28

3.4K 242 220
                                    

Narra Joaquín

Salí de casa apróximadamente a las 23:00. Giselle me había llamado tantas veces que me estaba hartando. Dejé el celular para no amargarme y pasar una buena noche con Agus y Lautaro.

Llegando al Bar dónde habíamos quedado, estaba Lautaro esperándome afuera. Antes de salir les dije que dejaba el celular y que me espere alguno para hacerme pasar. Estacioné el auto para dirigirme hacia él.

- Ey. ¿Cómo estás? - Me dijo Lauti en una sonrisa y dándome un abrazo ligero como saludo. Le correspondí.

- Bien, todo tranqui. Andaba re aburrido. ¿Vos?

- Yo estoy igual, pero dale vamos. Agus nos está esperando.

- Sí, sí. Dale vamos.

Entramos directo al vip con ayuda de unos guardias que estaban ahí, subimos y estaba Agus, fue lo primero que vi en todo el lugar. Bailando y con un trago en la mano. Los dos nos acercamos.

- ¿Tan temprano y ya estás tomando? - Le dije con una sonrisa acercándome para saludarla con dos besos. Nos saludamos y ella puso una de sus manos en mi pecho mientras me saludaba. Me giré a ver a Lautaro pero estaba de espaldas en la barra pidiendo más tragos.

- Sí, vos también deberías, andá a pedir algo. - Me dijo al oído por todo el volumen de la música. Asentí con la cabeza y fuimos a pedir más tragos.

- ¿Y toro? ¿Qué pediste? - Pasé el brazo por sus hombros.

- Me acabo de enterar que hay fernet. Me pedí dos vasos. A Agus no le gusta. Pero me imagino que a vos sí.

- See, tomamo' fernet entonces. - Sonreí.

- Bueno che, pidanme un vodka también que ya no tengo. - Dijo Agus apoyándose en mi hombro. La miré extrañado e incómodo por la presencia de Lautaro.

- Mirá, agarrá tucu. - Dijo mientras el barman estaba pasándonos dos jarras medianas de fernet.

Estábamos bailando, tomando, y riéndonos de todo. Básicamente pasándola bien y yo ya me había olvidado de todo. Lautaro le dijo algo al oído a Agus y se fue para arriba. Me acerqué a Agus cuándo la vi sola.

- ¿A dónde se fue? - Le pregunté hablándole al oído.

- Al baño, dijo. Se siente mal creo. No soporta mucho el alcohol este.

- Ahh, ¿voy a verlo? - Le dije mirando la dirección en la que Lautaro se había ido.

- No no, hay algo que yo no soporto tampoco. - Me dijo.

- ¿Qué cosa? ¿El alcohol?

- No tenerte.

- ¿Cómo? - La miré sin entender a qué se refería. En una parte si sabía, pero quizá los efectos del alcohol me hacían malinterpretar las cosas.

- Cómo escuchaste. No sabés las ganas que te tengo. Están las luces apagadas y nadie ve. Yo sé que querés.

Por unos segundos procesé lo que estaba escuchando, tanto el alcohol como el despecho me habían hecho olvidar de absolutamente todo.

No dije nada pero lo próximo que sentí fueron los labios de Agustina tratando de llegar a mi boca mientras ella se ponía de puntas tratando de llegar a mi altura. Lo cuál se le dificultaba por lo alto que soy. Mi mente estaba cegada y nisiquiera tuve tiempo de ponerme a pensar quién era Agustina. La ayudé inclinándome conectando nuestros labios en lo que poco a poco se fue convirtiendo en un chape más intenso.

En ese momento mi cabeza no pensaba en nada más, ni en el después ni en el ahora. Estaba concentrado solo en la mujer que tenía en mi boca. Eliminé todo el espacio que nos separaba agarrándola de la cintura para apegarla más a mi cuerpo. Todo lo demás había desaparecido y éramos ella y yo besándonos. Ambos labios conectaban y se buscaban desesperados. Pero me alejé rápido de Agus cuándo escuché la voz de Lautaro atrás de nosotros.

¿por qué ella sí? ; enzo fernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora