Adios Señor (Dia 712)

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5 de Agosto 2020

Al llegar el fin de semana al salir de trabajar volví a casa y espere a Gerry por varios minutos y por su puesto como era de esperarse llegó tarde pues desde que lo conocí supe que la puntualidad no era una virtud de él.
Después de varios minutos de retraso llego a casa
  — Hola joven impuntual dije achicando los ojos
  — Ya preciosa te traje algo que te encanta para que no te enojes dijo mientras escondía tras su espalda mi flor favorita
— Muchas gracias amor mío PEROOO, solo te advierto que algún día tomaré venganza por todas y cada una de tus impuntualidades. Seguida de eso solté una risa escandalosa
— ¿Me estás amenazando niñita? Pregunto Gerry riendo
  — No es amenaza, es advertencia, así que prepárate porque algún día, quizá un importante día para ambos yo llegaré tarde, aún no sé qué día pero me cobraré todas tus impuntualidades.
— No te tengo miedo Gema pero aquí el único impuntual soy yo, no me aprendas esas malas costumbres, apréndeme algo bueno no eso.
Después de mi amenaza que algún día quizá lejano cumpliría, salimos corriendo de casa en dirección a casa de mis tíos por lo cual no dejamos la rosa en un florero así que la lleve en mis manos hasta llegar a nuestro destino, al llegar tía Lupe me ofreció un florero lleno de agua en donde coloque mi rosa en medio de la mesa del comedor, fuimos por un refresco a la tienda que está a tan sólo unos pasos y después de ello comimos y cuando llegó la tarde llevo el momento de perder nuestro dinero en los juegos que jamás ganamos en los cuales ya había perdido la esperanza de ganar alguna vez en la vida con Gerry como compañero quien siempre culpaba a las canicas de su juego color blancas excusándose que "ese color tenia mala suerte" aunque le explicamos cientos de veces que en realidad el mal jugador era el, él insistía.
Cuando termino la primera ronda del largo juego luego de aproximadamente una hora Gerry empujó mi brazo suavemente con su codo para captar mi atención y cuando logró hacerlo me comentó en voz baja que saliéramos a comprar algo de botana así que nos levantamos de la mesa y anunciamos que volveríamos en unos minutos
— ¿Que se les antoja? Pregunto Gerry
Todos coincidieron en que querían papás o cualquier cosa engordante pero deliciosa.
Cuando los pequeños hermanos Saul y Raul escucharon que Gerry saldría no dudaron en correr hacia él y comenzar a decir ambos en repetidas ocasiones "Yo quiero ir"
— Ya escuchaste Gema, tu lleva a un hijo y yo a él otro.
Tomé la mano del más pequeño mientras Gerry salía de casa tomando la mano del otro y comenzamos la caminata hacia la tienda la cual para nuestra mala suerte estaba cerrada así que la otra opción era ir a una tienda más lejana, el calor era fuerte y los niños se habían cansado de caminar así que pidieron ser cargados, tomé un gran respiro y lo levanté con mis brazos, mientras caminábamos Gerry no dejaba de jugar con él niño mayor así que al ver eso que l Niño en mis brazos quizo jugar y no me quedo de otra opción más que hacer lo mismo, lo coloque sobre el suelo y durante el largo trayecto en el calor de la tarde íbamos los cuarto jugando como si todos fuéramos unos niños, mi condición no era buena y ya me encontraba cansada de correr, atrapar niños, saltar y cargarlos, además de ser atacados con mil preguntas de esas que hacen los niños de 2 y 3 años, Cuando por fin llegamos pedimos un par de bolsas de chicharrones y un refresco.
— Gema tú lleva las compras y yo me llevo a los niños.
Esa idea me agrado bastante pues ya me había cansado un poco así que acepte, de regreso yo cargaba lo que habíamos comprado mientras veía frente a mi como a ninguno de los tres se le terminaba la pila y seguían jugando, observé como Gerry corría tras ellos, los jalaba de los brazos para brincar, los cargaba y ellos solo reían como si se encontraran en un parque de diversiones, cuando estábamos a unas calles de llegar ofrecí mi ayuda pues ahora si parecía que el cuidador ya se había cansado.
— ¿Cual cansado Gema? Yo nunca me canso dijo mientras reía a la par de los niños
Continuamos el trayecto hasta que por fin llegamos a casa, entramos y tía Lupe en cuánto nos vio pregunto — ¿Son latosos mis sobrinos?
Sarcásticamente ambos respondimos "NOO"
— Convivir con ellos es el mejor anticonceptivo que podrán tener.
Mientras jugábamos yo recordé algo que Gerry me había platicado durante la semana así que quise molestarlo un poco y comenté — Lupe, Gerry quiere que le pongas una inyección
Ella de inmediato pregunto que qué era lo que tenía o si se encontraba enfermo.
Le expliqué que dicho comentario lo había hecho porque Gerry tiene mucho temor a las inyecciones al igual que yo.
— Ella solo está molestando porque en la semana hice una tontería. Respondió Gerry
— Que raro que tú cometas tonterías agregó tío Miguel
— ¿Que hiciste Niño? Pregunto tía Lupe
— Lo que sucede es que yo todo un adulto responsable durante la semana no sé si mi alarma no sonó o simplemente la ignoré pero me quedé dormido para ir a trabajar, de modo que cuando desperté ya eran dos horas tarde y evidentemente no podía llegar a mi trabajo con tanto retraso como si nada pasara así que no me quedo otra opción más que mentir tan sólo un poquito, fingí mi voz y llame a mi jefe para comentarle que desperté demasiado enfermo, él se alarmó y me pregunto que qué tenía, no se me ocurrió nada pues no creí que llegaría tan lejos así que a mi cabeza solo llego contestar "tengo resfriado" el me dijo que no me preocupara que me cuidara mucho y para el medio día ya tenía un correo de parte de la empresa que me comunicaba que debido a la contingencia sanitaria que estamos atravesando no es posible que me presentara a trabajar a menos que presentara una prueba de que no tenía esta enfermedad viral, todo por quedarme dormido al día siguiente tuve que ir al médico a hacerme la prueba de una enfermedad que por supuesto no tenía solo mentí, lo peor del caso es que dicha prueba fue terrible, me introdujeron una vida enorme por la nariz la cual se sentía tremendamente incómoda y dolorosa, los resultados me los entregaron hasta el día siguiente, así que descanse la mayor parte de la semana y mi nariz sufrió todo por una pequeña mentira.
Todos comenzaron a reír por dicha historia
— Solo a ti se te ocurre inventar una enfermedad de ese tipo sabiendo lo difícil que está ahorita la situación, agradece a que solo te mandaron a descansar tres días y no cuarenta como indica claramente la cuarentena, agregó tía Lupe.
— Pudiendo inventar que te dolía el estómago, que te habías lastimado alguna parte del cuerpo o cualquier otra cosa que no tuviera que ver con lo respiratorio se te ocurre eso ¡Te creía más inteligente amigo!. Comentó tío Miguel.
Tía Lupe como burla siguió insistiendo acerca de una inyección a lo cual Gerry se negó afirmando que eso jamás de los jamases pasaría.
Al día siguiente como se había vuelto costumbre al despertar antes del desayuno observé a Gerry barrer el patio quien como cada semana me atacó con su comentario de ¿Que hora de despertar señorita? Ya me había acostumbrado, después del desayuno salimos todos de casa y en busca de todo lo necesario para la comida de la tarde, después de haberlo comprado todo volvimos a casa, durante el trayecto unas personas se acercaron y tío Miguel las conoció así que detuvo el auto por algunos minutos para saludarlas lo cual ya no era extraño pues salir con él es detenerse cada cinco minutos para saludar a alguien pues conoce a la mitad de la población, los sujetos que saludo hicieron un comentario acerca de que su auto "el indestructible" estaba bonito a lo cual mi tío comentó ¡Te lo vendo! sin esperar realmente una respuesta ante ello pero los señores sonaron bastante conocidos así que antes de despedirse quedaron en llegar en una hora a casa con el dinero en mano, a mi tío no le quedó otra opción más que aceptar aquella oferta, llegamos a casa y preparo lo necesario para decirle adiós a su auto, poco más tarde llegaron los hombres de la compra y listo el trato estaba hecho, se llevaron el auto.
