El collar (Dia 399)

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30 de Septiembre 2019

El fin de semana siguiente Tío Miguel tenía un importante partido de fútbol en el cual jugaría la final, pidió que lo acompañáramos tía Lupe Gerry y yo quienes sin pensarlo aceptamos, los tres bromeamos acerca de que sólo iríamos a jugar cartas o platicar excepto a prestar atención, Gerry pasó por mí en un horario muy temprano y ambos llegamos a casa de tía Lupe en donde ya estaban listos para salir, subimos al auto y llegamos a un empastado campo de fútbol, nos colocamos bajo un árbol mientras tío Miguel lo daba todo colocado en la portería, Gerry parecía bastante entretenido mientras que tía Lupe y yo solo platicábamos acerca de temas de mujeres.
Al finalizar el partido después de varios minutos se acercó tío Miguel a nosotros, Gerry se miraba bastante emocionado — Y no me invitó don Miguel
   — ¿Apoco juegas? Pregunto sorprendió
   — Si, me gusta mucho jugar
Su conversación sobre fútbol se vio interrumpida cuando los problemas de hombres de campo comenzaron a causa de una discusión que estaba a punto de llegar a los golpes, al ver esto tío Miguel se alarmó y como él es toda paz y amor se acercó velozmente a querer poner paz en el campo, Gerry al verlo corrió atrás de él para evitar que fuera golpeado, tía Lupe y yo solo nos quedamos observándolos — Ay ese hombre dijo tía Lupe mientras blanqueaba los ojos
   — Y el otro también va de chismoso, agregue con preocupación
   — Por eso, a él me refiero, a Miguel ya lo conozco pero el otro que se va con el.
Mientras veíamos como peleaban a palabras casi a golpes en el campo tía Lupe y yo hacíamos bromas respecto a la similitud de ambos hombres que intentaban poner paz en el campo.
Después del desorden que se armó, cuando todo terminó, subimos al auto los cuatro y nos dirigimos a casa para que tío Miguel pudiera darse un baño, pues venía lleno de tierra y pasto.
    — Don Lució, doña esperanza buenos días dijo Gerry con una enorme sonrisa saludando a los papás de tía Lupe quienes correspondieron el saludo y lo invitaron a tomar asiento
   — Ya llegaste muchacho dijo la abuela Julia quien se encontraba en su silla de ruedas
Gerry correspondió al saludo y tomó asiento aún lado de don Lucio quienes no tardaron en m comenzar una conversación en la que Gerry era experto "Fútbol"
Tras unos minutos mi sucio tío lleno de tierra regresó siendo ahora un limpio tío con ropa impecable  y perfume.
   — Vámonos muchachos dijo tía Lupe mientras tomaba su bolso
   — No se a donde vamos pero vamos dijo un Gerry sonriente
  — ¿Me van a ir a abandonar a algún lugar? Pregunté en forma de broma
  — Si, tápate los ojos para que no veas el camino y no te regreses agregó tío Miguel
Tras unas risas salimos de casa y subimos al auto, llegamos a un centro comercial en donde dimos un par de vueltas mientras mis tíos hacían algunas compras, tomamos un helado los cuatro y más tarde fuimos a comer, al llegar la tarde pasamos a a dejar a Gerry a su casa y continuamos nuestro camino.

Unos días después llegó el día 30 de Septiembre, el día en que Gerry y yo estábamos a tan sólo un mes de cumplir un año como novios, como todos los días mi rutina comenzó dándome un baño y saliendo al trabajo, Gerry me había pedido por la mañana que me pusiera nuestras playeras blancas iguales por ser nuestro aniversario, lo cual acepte, nuestros tiempos nos imposibilitaban vernos pues ambos teníamos los días bastante apretados entre nuestro trabajo y escuela, eso no fue impedimento para vestir igual.
Cuando termino mi turno en la neveria salí corriendo a la escuela como lo hacía diariamente, mi día torno bastante bien, me sentía feliz en la nueva escuela y con nuevas compañeras, me sentía cómoda pues en mi grupo la mayoría eran sólo mujeres.
Unos minutos antes de salir sonó mi celular
   — Hola preciosa ¿ya saliste de la escuela?
    — Hola mi Jesús, estoy a cinco minutos de ser libre.
   — Ve con mucho cuidado a casa vale, yo aún estoy en la escuela, por cierto hace mucho frío ¿si traes suéter?
   — Si, traigo una chamarra gruesa.
   — ¿Que chamarra traes?
   — La color rosa bastante gruesa
Colgué la llamada pues ya era momento de salir, su llamada y sus preguntas me habían parecido extrañas pues nunca llama por teléfono durante clases y mucho menos me interroga acerca de la ropa que uso, igual no le tome importancia y tomé mi mochila y mi botella de agua, salí de la escuela velozmente para tomar el transporte pero antes de ello debía cruzar un enorme puente del cual al terminar de bajar una silueta se me hizo bastante familiar, así es ahora sus preguntas tenían sentido era Gerry
    — ¡¡¡Preciosa!! ¡Felices 11 meses!
Corrí a sus brazos llena de emoción pues no podía creer que estuviera ahí  — ¿Que haces aquí mi amor?
  — No podía dejar pasar este día, quería verte y como salí temprano de la escuela dije "iré a ver a mi preciosa"
    — Gracias por venir, me has hecho muy feliz el día de hoy
   — Vamos, dame tu mochila, te llevare a casa.
Le tomé la mano y tomamos el transporte directo a mi casa, llegamos y saludo a mi abuela quien correspondió el saludo.
   — ¿Van a cenar niños? pregunto mi abuela desde la cocina
— Ven Gerry vallamos a cenar
Tomé su mano y lo lleve hasta la cocina, cenamos juntos mientras manteníamos una conversación con mi abuela, él por supuesto le platicaba una de sus muchas aventuras que tuvo mientras vivía en su pueblo con las cuales me brillaban los ojos por la emoción de recordar.
— Gema, debo irme a casa ya es tarde, pediré un Uber
— Claro que si Gerry muchas gracias por venir a verme.
Saco su celular y pidió un Uber el cual llegaría en aproximadamente veinte minutos
— Antes de irme debo darte algo, cierra los ojos y extiende las manos
Seguí sus instrucciones y cerré los ojos con nerviosismo y emoción hasta que sentí una pequeña caja cuadrada en mis manos
— Listo puedes abrirlos
En mis manos tenía una caja cuadrada de aproximadamente cinco centímetros
— Vamos ábrela
— ¿Me pedirás matrimonio? Pregunté en tono de broma
— No Gemita no es un anillo de matrimonio, abre la caja
— Woow ¡Que bonito collar!
Ante mis ojos tenía un collar color plateado con la figura de medio corazón el cual me encanto, mientras lo miraba Gerry saco de la bolsa de su pantalón un collar idéntico el cual él usaría.
— ¡Son preciosos! Dije llena de emoción mientras me arrojaba a sus brazos
Pasaron pocos segundos cuando le pedí que me ayudara a colocármelo y de igual manera yo le puse el suyo.
— Antes de que te vallas yo también tengo algo para ti
— ¿De que se trata, preciosa?
— Dame un segundo y regresó dije mientras me levantaba del sillón en donde nos encontrábamos
Me dirigí hacia mi habitación y abrí el primer cajón de mi tocador de donde saqué una carta que le había escrito y una fotografía nuestra del día que nos graduamos la cual mande a imprimir en un foto estudio, salí y me dirigí hacia él con ambas cosas en las manos.
— Te hice una carta de amor y una foto nuestra.
— Gema, me encanta que siempre me escribes cartas, soy el más feliz leyéndolas, tengo una colección entera de todas las cartas que me has dado y respecto a la foto creo que tengo el lugar ideal para colocarla
— ¿En donde la pondrás?
De su mochila de la escuela sacó un cuaderno en el cual introdujo la foto dentro del hule para protegerla
— Listo, me acompañarás todos los días a la escuela en este cuaderno, la foto se ve increíble aquí.
El celular de Gerry comenzó a sonar, era el Uber que había llegado por el, era momento de irse así que lo acompañe hasta la puerta, bese su mejilla y deje que se fuera.

1460 días junto a él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora