El nuevo empleo (Dia 534)

47 25 4
                                    

7 de Febrero 2020

El lunes a primera hora durante mi turno en la nevería vi llegar una moto color azul con dos personas a las cuales reconocí de inmediato era mi abuelo Felix y su pareja, la señora Sandra, no recuerdo haberlo mencionado antes pero mi abuelo es feliz andando de un lugar a otro en su moto desde que la compro cuando yo tenía doce años.
Ambos bajaron del vehículo de dos ruedas y entraron al local, secaron sus pies con la jerga que se encontraba en el suelo pues era evidente que recién había hecho el aseo
— Hola Gema saludó cortésmente la señora Sandy a quien devolví el saludo acompañado de una sonrisa
— Hola Chaparra
Así es como mi abuelo me decía y creo que no hace falta explicación para ese apodo aunque si hay una historia detrás de él.
— Hola don Félix ¿Que hacen por acá? Pregunte curiosa pues desde que mis abuelos se separaron él vive a más de una hora de aquí y solo viene los fines de semana de visita.
— Ya vez Gema tu abuelo quería visitarte agregó la señora Sandra a quien no le preste mucha atención
Mi abuelo me explico que tenían unos pendientes por acá y aprovecharon para visitarme ya que les quedaba de paso, ambos pidieron un helado y tomaron asiento en una de las mesas de la nevería mientras platicaban entre ellos y de a ratos me incluían en su plática hasta que de pronto mi abuelo se levantó del lugar y se acercó a mi
— ¿Puedo decirte algo?
— así claro dije sin imaginar lo que me diría
— Creo que deberías buscar a tu mamá
Tales palabras me llenaron de muchos sentimientos que no puedo describir en este momento y de mi boca solo salió. — ¿Sabes cuantas veces la busqué?
— No se pero creo que es tu responsabilidad como hija buscarla
— Y su responsabilidad como madre era no abandonarme dije un poco alterada
— No quiero que te molestes sólo digo que no deberías ser así que no te importe y buscarla
— Con todo el respeto que te mereces abuelo no me parece adecuado que me digas esto porque tú no sabes cuantas veces le rogué que no se fuera, cuantas veces incluso me humille y le pedí llorando que no me dejara, no sabes cuantos días estuve sin comer por el dolor de su partida, no sabes lo que me a costado levantarme y asimilar que ella se fue y que debo continuar, me a costado y mucho, quizá no se note porque la vida o no se quien me a hecho así, que me cuesta trabajo demostrar lo que realmente pasa pero su partida me a derrumbado como no tienes idea, termino de romper el poco autoestima que tenía porque la mujer que me prometió estar siempre a mi lado se fue y no sé si fue culpa mía o simplemente le estorbaba. Yo no sé cómo esté ella ahora porque hace un poco no la veo pero no pienso volver a hacerle preguntas que sé que nunca me responderá, si ella algún día quiere venir a contestarme las por supuesto que la escucharé pero de mí no volverá a salir rogarle una respuesta, sé que ella está bien y lo sé por las redes sociales, la e visto publicar salidas o citas que tiene con ese señor y por eso no la molesto porque quizá eso era lo que ella quería lo que no pudo tener de joven por cuidar a un bebé. — Abuelo perdóname si te falte al respeto con todo pero por favor te pediría que no vuelvas a culparme de que yo no me acerco o no me pidas que la busque porque trato de mantenerme estable y buscarla es que mueva mi mundo de nuevo porque no responde mis preguntas, el día que ella sola decida hablar conmigo la escucharé con gusto pero no estoy dispuesta a mendigar cariño que por el momento creo que no puede o no quiere darme.
— Entiendo chaparra no puedo obligarte a nada tu tienes tus motivos y disculpa si te molesto lo que te dije, ten por seguro que no te volveré a insistir con lo mismo.
Tales palabras fluyeron de mi como no lo imaginé como si el diálogo estuviera escrito pero no fue así solo dije lo que por tanto tiempo había guardado, sé que no era el lugar ni el momento y quizá tampoco la persona pero podía sentir un peso menos pues desde que se fue tuve que fingir fortaleza que no tenía y muchas veces escuchar a mi abuela sacar sus culpas conmigo lo cual no me permitía expresar mi sentir, solo podía hacerlo cuando sentía que no podía y Gerry o mis tíos estaban ahí.
Por la noche al llegar a casa le platiqué a Gerry lo que había pasado pues una parte de mi sen sentía libre pero otra parte se sentía culpable por la manera en que le hablé a mi abuelo, nunca le había dicho nada al respecto cuando la mencionaba o cuando me pedía buscarla pero esta vez no pude quedar callada
— Gema nunca debes sentir culpa por expresar lo que sientes, eres un ser humano y tienes derecho a sentir, no puedes guardar siempre tus sentimientos por miedo a lastimar a alguien más, sé que es difícil para ti porque eres una persona muy noble y piensas mucho antes de hablar porque no te gusta herir a la gente pero piensa que la gente te a herido y no a pensado en ti, eso no significa que vas a ir por la vida haciendo sentir mal a todos significa que no debes guardar lo que sientes, exprésalo él guardarlo puede dañarte a ti y yo quiero verte siempre sana física y emocionalmente.

Algunos días después mientras nos encontrábamos en casa de tía Lupe se acercó su hermano Aarón
— Hola Gema ¿Puedo preguntarte algo?
— Claro de que se trata
— Lo que sucede es que la mamá de Emily, mi esposa tiene una papelería dentro de una escuela y la chica que trabajaba con ellas ya no pudo estar entonces ahora están solicitando y me gustaría saber si tú quisieras trabajar con ellas, solo sería de lunes a viernes por las mañanas.
Por supuesto la propuesta me pareció bastante atractiva pues a decir verdad estaba un poco aburrida de trabajar sábados o domingos el día entero y eso de trabajar solo de lunes a viernes fue lo que me convenció y acepte, lo único que no sabía era como renunciar en la nevería pues me daba un poco de vergüenza pero ya no quería continuar ahí, así que el lunes a primera hora me arme de valor y espere a que el dueño llegara para hacerle saber que mi estancia en el lugar solo sería durante esa semana a lo cual me pregunto el motivo y le platiqué toda la verdad. Llegó el fin de semana y le entregue el uniforme, me deseó suerte y salí por la puerta en dirección a mi casa.
Al día siguiente llegue a primera hora a la escuela en donde trabajaría, ahí se encontraba La señora Paula quien era mamá de Emily, estaba acompañada por una de sus hijas, Sara quien no se veía de muy buen humor, la situación parecía estar algo tensa pues desde mi perspectiva creo que no les agradaba mucho debido al conflicto entre Emily y tía Lupe quienes a pesar de ser cuñadas no se caen muy bien, pero que importa me gustaba el trabajo.
Sara me explico algunos de los costos de lo que se encontraba en la Papeleria y me enseñó a utilizar las enormes impresoras que ocupaban gran parte del lugar, finalmente dio la 1 de la tarde y terminó mi turno, aún faltaba mucho tiempo para entrar a la escuela y regresar a mi casa me quedaba algo lejos así que todos los días después del trabajo caminaba hacia la casa de mis tíos que quedaba solo a diez minutos, convivía un poco con doña Esperanza que era la única que se encontraba en casa a esa hora hasta que llegaba el momento de salir para la escuela, admito que llegaba a clases un poco más desvelada pues despertaba más temprano pero ya no llegaba corriendo como cuando trabajaba en la nevería.
El fin sábado desperté sumamente tarde pues no tenía preocupaciones por ir a trabajar, me di un delicioso baño con música a todo volumen y me arregle, recibí un mensaje de Gerry
— Preciosa, ya salí de trabajar, ya voy para allá.
Me emocione porque moría de ganas de verlo así que termine de alistarme y cuando menos lo espere escuché la puerta, sabía que era él así que lo recibí con un mar de abrazos y besos en todo el rostro, él solo sonrió ante tal hecho y me abrazo con fuerza
— Listo Gema hermosa, vamos a casa de tus tíos
— Dame un segundo solo voy por mis llaves
Fui en busca de mis llaves y salimos de casa en dirección a casa de mis tíos.
— Oye Gema quisiera platicarte algo dijo en tono serio
— A ver platícame
— Tengo miedo...
— ¿Miedo? ¿De que tienes miedo?
— Es muy difícil decirlo y hasta cierto punto me da un poco de pena pero tengo miedo que lo nuestro termine por la universidad, en la preparatoria nos veíamos todos los días y ahora que estamos separados muero de miedo de que algún día pueda enamorarte otro hombre, tengo esto desde que iniciamos la carrera pero nunca quise decírtelo porque te conozco y sé que no me faltarías al respeto, confío plenamente en ti pero en otros chicos no, me anime a platicarte esto porque dentro de la escuela busqué a la psicóloga para platicarle que estaba sintiendo esto y ella me aconsejó decírtelo.
— Gerry si estoy contigo es porque el tiempo que llevamos saliendo me a encantado tu forma de pensar y de ser porque te lo e dicho una y mil veces que alguien como tú no se encuentra dos veces en la vida, no tienes porque desconfiar de los demás hombres, mientras yo te respete no importa lo que los demás hagan.
— Lo se Gema pero no puedo sacarme de la cabeza que alguien más pueda enamorarte.

Algunos días más tarde quise platicar con tía Lupe acerca de la plática que tuve con Gerry pues yo estaba totalmente segura de lo nuestro y no podía comprender que existiera el "Confío en ti pero en los demás no" a él no quise decírselo pues quería que se sintiera seguro pero con tía Lupe si podía hablarlo.
— Gema debes entenderlo, si existe el confiar en tu pareja y desconfiar de los demás.
— Entonces significa que no confía en mí
Yo no podía entenderlo hasta que ella me lo explico con un par de ejemplos y logró que cambiara mi perspectiva, ahora podía entender a Gerry.

1460 días junto a él Where stories live. Discover now