Durante la tarde después de los juegos mis tíos pidieron hablar seriamente conmigo, cuando alguien te pide hablar algo serio asusta un poco sin embargo no me asuste ya que sabía que no había hecho nada malo, nos dirigimos a hablar en privado, ellos me comentaron que habían tenido una serie de gastos debido a que la llegada del bebé estaba próxima a tan solo 3 meses y la falta de trabajo de tía Lupe se les había complicado un poco, me pidieron apoyo para solventar mis gastos escolares por un tiempo solo hasta que las cosas mejoraran, yo podía entender la situación y agradecida de que había encontrado un empleo en donde no me iba mal así que no tuve ningún problema al hacerlo ya que no sabía de qué otra manera podía apoyar.
Más tarde cuando Gerry estaba por irse a casa tomó mi mano y colocó dos billetes de $500 confundida le pregunté para que era ese dinero
— Porque ya se aproxima tu colegiatura y quiero apoyarte por lo menos con la mitad de ella.
— No, espera esto no es necesario, sabes que yo soy muy ahorrativa y tengo dinero guardado, no te molestes, es tu dinero además si tengo completo lo de la mensualidad y un poco más.
— No importa yo quiero dártelo, no seas grosera y recíbelo y lo que tienes guárdalo. Dijo mientras cerraba mi puño con sus manos
Un poco apenada guarde el dinero dentro de mi cartera y me despedí de él para que fuera a casa.
Durante la semana mientras videollamaba con Gerry
  — Gema, te compré algo que te gustara mucho, tengo una compañera de trabajo que vende muchos productos faciales de esos que usan las mujeres como mascarillas, jabones y muchas cosas más que no entiendo su función pero ella me explico que las mujeres lo usan y con la frase "seguramente a tu novia le gustara esto" termine adquiriendo varios productos que son para ti, el fin de semana te los entrego.
Sonreí ante tal gesto pues Gerry desde que trabaja realmente es un comprador compulsivo y aunque e tratado en muchas ocasiones de que ahorre un poco nunca funciona pero me pareció un lindo detalle el cual agradecí y propuse que probáramos juntos algunos de los productos como las mascarillas.
Mientras platicábamos recibí un mensaje de texto el cual llamó mi atención pues era de un número desconocido así que pedí a Gerry me diera algunos segundo y me dirigí a los mensajes al leerlo en silencio me quedé fría sin saber que pensar, que decir o que hacer al respecto, creo que por mi expresión a través de la cámara Gerry pudo darse cuenta que algo sucedía ya que de inmediato comenzó a preguntar si todo se encontraba bien...
Tomé un suspiro — Es mi mamá...
— ¿Tú mamá te escribió? ¿Está todo bien Gema?
— Me envío mensaje que el señor acaba de morir.
— Con el señor te refieres a tu papá ¿Cierto? Al hombre que desde que lo conoces le has dicho "Señor".
— Si justamente, a él me refiero
En ese momento me llevo otro mensaje pero esta vez fue por Facebook, era Liliana la otra hija del señor quien me daba exactamente la misma noticia, cerré la plataforma y no respondí pues no sabía que decir.
— ¿Necesitas algo Gema? ¿Como te sientes?
— Bien, estoy bien, es solo que no se como reaccionar ante esto, sabía que estaba enfermo pero no imaginé que pasaría esto ahora.
— Sabes Gema, voy a tu casa para que platiquemos
— No, no Gerry no es necesario, estoy bien, sabes que nunca fue un padre para mi, mejor platicamos el fin de semana que te vea, antes de ir a la fiesta a la que ya habíamos sido invitados, ademas ya es muy noche y no quiero arriesgarte, mañana ambos trabajamos.
Cuando el fin de semana llego por fin mi turno laboral termino más tarde de lo normal así que por primera vez en la vida Gerry llego antes que yo, él me espero afuera de mi trabajo hasta que salí, cuando lo vi él me abrazo y me pregunto como me encontraba, sonreí y comenté que bien, solo un poco confundida
— ¿Que te parece si vamos al centro mientras me platicas como te sientes con todo lo que está pasando?
— ¿A que vamos al centro? Recuerda que tenemos que ir a la fiesta del hijo de mi primo Erik con el que juegas fútbol
— Lo se, precisamente por eso quiero que vallamos al centro, quiero regalarte una blusa, un vestido o un pantalón cualquier prenda que tú elijas para que te pongas al rato en la fiesta.
Apenada le expliqué que no era necesario pues ya tenía lista la ropa que usaría más tarde pero insistió en que quería darme un regalo para platicar mientras buscábamos alguna prenda.
Fuimos caminando hacia varios locales de ropa hasta que encontramos una bonita blusa color verde pastel la cual me encanto, me la medí y se veía increíble.
— Que hermosa se ve mi novia.
Al salir con la nueva blusa en mano fuimos por uno de nuestros helados preferidos para sentarnos frente a un parque pintado de colores.
— ¿Quieres platicarme cómo te sientes, preciosa?
— Si... Sabes estoy un poco confundida acerca de lo que siento, realmente nunca existió ese lazo padre e hija, de verdad ni siquiera sé si me quizo ya que al llevarse a mi mamá probablemente sólo la quería a ella, mi mamá me pidió asistir al velorio, entierro y todo lo que un funeral conlleva pero sabes no me siento con ganas de hacerlo, realmente no me nace asistir además de que se que ahí me encostare a muchas de las mujeres que tuvo y seguramente a muchos de sus mil hijos también y no quiero ese momento incómodo porque como sea sus demás hijos si compartieron un poco de tiempo con él y yo no si no hasta ahora pero las pocas semanas que convivimos no fueron de calidad, aparte de que mi abuela ósea su mamá del señor en realidad no me quería y puedo imaginar la cantidad de comentarios y malas caras que pondría al verme ahí.
— Si no quieres asistir no lo hagas, no te sientas obligada o comprometida a estar en un lugar en donde no te sentirás cómoda o sentirás que te mirarán mal, no tienes la necesidad de pasar un mal rato, solo tú conoces tus sentimientos y eres dueña de tus decisiones.
— El detalle es que si no asisto me siento una mala persona ¿Sabes? A pesar de que no fue un padre para mi me siento mala hija porque supe todas las veces que estuvo en operaciones en el hospital y nunca quise ir a verlo y ahora que está en un ataúd es mi última oportunidad de visitarlo pero el problema es que no me nace hacerlo y quizá mañana me arrepienta por ser una mala persona y ser egoísta con mi propio papá.
— Gema, no eres una mala persona, no querer asistir a un lugar no te hace ser mala si no te nace, todo lo que hagas debes hacerlo de corazón y si no es así es mejor no hacerlo porque realizar cosas por apariencias o para quedar bien no es lo mejor, tú haz lo que tú corazón y tu mente te indiquen, tampoco te sientas egoísta solo piensa que estás tomando la mejor decisión para tu estabilidad emocional y tu felicidad así como ellos pensaron en la suya cuando decidieron no estar a tu lado, es tu papá de sangre pero aprende que aveces hacen más por ti personas que no son tu familia directa que personas que si lo son así que no te sientas culpable solo porque es tu papá. Piensa en tu decisión y si decides no asistir te apoyaré en ello y en caso de que decidas hacerlo y si quieres que te acompañe ahí estaré.
Le di un abrazo fuerte y lloré un poco pues tenía una revolución de sentimientos dentro de mi, tuvimos que huir corriendo a casa pues en medio del abrazo se desató una inesperada lluvia bastante fuerte que nos hizo correr hasta tomar el transporte.
