¿por qué ella sí? ; enzo fernández

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Narra Giselle

- Hola, con Lionella vamos a viajar unos días para Italia por las vacaciones de Argentina. Lo hago por ella, porque te extraña y es solo una nena que no merece sufrir todo esto. El vuelo sale a las 5 de la tarde acá así que te quería avisar nomás. - Dije, en una sola oración y cortando la llamada antes de que Joaquín pudiera decir nada.

Me partía el corazón que mi hija extrañe tanto a Joa, que me pida ir a ver los partidos del Inter, estaba siendo muy injusta con ella. Aprovechando que ya salió de vacaciones de su jardín, dejé todas mis cosas para que nos vayamos a Italia por lo menos una semana.

- ¿Ya hiciste tu valija Lio? - Dije asomándome a su habitación, sabía que no la hizo.

- Si mami. Mirá. - Dijo señalando su valija, de juguetes.

- Mmm, a ver. Qué pusiste para llevar.

Ella se sentó y agarró la valija. La abrió. Me agaché para ver con ella.

- A ver. Tenés una muñeca. - Dije. - Tenés una remera. Tenés... Una sola zapatilla, ¿y el par? - Me reí. Mientras iba nombrando las cosas las iba sacando de la valija. - A ver a ver que más tenés. ¿Dos coronas de princesa?

- Sí, una para papá y otra para mamá.

- Ahh. Y por último tenés un pedazo de pan.

- Porque a mi me da mucha hambre.

Solté una carcajada y le volví a guardar todo antes de que se enoje.

- ¿Y vos abrigo no llevas?

- No mamá no quiero. - Dijo.

- ¿Y si te hace frío? ¿Qué vas a hacer?

Lio se quedó pensando. - No me va a hacer frío.

- Mm, bueno. Si vos decís yo te creo.

Mientras ella seguía buscando sus cosas yo agarré una valija más grande y me puse a equiparla con todo lo que iba a necesitar Lio de verdad, de todo un poco. Me quería asegurar, aunque igual no llevé tanto, estoy segura que la ropa que tiene en la casa de Milan ya no le entra. Llevé Jeans, suérters, buzos, remeras, pantalones, mayas, shorts, vestidos. Siempre la ocasión se puede dar. Sus juguetes favoritos también los puse y varios pares de zapatillas para andar.

Por mi parte llevé mucho menos, tops, jeans la mayoría moms, buzos y cosas así. No me preocupé mucho por eso, si alguna de las dos necesitaba algo o nos olvidábamos algo de última lo compramos allá.

Bajé y dejé las dos valijas casi al lado de la puerta para no andar apurada después, igual faltaban como 5 horas para irnos.

- ¿Mamá ya nos vamos? - Dijo Lio apareciendo atrás de mí.

- No amor, todavía no. Falta, pero yo te voy a avisar.

Ella se quejó y puso puchero. - ¿Y Enzo va a venir?

- Me dijo que en un rato iba a venir a visitarte, esperalo. - Me acerqué a hacerle upa. - No te pongas mal, ¿querés llamar a tu papá? - Le ofrecí al ver que estaba por ponerse irritante. Entiendo que estar tanto tiempo sola la pone mal, y eso me pone peor a mí.

- Sí, mamá. Llama a mi papá. - Dijo recostando su cabeza en mi pecho. Saqué el celular e hice video llamada a Joaquín, que atendió de inmediato.

- Hola papi. - Dijo. La enfoqué solo a ella como siempre.

- Hola mi amor. ¿Cómo estás? - Le dijo con una sonrisa.

- Bien papi. Por fin te voy a visitar. - Dijo Lio alegrándose por fin.