36

3.3K 266 74
                                    

Narra Giselle

Bajé las escaleras para encontrarmelos enfrentados y me acerqué a ellos.

- ¿Qué hacés acá? - Se adelantó a preguntar Joaquín de mala gana.

- No. ¿Vos que hacés acá? - Respondió Enzo firme.

Joaquín se dio vuelta para mirarme y Lionella estaba confundida. Ahí fue cuándo me acerqué más a los dos y Joaquín volvió a mirarlo.

- Te podés ir yendo ahora. - Dijo Joaquín.

- ¿Te pensás que me voy a ir porque vos me lo digas? - Respondió amenazante.

- Sí, andate y no me hagás calentar. - Dijo Joaquín acercándose.

- No me voy a ir nada. - Enzo le respondió con una sonrisa y tirándole una mirada de arriba a abajo.

- Perfecto, te saco de acá entonces. - Le dijo Joaquín y le dio un empujón al pecho de Enzo con el dedo.

La tensión que había en el momento se podía sentir a mil kilómetros, y Lionella fue quién la sintió empezando a poner pucheritos para largarse a llorar y comenzó a buscarme.

Bastaba con escuchar el llanto de mi hija para que la sangre me hierva en todo el cuerpo por la inmadurez que estaban teniendo en frente de dos nenas que se dan cuenta de todo.

Fui corriendo y agarré a Lio. Joaquín y Enzo clavaron su mirada en mí. Lio escondió su cara en mi cuello y yo puse mi mano en su cabeza.

- ¿Qué les pasa a ustedes dos? - Dije caliente. - ¿No ven que hay dos nenas en frente? Me chupa un huevo si quieren ir y hacer quilombo los dos pero mirá como están ellas dos.

Enzo miró a Oli que también tenía un pucherito en el rostro y la abrazó. Joaquín miraba para abajo sin decir nada.

- Perdón, yo no empecé. - Dijo Enzo excusándose.

- Bueno no me interesa, son grandes dejen la inmadurez. Piensen en ellas mínimo par de pelotudos. - Me fui a dejar a Lionella en el sillón y los dos me quedaron viendo cuándo volví para buscar a Olivia.

- ¿Querés venir conmigo princesa? - Dije hablándole con dulzura para no transmitirle nada, estaba asustada por su expresión.

Enzo la miró y ella estiró sus brazos hacia mí, la alcé y fui con Lio otra vez dejándolos a los dos solos. No me interesaba frenar ninguna pelea que quieran empezar pero no iba a dejar que asusten a las nenas.

Joaquín miró a Enzo que entró a la casa esquivándolo y lo agarró del hombro.

- Vengan, vamos a la pieza. - Dije agarrándolas de la manito a cada una y subimos las escaleras.

Les ofrecí varias cosas para hacer.

- Miren, tengo una idea. ¿Quieren jugar a cambiarse y maquillarse? - Dije con una sonrisa señalando el cuarto de armario de Lionella.

- Si. - Dijo Oli.

- Yo también. - Dijo Lio refregándose los ojos. Las dejé ahí y se pusieron a sacar toda la ropa y el maquillaje de juguete de Lio.

- Escuchen. - Hablé reuniéndolas a las dos y agachándome para estar a su altura.

Ambas me miraron atentas.

- Ustedes tienen que ser amiguitas. ¿Saben? - Les sonreí. - Ella, se llama Lionella pero le podés decir Lio. - Dije mirando a Oli.

Oli asintió. - Lio. - Dijo agarrándole la manito.

¿por qué ella sí? ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora