Huellas (Dia 943)

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24 de Marzo 2021

Al salir del trabajo Gerry ya me esperaba afuera pues teníamos una cita con un día entero de descanso, algo así como una pijamada pero durante el día, lo primero que hicimos fue llegar a casa y saludar a mi tío Efraín y su novia Giselle quienes al parecer venían de trabajar también.
— ¿Que vamos a preparar hoy? — Pregunto Gerry mientras daba aplanadas en l espalda de mi tío
— ¿Que se les antoja?
— Yo vengo con antojo de tacos pero bien preparados, llenos de deliciosa grasa engordante
— No se diga más — Respondió mi tío mientras sacaba un billete de su cartera, Gerry puso otro más sobre la mesa de la misma denominación y llegamos al acuerdo de casi todos los sábados, ir nosotros en busca de lo que se necesita y mi tío prepara.
Salimos con una bolsa en manos y caminamos en diferentes paradas para comprar lo necesario para la comida, nuestra última parada fue la tienda para comprar un enorme refresco de 3 Litros.
— Gerry, deberíamos comprar alguna fruta y hacer una agua frutal — Sugerí
— No preciosa con el agua me puedo oxidar, además de que nuestros tacos saben más ricos acompañados de un refresco bien frío
Reí ante sus palabras por su poder de convencimiento y espere afuera de la tienda mientras él compraba.
— Te compré un jugo porque sé que te gusta más, pero si quieres tu agua frutal vamos por ella. — Añadió Gerry al salir de la tienda
— No, si preparo mi agua nadie la beberá teniendo refresco, mi jugo esta Perfecto — Agradecí
Llegamos a casa y colocamos todos los ingredientes sobre la mesa, mi tío prendió en fuego de la estufa y comenzó la preparación, nosotros éramos como sus ayudantes, hasta que todo quedó listo.
— ¿Como quedaron los tacos? ¿Si cumplieron tu antojo? — Preguntó mi tío
— Si, son muy ricos, a tu hermano Miguel también le queda rica la comida, recuerdo lo que preparo la primera vez que vine para pedir que Gema fuera mi novia, esa comida como me encantó.
Al finalizar la comida Mi tío y su novia salieron de casa, no recuerdo con exactitud a donde se dirigían pero nosotros decidimos quedarnos en casa a ver películas como tanto nos gusta hacer, en ese momento recordé una película que había visto hace un par de años sobre unos niños que son obligados a enlistarse en la militar, en pocas palabras es una película triste, pero sabía que le gustaría por él mensaje que lleva así que le sugerí buscarla y verla en televisión. La vimos durante casi dos horas con suma atención, en una parte específica comenzó a sonar una canción la cual le llamó la atención y enseguida la buscó en su celular para escucharla más tarde.
En medio de la película pudimos escuchar que una moto se acercaba y concluimos que era mi abuelo, acertamos pues pocos minutos después llamaron a mi puerta
— Pásele don Félix — Respondimos ambos y mi abuelo entró
— ¡Están viendo la voz de la inocencia! — Exclamó mi abuelo sorprendido
— Si, está bonita ¿Usted ya la vio? — Preguntó Gerry
— Si, muchas veces, es un poco antigua, de hecho sale una canción de un artista ya de hace muchos años, es una canción triste — Dijo mientras sacaba su celular y reproducía la canción
— Es la misma que me gusto, hace unos minutos pasó la parte de esa canción y si es demasiado triste
Ambos se quedaron varios minutos hablando sobre lo triste de la canción y el artista que la canta, yo sabía que cuando ellos comenzaban a hablar acerca de cualquier tema era probable que continuaran conversando por mucho tiempo así que solo me detuve a escucharlos.
— Por cierto niños, les traje algo para más tarde cenar — Agregó mi abuelo Felix lo cual ya no era extraño pues todos los sábados que llegaba por la noche siempre traía algo para ambos.
Mi abuelo salió de la habitación y continuamos viendo la película hasta que finalizó, cuando esto ocurrió observamos por la ventana y el sol ya se había ocultado.
— Preciosa ¿No tienes antojo de un postre? Algo como un pastel, Gelatina o flan — Pregunto Gerry
— Se te antojo un flan ¿Cierto?
— Sii ¿Como lo sabes?
— Porque te conozco y se lo mucho que te gusta, terminaré siendo gorda por tu culpa pero si ¡Vamos!
— Tu come sin culpa preciosa, la comida se agradece en poder tenerla sobre la mesa.
Salimos de la habitación y nos dirigimos a donde mi abuelo Felix se encontraba
— Don Felix — Mencionó Gerry
— ¿Que ocurre?
— Gema y yo vamos a ir por un postre ¿Que quiere que le traigamos?
Mi abuelo hizo su pedido y enseguida pregunto hasta donde nos dirigíamos a lo cual respondimos que quizá hasta el centro
— Llévense mi moto para que no caminen — Ofreció mi abuelo
— ¿Si nos la presta?
— Si, llévensela, es más ten una copia de la llave y cuando tengan que utilizarla si no estoy úsenla, yo sé las presto siempre que quieran.
Mi abuelo entrego una copia de la llave a Gerry y le encargo que la cuidara pues esa copia ya era de él, salimos de casa y ambos subimos a la moto en dirección al centro, compramos un par de postres pues Gerry recordó que mi abuela también estaba por llegar del trabajo y debíamos llevarle algo, no me sorprendía pues Gerry todo el tiempo quería invitar todo lo que se le cruzara en el camino.
Después de comprar subimos nuevamente al vehículo de dos ruedas, mientras él conducía yo sostenía con cuidado las bolsas con los postres pues eran demasiado jugosos y podían derramarse.
Al llegar a casa mi abuela ya se encontraba ahí
— Doña Miriam ¿En donde estaba? — Pregunto Gerry mientras la saludaba
— Fui a trabajar ¿En donde querías que estuviera? — Respondió riendo
— ¿Y que nos trajo?
— Nada...
— Ya ve como es de mala persona, nosotros si pensamos en usted y le trajimos un postre.
Mi abuela se hecho a reír y enseguida añadió que era una broma pues si había pensado en nosotros y traía comida para ambos
— En el refrigerador metí lo que les traje — Agregó mi abuela.
Entregamos lo que le habíamos comprado a cada quien y volvimos a mi habitación para disfrutar de nuestros postres acompañados de otra película.
— Gerry tengo una idea ¡Vamos a ponernos mascarillas — Sugerí
— Pero eso es cuando no hay nadie Gema, porque sabes que me da pena pero está bien ¡Vamos a ponérnoslas! Pero... Si alguien entra y se da cuanta voy a fingir que tú me obligas ¿De acuerdo?
Comencé a reír y acepte su propuesta.
Enseguida saqué de un cajón cada una de las mascarillas para diferentes cosas que tenía y comenzamos con la preparación del rostro.
Justo cuando estábamos con la última mascarilla la cual era para hidratar la piel después de todo el proceso llamaron a la puerta
— Ya esta caliente la cena ¡Vengan a cenar! — Grito mi abuela al otro lado de la puerta y enseguida entro a la habitación nos observo acostados con nuestras mascarillas y levanto ambas cejas
— ¿Eso que significa? — Preguntó
— Ay doña Miriam es que ya sabe cómo es la señorita Gema que me obliga a hacer cosas que no me gustan pero si no lo hago se enoja por eso me dejo experimentar con mi cara. — Mintió Gerry haciéndolo parecer real mientras yo contenía la risa por lo creíble de sus palabras
— ¡Ay hija! Pues si es tu novio, no tu amiga, porque lo haces hacer estas cosas si no le gusta — Defendió mi abuela a lo cual solo le sonreí y ella salió de la habitación.
— ¡Que falso eres!
— Tenía que defenderme de alguna manera, está bien que piensen que me obligas, se burlarán de mi si saben que en realidad hacer todo esto contigo si me gusta.

A pocos días de terminar el mes de marzo mientras trabajaba me llegó un mensaje de mis tíos acompañados de una fotografía de un bebé de pocas horas de nacida, en la descripción decía que ya había un nuevo miembro de la familia, de inmediato supe que se referían al bebé de Mariand quien había sido una hermosa niña. Llegado el fin de semana en cuanto ambos salimos de trabajar fuimos a casa de mis tíos pues ya habíamos acordado ir a visitar a la nueva bebé.
Llegamos con mis tíos, ellos ya estaban listos y solo esperándonos para salir a casa de Mariand, cuando llegamos nos recibió Eduardo el nuevo papá y nos llevó hasta el lugar en donde se encontraban, entramos a la habitación y sobre la cama vimos a Mariand con una bebé Yam pequeña que parecía una muñeca de juguete, nos acercamos para conocerla pero por supuesto no la cargamos pues al ser tan pequeña Gerry y yo teníamos miedo a romperla así que solo la observamos, pasamos varias horas en esa habitación platicando con Mariand sobre cómo había sido todo el proceso y observando a la pequeña que tenía todas las facciones de su padre.
— ¿Ya sabes cómo se llamará? — Pregunto Gerry
— Alice, Alice será su nombre.

Durante la semana en mis horarios laborales un día llego con el señor Luis una joven de cabello muy corto y piel clara, entró a la oficina con Mateo y conmigo y permaneció ahí el día entero, su nombre era Jessie y es la hija de mi patrón, es una joven de 26 años bastante agradable y extrovertida, me ha caído muy bien a primera impresión, plática bastante y tiene una risa contagiosa, mientras nos encontrábamos solas me pregunto un par de cosas sobre mí y también me hizo saber algunos detalles de su vida, hizo las típicas preguntas como mi nombre, edad, si estudiaba y si tenía novio.

Llegado el fin de semana, específicamente el día sábado por primera ocasión después de ya algunos sábados no tuvimos nuestras acostumbradas tardes de películas pues mi primo Erik con quien mi tío y Gerry jugaban fútbol con anterioridad nos invito a la fiesta de cumpleaños número cinco de su hija, así que al salir de trabajar, Gerry y yo nos dirigimos a mi casa a darnos un baño y arreglarnos para más tarde ver a mis tíos y asistir a la celebración, cuando llegamos toda la decoración era de princesas así como el vestido de la niña y la mayoría de adornos en colores morados con blanco, tomamos asiento junto a Jann la hermana de Erik que por cierto también es madrina de bautizo de Santi, nos sentamos para comer junto a ella mientras platicábamos. Por la noche después de comer pastel y muchos dulces la gente comenzaba a irse debido a la hora, incluso la festejada y todos los niños ya habían ido a dormir convirtiéndose una fiesta infantil en una fiesta de adultos, ya saben con cerveza y bebidas alcohólicas de las cuales yo no probé porque no me gusta el alcohol pero me encanta desvelarme, de hecho tengo un tío que siempre me dice que me desvelo por nada debido a que no tomo pero aún así permanezco ahí.
La convivencia con Jann permaneció la mayor parte de la madrugada mientras ella, mis tíos y Gerry bebían un poco, hasta que llegó la hora de volver a casa pues faltaba poco para que la luz solar comenzara a estar presente, subimos al auto y nos dirigimos a casa de mis tíos para ir a dormir algunas horas.

Al día siguiente por la mañana al bajar las escaleras me encontré con la misma escena de cada domingo temprano y también los mismos reclamos por no despertar temprano.

Por la tarde después de la comida comenzamos con nuestro tradicional juego de canicas en donde ya no es necesario que lo mencione ya que seguramente lo imaginan pero Gerry y yo nunca ganamos, mientras jugábamos Katia se encontraba haciendo algo extraño con tinta, hojas y sus dedos, como siempre Gerry curioso se acercó a preguntar que era lo que estaba haciendo.
— Realizó mi tarea, ya que en la carrera de criminología me han pedido realizar algunas pruebas con huellas digitales ¿Quieres ayudarme?
— Claro ¿Que tengo que hacer?
— Solo coloca tus dedos sobre la tinta y después ponlos sobre las hojas blancas, necesito tomar tus huellas.
Él recibió indicaciones e hizo lo que Katia le dijo mientras el juego continuaba, Gerry es bastante curioso así que mientras llevaba a cabo lo de las huellas le hacía mil preguntas a Katia respecto a la carrera que estaba estudiando.
— ¿No te dan miedo los muertos? — Pregunto Gerry
— No, no me dan miedo, de hecho aveces vemos casos muy fuertes o levantamos personas que murieron de maneras muy feas, pero respondiendo a tu pregunta no me asustan.

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