02

7.4K 321 32
                                    

París, Francia. 09 de Agosto del 2018.

Sólo unos días y ya por fin podré tenerte amorcito mío

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sólo unos días y ya por fin podré tenerte amorcito mío.

- Te prometo que voy a estar acá siempre. - Dijo el Tucu agarrándome de la cintura para hablar con mi panza.

En estos días Joaquín no dejó de abrazar mi panza, besarla, hablar con ella, hacerle mimos. Según él, porque después ya no iba a estar más y quería aprovecharla.

- Hola hermosa... Te tengo que seguir diciendo hermosa porque la buena de tu mamá todavía no decide un nombre. Y quizá en unos días ya naces. Vas a ser la sin nombre bebé. - Yo me reí y le pegué despacito en la cabeza.

- Mentirosoo, solo no me decido entre dos opciones. - Me reí. - Ay...

Joaquín se levantó preocupado - ¿Gordita estás bien? - Me miró sin saber que hacer y comenzó a desesperarse un poquito ayudándome a sentar.

- Ay, Joaquín - Me empecé a a quejar del dolor a gritos. - Siento que la tengo en la punta Joaquín.
- Dije respirando agitadamente y las contracciones cada vez eran más fuertes.

- Gorda esperame no me tardo nada por favor aguanta un poquito.

En cuestión de segundos, Joaquín cargó todo lo anteriormente preparado en el auto, vino corriendo y me ayudó despacito a subir en la parte de atrás.

Yo seguía jadeando del dolor y sentía que en cualquier momento iba a parir.

- ¡¡Porfavor Joaquín apurate!! - Dije gritando y sin poder respirar por tanto dolor.

Llegamos y me llevaron a una camilla para entrar a la sala de parto. Joaquín entró conmigo, le pedí que no me dejara sola y tuvo que decir que es mi esposo para que lo dejaran estar presente. Aún no tenía la dilatación suficiente para poder empezar el trabajo de parto. Pero yo no podía con tantas contracciones. Decidí levantarme.

Sin cuestionarme ni un segundo Joaquín me ayudó a pararme, comencé a moverme, hacer movimientos de arriba a abajo tanto como podía. Y funcionó, al cabo de 20 minutos así ya tenía la dilatación precisa para comenzar a traer a mi bebé al mundo.

Me ayudaron a recostar y Joaquín no soltó mi mano ni un momento durante esas 12 horas de parto que parecieron eternas, no podía dejar de sufrir. Y en las últimas horas cuándo ya sentía a mi hija ahí, le dije entre jadeos.

- Lionella Guadalupe.

Él supo de que estaba hablando y me dio un beso en la frente.

- No queda nada mi amor. Vos podés. Puja un poquito más.

Después de mi último esfuerzo y mi último grito escuchamos a mi bebé llorando. El primero en tenerla en sus brazos fue Joaquín.

- Bienvenida al Mundo, Lionella Guadalupe. - Le dijo con la sonrisa más amorosa del mundo. Yo los miraba y no podía dejar de llorar. No sentía mi cuerpo, y segundos después me desmayé.

Una o dos horas después, me desperté, lo primero que vi fue a él, mirándola con todo el amor del mundo, con una sonrisa que decía que le iba a dar todo, que no le importa nada más que la bebé.

Joaquín se percató de que estuve despierta. Se acercó a mí, y puso a Lionella en mi pecho. Y nos quedamos los 3 juntitos con la imágen más hermosa que puede existir.

Joaquín la dejó en mis brazos y yo solo lloraba viéndola mientras él tomaba mi mano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Joaquín la dejó en mis brazos y yo solo lloraba viéndola mientras él tomaba mi mano.

- Gracias. - Dije.

- Nunca te voy a dejar sola. - Dijo y después... lentamente se acercó a mi boca y fue cuándo con nuestra bebé en mis brazos. Me dio nuestro primer beso...

haciéndome olvidar de todo. de todos. de él. nada más me importaba. sólo mi hija y ahora él.

¿por qué ella sí? ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora