acompañarlos a su partido, llegue como todas las mañanas y abrí la pesada cortina para comenzar con mis labores del día, cuando llegó la tarde a unos minutos de tomar mi hora de comida por la puerta del negocio vi entrar a Gerry lo cual me asombro pues su partido había terminado hace ya algunas horas por lo tanto imaginé que ya estaba en su casa
— Hola señorita preciosa, vengo a llevarla a comer
— Claro mi Jesús solo dame un segundo dije mientras guardaba mis cosas en mi bolso, entré al baño para cambiarme mi playera de trabajo y salí con él en busca de un lugar en donde comer hasta que encontramos un puesto de deliciosas y grasosas hamburguesas.
Nos sentamos y esperamos a que la señorita tomara nuestra orden
— Gema sabes algo dijo en tono de voz serio lo cual era raro pues el siempre estaba lleno de energía y sonriendo
— Dime ¿Sucede algo? Pregunté preocupada
— Es solo que e estado pensando mucho acerca de la confianza en nuestra relación
— ¿A que te refieres?
— Te seré sincero me cuesta mucho confiar en las personas pero tenías razón cuando me dijiste que la confianza en una relación comienza desde abajo así que desde hoy te platicaré cosas que de alguna manera me da vergüenza o miedo decir y de alguna manera tú me has transmitido mucha seguridad.
— Me alegra que lo hayas tomado de esa manera, sabes que en mi puedes confiar en lo que necesites.
— Sabes Gema todo esto viene por mi mamá, ella me a fallado tantas veces y aunque parezca duro me duele mucho como es ella, me duele que le pesan sus hijos, me duele que siempre a preferido a su pareja antes que a nosotros y me duele haber vuelto a confiar en ella porque me volvió a fallar, ahora me a quedado claro que ella nunca va a cambiar, ni cuando pierda a alguno de sus hijos dejara de ser como es.
Unas lágrimas rodaron por sus mejillas las cuales seque con mi mano mientras que con la otra acariciaba su mano.
— Gerry por algún motivo nos tocaron los padres que nos tocaron y gracias a ello aprendemos ciertas cosas, yo te admiro por tu independencia y tu forma de ver la vida, así como tú alegría y que nunca te dejas consumir por un problema, te agradezco me platiques esto, solo te pediré que no dejes que esto llene tu corazón de sentimientos negativos pues tú eres un hombre lleno de energía positiva.
— Lista su orden exclamó la señorita mientras nos entregaba nuestras hamburguesas
— Gracias dijimos al mismo tiempo
Mientras comíamos nuestra hamburguesa nuestra plática de extendió, realmente me dolía verlo así, el siempre me había mostrado su lado fuerte y capas de resolver cualquier problema pero ver a un Gerry vulnerable era de las primeras cosas que veía.
Después de nuestra plática pude notarlo más tranquilo, al parecer guardaba muchas cosas solo para el que lo tenían bastante afectado.
— Gema te puedo decir algo más
— Si dime
— No me agrado que hayas dejado de asistir al psicólogo, creo que debiste aprovecharlo, es por tu bien.
No supe que decir ante tales palabras pues cuando mamá se fue inicie mi proceso terapéutico el cual abandone cuando entré a la universidad pues me sentía un poco presionada.
— Vámonos se a terminado mi hora de comida
— No necesitas responder nada Gema solo te dire que yo quiero verte bien, siempre bien.

1460 días junto a él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora