34

3.4K 288 99
                                    

Narra Giselle.

- Ya está, no puedo tomar tanto. - Dije, rechazando el trago que me había ofrecido Langoni.

- ¿Te sentís bien? - Preguntó hablándome al oído por la música fuerte.

- Sí, tranqui. - Dije.

Me agarró la mano y me llevó con él hasta el centro para bailar. Justo pusieron un cuarteto hermoso y mientras cantábamos lo bailamos. Aparte de él vinieron varios del plantel de Boca y muchos más, era una joda privada por el cumpleaños de un jugador y habían muchos de varios planteles. Y bueno acá estamos.

- Che, ya vuelvo. Me voy a pedir algo. - Dijo Luca y yo asentí, así que se fue y saqué mi celular.

Vi mensajes de Joaquín, me preguntaba si ya volvía o que si quería que me busque. Eran las 2 de la mañana todavía, que se joda.

Sentí que una mano pasó por mi hombro y me giré para ver.

- ¿Qué hacés acá? - Dije confundida.

- Estoy en la joda de mi compañero, ¿vos que hacés acá? - Preguntó mirándome el doble de confundido.

- ¿Quién? - Pregunté.

- Luquitas Beltrán. Pero todavía no me respondiste.

- Ah nada, a mí me invitaron. Vine con alguien.  - Dije volviendo a lo mío. No puedo creer que me lo cruce hasta en la sopa a este.

- ¿Querés bailar? O mucha exposición. - Preguntó agarrándome de la cintura con la sonrisa más de canchero que existía en el mundo.

- Bueno, dale. - Dije, porque ya fue.

No hasta mucho rato después, los dos estábamos compartiendo un fernet. Con una mano en mi cintura, la otra sosteniendo el fernet y las mías rodeando su cuello, bailábamos al ritmo de la música.

Terminó una y empezó a sonar

Yo nunca te podré olvidar, te lo juro por dios, porque me enseñaste amar. Separarnos fue un error.

Casi como un reflejo los dos nos mirábamos cantándola. Enzo me miraba fijo y la cantó mucho más que otras.

Estábamos tan cerca que me parecía un crimen que con este nivel de alcohol de ambos no nos hubiéramos comido la boca de un beso. Antes de que eso pase, lo dejé para ir a buscar un trago y evitar todo tipo de pensamientos con él.

En la barra me pedí un vodka que me lo pasé de un solo trago. Pedí otro, y otro. Ya sé que le dije a Luca que no quería tomar más, pero bueno.

Me dirigí al baño y cuándo estaba llegando me choqué con Enzo saliendo del mismo. Me agarró del brazo.

- ¿Estás bien? - Preguntó mirándome preocupado.

- Y peor no podría estar. - Dije tratando de safar de su agarre.

Me agarró de la cintura y me pegó a su cuerpo, así me llevó hasta el baño que estaba a menos de un metro y cuándo entramos me quedé apoyada en la pared. Enzo cerró la puerta y me quedó mirando.

- ¿Qué hacés? - Fue lo único que salió de mi boca.

Enzo se acercó a mí y puso un brazo al lado de mi cabeza apoyándolo en la pared. Me hizo la mirada de triángulo. Me miró a los dos ojos y bajó a mis labios.

Me sentía demasiado nerviosa y un calor se subió a mis mejillas.

- Perdón, no aguanto más. Estás tan hermosa como siempre. - Dijo relamiéndose los labios y con su mano libre me agarró de la cintura por tercera vez en la noche.

¿por qué ella sí? ; enzo fernándezWhere stories live. Discover now