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Narra Giselle

Quedó en mi cabeza lo que me había dicho anteriormente Lautaro. ¿Él sabía algo que yo no sepa? ¿Habló con Joaquín? ¿Esto tiene que ver con su desenojo tan repentino? ¿Y los mensajes eliminados? Cada segundo que pasaba mi mente creaba una pregunta nueva.

- ¿En qué tanto pensás? - Dijo Enzo interrumpiendo toda mi nube de pensamientos. Un rato después de hablar con Lautaro, Enzo me llamó y me insistió para poder venir a ver a mi hija. No sé en que momento se volvió una costumbre de todos los días que venga, y tampoco sabía como detenerlo.

- Nada. Cosas mías.

- Me podés contar si querés. - Dijo mientras aún jugaba con Lio los dos tirados en el piso.

- No es nada en serio. ¿Y vos? ¿Qué te pasa? Si tenés una carucha.

- Lo mío es un re tema. - Dijo negando con la cabeza.

- ¿Se puede saber? - Pregunté por cordialidad.

- No podemos hablar en frente de la nena. ¿No?

- No, obvio que no. Después sino. - Me alivié.

- Gigi...

- ¿Mmh?

- Siguiendo por nosotros. ¿Podemos por lo menos ser amigos?

Lio lo interrumpió antes de que yo pueda contestar agarrándolo de la mano para ir a buscar un juguete.

- Vamos. Apura. - Dijo Lio estirándole el dedo mientras intentaba levantarlo del piso.

Enzo fingió levantarse con dificultad.

- Fuaaa. Qué fuerte que sos Lio. Me hiciste levantar solo.

- ¿Viste mamá? Yo solita. - Dijo con orgullo.

- Muy bien mi amor. Sos muy fuerte. - Dije aplaudiendo y Enzo se empezó a reír.

Yo fui atrás de ellos y Lio fue a buscar un cochecito con un bebé de juguete. Trajo todas cosas para cuidar un bebé. Volvimos a dónde estábamos y esta vez me incluyó a mí.

- ¿Yo qué hago? - Le pregunté.

- Tú eres la mamá. - Me dijo señalando al bebé y dándomelo en los brazos.

- Ah perfecto. Yo la cuido entonces. - Abracé el muñeco.

- ¿Y yo? ¿Puedo ser el papá? - Dijo Enzo sonriendo.

- Siii! Tú eres papá. - Dijo Lio y Enzo me miró con cara de ganador.

Lionella era la niñera del bebé y obligaba a Enzo a darle de comer y pasearla. Yo tenía que cambiarla a cada rato porque según Lio, se ensuciaba. Pero pasamos una linda tarde los 3. Algo que jamás se me habría pasado por la cabeza.

- Mamá. - Dijo Lio.

- ¿Qué mi amor?

- "Quierro" ver dibujitos. - Me pidió.

- Bueno, vamos al living y ahí te pongo en la tele.

Enzo levantó las cosas del piso y al ratito fue con nosotras al living.

Cuándo Lio me pedía ver tele es porque ya se había cansado o aburrido de jugar. Normalmente yo en este momento ya le habría dicho a Enzo que se vaya pero no pude esta vez.

- Ni me respondiste vos eh. - Habló llamando mi atención.

Caminé hasta los otros sillones y me senté ahí y Enzo no tardó en seguirme.

¿por qué ella sí? ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora