¿por qué ella sí? ; enzo fernández

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Narra Giselle

Abrí la puerta de casa y lógicamente hizo ruido. Lo primero que hice fue ir a ver a Lionella y estaba durmiendo todavía. Me pareció raro que duerma tanto.

- ¿Amor? ¿Dónde estabas? - Habló inseguro. Joaquín apareciendo por atrás.

- No quiero hablar. - Dije dándome vuelta para irme.

- ¿Qué va a pasar con nosotros? - Preguntó siguiéndome.

Me detuve a pensar por minutos y realmente no tenía idea sobre qué decirle. Lo miré a los ojos.

- Tenés los ojos hinchados, Gigi. No quiero que estés así de mal por mí...

- Bueno, perdón por estar mal porque mi novio de hace 5 años y figura paterna de mi hija me haya cagado con mi mejor amiga. - Dije sarcástica.

- ¿Quién te dijo? - Preguntó.

- Vos te aseguro que no. Me seguís ocultando las cosas, no sabés lo hecha mierda que me dejaste, cínico. ¿Cómo pudiste meterte con Agustina?

- Perdoname, por favor. Soy un cara rota y tenés razón, pero no quiero perderte. No quiero perder a Lio ni mucho menos a vos. - Dijo acercándose más a mí.

- Si es Lio lo que te preocupa, vas a seguir con ella. No te voy a poner ningún impedimento en que la veas, jamás podría hacerlo. - Dije pero cada palabra que salía de mi boca me dolía.

En el fondo de mi corazón quiero perdonarlo y que todo siga como antes.

- No, por favor. No va a ser igual. No quiero que nos separamos. Dame una oportunidad Gigi.

- Pero me duele, Joaquín. Me duele que me hayas hecho eso. ¿Cómo te puedo mirar a los ojos sabiendo lo que hiciste?

Meditó unos segundos y me contestó:

- No te pido que me perdones ahora ni que lo olvides, cuándo vos te sientas lista quiero que me respondas. Me muero sin una segunda oportunidad tuya. - Dijo y esta vez agarró mis manos, no se las saqué. Permanecieron ahí. - Yo después de vos no encuentro el amor nunca más.

- ¿Me amás? - Pregunté.

- Te amo más que a toda mi vida.

- Entonces dame tiempo.

- ¿Tiempo? ¿A qué te referís? ¿Cómo que tiempo?

Asentí y desvié la mirada. No fui capaz de decirle eso mirándolo a los ojos. No era lo suficientemente fuerte.

- Sí. Va a ser lo mejor. Que nos demos un tiempo  por ahora. No quiero estar cerca de vos.

- Giselle. Por favor...

- Respetá mi desición Joaquín.

Su mano se posó sobre mi mentón y me giró la cara suavemente para hacer que vuelva a mirarlo.

- Entonces... ¿No vas a viajar conmigo? - Preguntó preocupado.

- Es lo que quiero por ahora...

- Gigi, yo quiero que vengas conmigo por favor.

- Y es lo que debería hacer. No voy con vos y ya andas con otra, pero ahora podés estar con cualquiera tranquilo que no me vas a tener que dar explicaciones.