Adiós a otro año (Día 860)

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31 de Diciembre 2020

Algunas semanas antes de que llegara Navidad Anita y Tío Miguel tuvieron una discusión en la cual terminaron un poco enojados, todos creímos que sería capricho de ambos y esto duraría solo un par de días pues antes de esto ellos solían ser bastante unidos, debido a que Anita estudiaba en la misma escuela primaria que mi tío impartía clases, lo cual significa que todos los días salían y llegaban de casa juntos, incluso Anita en más de una ocasión llegó a depositar confianza plena en el.

Falta un día para que llegue navidad, la Paqueteria desde China decía que nuestra ropa que encargamos hace un mes llegaría aproximadamente entre el día 22 y 24 de diciembre, estamos a 23 y comienzo a preocuparme porque no llega, ya tenemos toda la ropa lista y completa sólo faltan esas camisas y pantalones que según la aplicación indican desde hace una semana que ya está en camino, mantendré la esperanza de que si llegara y podremos estrenarla mañana en navidad, espero que al salir del trabajo y llegar a casa tenga mi paquete en mi habitación pues ya que no estoy en casa todo el día le encargué a mi abuela Miriam o mi tío Efraín estar pendientes, incluso deje sus números telefónicos. Por la tarde mientras trabajaba me encontraba a solas con mi patrón debido a que su hijo Mateo había salido temprano, don Luis y yo nos encontrábamos solos y con mucho trabajo, mi celular comenzó a sonar, era una llamada que probablemente ignoraría debido a que ni tiempo tenía de contestar por tanto trabajo, además el número es desconocido, quizá sean las compañías telefónicas que quieren ofrecerme algún nuevo servicio que no deseo adquirir, nuevamente mi celular, ¡vaya insistencia!
  — ¿No vas a responder? — Preguntó don Luis mientras escribía sobre algunas notas de ventas.
  — No, no se quien sea, no creo que sea importante.
  — Contesta Gema, te han marcado muchas veces.
Tomé el celular y respondí el número desconocido
  — Señorita Gema buenas tardes, hablamos de paqueterías, estamos afuera de su domicilio, llamamos al celular que proporcionó en el pedido pero no responden, por eso le llamamos a usted como titular.
  — Hola joven buena tarde deme un segundo, me comunicaré a la persona que lo recibe
De inmediato colgué la llamada y llame a mi tío y abuela para que me ayudaran a recibir el paquete pero después de varios intentos nunca respondieron, intenté convencer al hombre de la Paqueteria que se acercara a mi trabajo que se encontraba a cinco minutos pero fue imposible ya que argumentó que su obligación era dejar el paquete en la dirección indicada en la página.
  — ¿Que sucede Gema? ¿Todo en orden? — Pregunto don Luis al verme hacer muchas llamadas, le expliqué lo de el paquete y de inmediato de el cajón principal del escritorio saco las llaves de su moto
  — ¿En donde esta el carro de paquetería y como es?
Le expliqué el nombre de la Paqueteria y la ubicación de mi casa.
  — Termina el trabajo ya vuelvo — Dijo mientras salía y subía en su moto.
Lo vi salir y continué trabajando, sonó mi celular nuevamente a los pocos minutos, era Paqueteria indicándome que mi paquete había sido recibido y me indicaron las características físicas de quien lo recibió, a los pocos minutos vi volver a don Luis con una caja en las manos.
  — Aquí tienes Gema, ya no te preocupes — Me entrego mi caja en las manos, sonreí de la emoción y le agradecí por lo que había hecho.
Ese día salí algunos minutos más tarde de lo usual debido a que verdaderamente teníamos mucho trabajo y entregas pendientes, a unos minutos de salir don Luis me pregunto
  — ¿Puedo saber que te llegó?
  — Claro, es ropa — Respondí feliz
  — Creo que eso lo debí preguntar antes, qué tal que era un paquete con alguna sustancia ilícita y mientras tanto ya lo recogí yo — Bromeó
— No se preocupe, no es nada de eso, solo es ropa.
— ¿Para tus regalos de navidad? — Preguntó
— No, es ropa igual para mi novio y para mi, la usaremos mañana en navidad.
— ¿Siempre se visten igual? Lo he visto un par de veces afuera mientras te espera y trae la misma ropa que tú.
Solté una risa nerviosa y apenada — Algunas veces
  — ¿Lo obligas o a él le gusta?
  — Le gusta — Respondí apenada
  — Ese hombre está muy enamorado.

1460 días junto a él Where stories live. Discover now