Al llegar a mi casa ambos como una sopa debíamos arreglarlos para ir a la fiesta y ya que ambos teníamos ropa de trabajo necesitábamos con urgencia un baño.
Cuando mi abuela Miriam nos vio entrar a casa nos miró de arriba abajo y soltó una expresión de preocupación por llegar así de mojados, nos ofreció un par de toallas y nos sécanos.
Gerry saludo a mi abuela con su peculiar tono de voz y frase cada vez que saludaba a alguien
  — ¿Que pasó doña Miriam? ¿Como estamos?
Mi abuela respondió a su saludo y de inmediato Gerry pidió permiso para bañarse ya que no quería enfermarse y además en su mochila traía la ropa que ocuparía más tarde, mi abuela por supuesto accedió a que él se diera un baño en mi casa.
— Tu báñate primero Gema, para que no te enfermes y así mientras yo me baño tú le alistas.
Acepte su propuesta y fui a mi habitación por mi ropa y un par de sandalias, entumida por el frío me di un baño no tan largo como los que acostumbraba pues sabía que alguien más ocuparía la regadera, salí vestida en dirección a mi habitación, entré y le indiqué a Gerry que ya podía ir a bañarse, él tomó una toalla y se fue a dar un baño, me apure lo más que me fue posible pues minutos antes mis tíos me habían llamado que no tardarían en llegar por nosotros, varios minutos más tarde Gerry entró a mi habitación con una elegante ropa de vestir y el cabello mojado
  — ¡Que guapo!
Él sonrió ante mi cumplido y me pidió le prestara algunos productos para probar su cabello, le indiqué de donde podía tomarlos, mientras ambos terminábamos de alistarnos frente al espejo recibimos la llamada de mis tíos quienes avisaban que ya habían llegado, tomamos un suéter y salimos corriendo.
  — Hasta luego doña Mirian gritó Gerry desde la puerta.
  — Adiós hijo...
Fuimos corriendo hasta el zaguán hasta que subimos a la camioneta, saludamos a mis tíos y fuimos en dirección a la fiesta.
Al llegar nos ofrecieron comida, acórtanos pues ya pasaban de las 6 de la tarde y moríamos de hambre.
Frente a nosotros estaban varios de mis tíos hermanos de mi abuelo, quienes mantenían una conversación con mis tíos y nosotros, en algún punto de la plática llegamos al tema de la contingencia que se vivía a lo cual uno de mis tíos uno que Gerry no conocía si no hasta ese día comenzó a hacer comentarios inapropiados que a todos en esa mesa nos incomodaron un poco así que Gerry y yo desde ese día identificamos a ese tío como "Él señor de la plática incómoda".
Tía Lupe es bastante reservada así que mientras ellos hablaban de mil cosas nosotras decidimos apartarnos un poco y conversar acerca de otro tema, terminamos en la conversación acerca de lo que había sucedido con "el señor" le platiqué de igual manera como me sentía y ella al igual que tío Miguel me externaron que la decisión que yo tomara siento la apoyarían sin interferir en ella.
  — Necesitamos preguntarte algo ¿Quieres asistir?
  — No... Creo que no.
  — En donde tú quieras estar y a donde quieras asistir nosotros lo apoyamos siempre y cuando sea una decisión que te hace sentir bien, piénsalo y si cambias de opinión y quieres asistir nosotros estamos contigo sin ningún problema, tal y como te lo hemos dicho siempre con él y con tu mamá, el día que quieras buscarla a ella nosotros te acompañamos a donde sea necesario a pesar de que las cosas entre nosotras no hayan terminado de la mejor manera, en donde tú estés y seas feliz Miguel y yo estamos felices de que estés bien, también sabes que desde que tu mamá se fue nosotros te hemos ofrecido que vivas con nosotros pero tú no has querido, esa propuesta siempre va a estar disponible solo es cuestión de que tú te decidas.
En ese momento me alegro que ellos me brindaran su total apoyo pero al parecer mi decisión estaba tomada.

1460 días junto a él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora