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Narra Giselle

Lionella saltó de mis brazos a los brazos de Joaquín para darle un abrazo y yo no tuve ninguna reacción. Nisiquiera sé porque estaba acá. Me corrí de la puerta para dejarlo pasar, no fui capaz de mirarlo a los ojos, él entró y no dijo nada.

- ¿Cómo estás amor de papá? - Dijo Joaquín abrazando a Lio.

- Bien papá cucu. ¿Pero por qué me dejas solita? - Reclamó Lionella con un pucherito y escondió su cara en el cuello de Joaquín.

- Tengo que trabajar mi amor. Perdoname, cada vez que pueda voy a visitarte. Te lo prometo. - Dijo él dándole un beso en el cachete.

- Te amo papá. - Dijo Lio sonriendo.

No aguantaba ni un segundo más con esa imágen en frente. Extraño demasiado a mi familia, extraño ser feliz con Joaquín. Extraño que llegue y recibirlo con un beso y un abrazo.

¿Qué nos pasó?

Ahora también pensaba en que Enzo en cualquier momento iba a venir y se iba a encontrar con Joaquín, yo realmente no sé lo que podía pasar.

Joa se acercó a mí para dirigirme la palabra por primera vez desde que llegó. Nisiquiera puedo mirarlo a los ojos, me duele.

- ¿Cómo estás? - Preguntó.

- No sé qué hacés acá Joaquín. Mínimo me tendrías que haber avisado. - Ignoré su pregunta pelotuda y fui al grano.

- Perdoname, no sabés lo mucho que las extraño. No aguanto más. - Dijo cabizbajo.

Pedazo de cínico.

Preferí guardarme las palabras porque sino iba a terminar en pelea esto. Mi mente sólo estaba pensando en Enzo.

Y Lio que no se quería despegar de él, estaba abrazada a su cuello como monito y no se soltaba por nada del mundo. Lo extrañaba tanto que nisiquiera tenía ganas de ir a jugar. Sólo quería aprovechar el tiempo al lado de él.

- ¿Por qué no podemos vivir en la misma casa? - Dijo Lio con ganas de llorar. Me partía el corazón.

Mire a Joaquín negando con la cabeza y pude notar su expresión de tristeza. No dije más y me fui a la cocina esperando que no me siga.

Lionella le estaba conversando mucho, cómo siempre solía hacer. Yo me fui arriba a la pieza para despejarme.

Agarré el celular para mandarle mensaje a Enzo y decirle que no venga, quería evitar todo tipo de conflicto que se podía armar.

E.Fernández
últ. vez hoy 17:56

Enzo
18:29

Podés venir otro día?
18:29

Me surgió algo
18:30

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No me contestó, nisiquiera lo leyó. No estaba conectado. Pasaron los minutos y sentí un cosquilleo en la panza.

Escuché el timbre en la puerta y salí de la pieza lo más rápido que pude y bajé las escaleras sin cuidado. Me apuré lo más que pude porque sabía que era Enzo.

Cuándo ya estaba abajo, tuve que cruzar el living y me golpeé la rodilla con la mesa por apurada. Me dolió un montón pero no me iba a detener a quejarme, cuándo estaba a unos metros los vi. Joa se me adelantó y le abrió él la puerta.

Ay no...

Joaquín con Lionella en brazos mirando de frente a Enzo con Olivia en brazos. Los dos se miraban fijamente con seriedad y sin emitir palabra alguna.

Narra Joaquín.

2 semanas antes

Acababa de llegar a Italia pero estaba saliendo de mi casa para ir a la casa de Agus que me llamó diciendo que me tenía que contar algo urgente, conociéndola seguro que era alguna de sus boludeces y yo tenía mucho agotamiento pero quería ir igual.

- Por fin llegás, pasá. - Dijo Agus abriéndome la puerta y haciéndose a un lado para dejarme entrar.

Me acerqué a saludarla con dos besos. Pero me asombró realmente que no esté hinchando los huevos como en otras ocasiones. Estaba seria y con la mirada perdida. Esto me perturbaba demasiado.

- Vení, seguime. - Dijo sin más y comenzó a caminar hasta su habitación.

Nos mantuvimos en silencio hasta que ella de un cajón sacó algo y me miró lagrimeando. Levantó la mirada hacia mí. Yo ya me la veía venir y me subió una amargura al cuerpo entero.

Agustina me puso en frente una prueba de embarazo positiva y me miró esperando una respuesta de mi parte que no hubo. Me quedé helado.

- ¿C-Cómo? - Fue lo único que me salió decir.

Ella estaba igual o más angustiada que yo. Mi único reflejo fue acercarme y abrazarla para intentar tranquilizar sus lágrimas.

- Y-Yo no pensé que iba a pasar. No sé que vamos a hacer ahora... - Dijo.

- Tranquila... Yo voy a estar para vos. No te pienso dejar sola. - Dije tocando su panza. - A ese bebé no le va a faltar nunca nada.

Yo todavía no procesaba pero necesitaba ser comprensivo. Agus me miró con los ojos brillosos.

- ¿En serio? - Preguntó.

- Sí, voy a estar acá para todo. No románticamente pero ahora ese bebé nos une, no te voy a dejar. Pero vos tenés que saber Agus, que no te amo ni te voy a amar. - Me separé de ella y con mis manos en sus hombros la miré. Le hablaba tranquilo intentando también calmar a ella.

- No me esperé que te lo tomes así. - Dijo por fin mostrando una sonrisa.

- ¿Y cómo más me lo voy a tomar? La cagada ya nos la mandamos, así que voy a dar la cara.

actualidad

Todo este asunto me tiene completamente deprimido desde que me enteré. No entiendo porque fue que le hice esto a la mujer que más amo en el mundo.

Nisiquiera me dieron los huevos para hablar con ella y contárselo en persona. Pero me denegaron el permiso de viajar y no podía seguir sin que ella lo sepa. Se lo conté por el celular.

No sé como se lo tomó. Me imagino que muy mal. Le dije que me iba a hacer cargo y estar con Agus. Se lo dije todo.

Hace 2 días me dieron permiso de viajar a Argentina así que ahora estoy acá, con Lio a upa por fin después de tanto tiempo, con Giselle que no me quiere ni hablar...

Y con un pelotudo parado en frente de mí.

¿por qué ella sí? ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora