Capítulo 40

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Mónaco, Montecarlo

Charlie

Sonreí al contemplar la escena que se desarrollaba ante mis ojos. Max estaba sentado en uno de los sillones, mientras mis hermanos ocupaban el más grande, todos juntos en la sala. Mamá estaba a mi lado, abrazándome, mientras disfrutábamos de esta divertida escena.

Habíamos venido a casa de mi madre con Max, quien quería conocer al neerlandés después de que le contara que oficialmente estábamos juntos. Su reacción fue positiva, y era evidente que mis hermanos estarían presentes en la cena para intimidar a mi novio, según sus propias palabras.

 Aunque sinceramente, intimidar a Max Verstappen no parecía una tarea fácil.

—Con todo respeto, chicos —Comenzó Max—sus miradas no logran ponerme ni un poco nervioso.

—¿Ni un poco?—Preguntó mi mellizo.

—Se los dije —Añadió Charles.

—Bueno—Dijo Lorenzo cruzando los brazos— entonces hagamos esto rápido.

—Chicos, ¿es necesario todo esto?—Preguntó mamá mirándolos.

—Sí, madre —Respondió Charles dándonos un vistazo— debe haber una advertencia.

—Entonces, Max —Intervino Lorenzo—¿estás oficialmente con nuestra hermana?

—Así es.

—¿Ya no hay nada extraño entre ustedes? —Preguntó Arthur adoptando la misma postura que nuestro hermano mayor.

—Nada extraño —Respondió el neerlandés, manteniéndose relajado.

—¿Novios oficiales? —Preguntó Charles mirándonos a ambos.

—Charles, vamos —Intervine en la conversación— ya les había contado a ustedes sobre esto. Sin embargo, están aquí interrogando a mi novio —Bufé— es absurdo.

—No es absurdo, estamos hablando de ti—contestó Arthur— eres nuestra princesa.

—Bueno, para hacer esto más corto empezó— Lorenzo se suma a esta intimidación— Max estás con nuestra princesa, y por eso tendrás estos tres ojos —señaló a los otros dos locos—detrás de ti. Así que debes cuidarla mucho.

—Mucho—Contratacó Charles.

—Muchísimo —Le siguió Arthur.

—Entiendo su punto—Dijo Max inclinándose hacia los tres— primero que todo, agradezco esta cálida bienvenida — Ironizó— pero con todo respeto a ustedes y a su madre aquí presente, no me tienen que decir lo que es obvio. Escuchen, su hermana me importa mucho, y haría cualquier cosa por ella para que esté bien — Me miró y me sonrió— Charlie es una mujer más maravillosa, y soy afortunado de estar con ella. Por ende, evidentemente, no haré nada que la lastime. Pueden estar tranquilos.

—Bonitas palabras, Max —Le dijo mamá a mi novio.

Max le sonrió.

—Señora Pascale, debo decir que ha criado a una hija maravillosa y también a estos tres, aunque se crean intimidadores.

Me acerqué a Max y me senté a su lado, apoyando la cabeza en su hombro.

—¿No es encantador, mi novio?—Miré a mis tres protectores.

—Sí, que lo es —Contestó mamá—ustedes tres, dejen a Max en paz. Es un buen chico y adora a su hermana.

—Sí, señora —Contestaron al unísono.

Wildest Dreams - Max VerstappenWhere stories live. Discover now