Capítulo 12

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Imola, Italia

Charlie

El bullicio en el paddock de Fórmula 1 siempre traía consigo una amalgama de emociones y energía. Saludé a los ingenieros del equipo con una sonrisa, agradecida por otro día en este ambiente que me desafiaba y enriquecía con cada momento. 

Estoy consciente que tengo un año en Ferrari y que una posible renovaciòn es cuestiòn de los grandes jefes, asì que mientras eso se decide que sera al final de la temporada, estoy considerando otras cosas que puedo hacer y la que màs sobresale es tener mi propio estudio fotográfico para ser màs independiente.

A pesar de las incertidumbres sobre mi futuro como fotógrafa en Ferrari, dejé esas preocupaciones a un lado por ahora.

La mañana comenzó bien. Un buen descanso y la sensación de tener mis asuntos personales bajo control me dieron una tranquilidad envidiable. Mientras rebuscaba entre mis cosas en busca de mi cámara, me topé con un par de barritas energéticas.

Mi mente recuerda automáticas las que Max me dio aquella vez que llegaba tarde y me lo encontré en el ascensor  pero serìa posible ¿Serían de Max?. 

Vamos debe serlo, es èl único que ha tenido estos gestos conmigo, este gesto me hace sonreír involuntariamente.

Deslizándolas en mi bolso, me encamino hacia donde se preparaba el auto de Carlos. Al acercarme, no pude resistir la tentación de tocar su cabello con complicidad. Su respuesta cariñosa me hizo reír interiormente, ¿cómo no alegrarse con esos gestos?

— ¿Viste tus barritas? — Asiento, Carlos sabe la historia de Max y las barritas— pues Max me dijo supuestamente— Hace un gesto entre comillas — que tù las habías olvidado pero eso es mentira ¿ cierto?

— Si, ya las tengo. Y respondiendo a tu pregunta es verdad, no he dejado ninguna barrada olvidada. Sus acciones debo decir que son confusas, es decir un dìa es amable y luego al siguiente es un ogro total. Es intrigante.

— Ya pero sabes eso se resuelve en un le gustas a Max — Se ríe — pero no lo quieres aceptar y mientras lo haces, yo me irè a preparar para la clasificaciòn.

— Suerte en la clasificación — Dejo un beso en su mejilla, antes de dejarlo ir.

El día en la pista comenzó con la superficie algo húmeda, pero rápidamente se secó. Sin embargo, una bandera roja interrumpió la sesión debido a un problema con el Williams de Albon. Mi corazón se aceleró, las emociones tras un accidente siempre dejaban su huella.

En la última sesión de clasificación, las cosas se tornaron difíciles cuando Carlos quedó eliminado. Las esperanzas ahora recaían en mi hermano, quien finalmente aseguró el primer lugar, seguido de Max y Lando.

Tras un buen tiempo de terminada la clasificaciòn, veo a Carlos despuès de quedar fuera de los primeros lugares para la salida de mañana.

—  Estoy segura de que mañana podrás mejorar y remontar lugares — Intentè reconfortar a Carlos.

— Si yo igual, espero eso — Responde algo desanimado y lo entiendo es frustrante cuando no logras lo que esperar en algo tan importante — espera por mí, tengo entrevistas pero en cuanto acabe, nos vamos.

— Por supuesto, estaré afuera. Creo que llamaré a Arthur.

— Perfecto, nos vemos en unos minutos.

Mientras tanto, llamo  a Arthur, mi hermano. Nuestra charla fraternal y llena de bromas me hizo sonreír, aliviando la espera. Esperaba también un mensaje de Carlos para irnos. Quería descansar.

Wildest Dreams - Max VerstappenWhere stories live. Discover now