Wildest Dreams - Max Verstappen

Capítulo 42

Mykonos, Grecia

Charlie

Estoy cómodamente sentada en el sofá, mi laptop sobre las piernas y mi fiel compañero Bobbie a mis pies. Levanto la vista y veo a Max entrenando en el pequeño portal de la casa. Ha aprovechado al máximo nuestra estancia en Grecia para mantenerse en forma, mientras yo trato de adelantar algo de trabajo.

Mi celular suena y atiendo la videollamada de Carlos.

—Hola, español sexy.

—Mi pequeña mejor amiga ingrata — Lo veo por la pantalla — claro, desde que su novio te robo a un lugar paradisiaco, olvidas a tu mejor amigo.

—Te juro que te estás convirtiendo en Arthur, se lleva quejando de que no lo lleve — Me rio.

—No llego a ese nivel, no me quiero traumatizar con las cosas que hacen tú y Max en esa casa solos —Me dice — pobre Bobbie, no lo traumen.

—Max lo saca de nuestra habitación, le compra juguetes para que se distraiga —Veo cómo Max, con su ropa de deporte, se acerca y se sienta en el sofá frente a mí.

Me mira y alza una ceja, intuyendo que quiere saber con quién hablo. Sonriéndole, giro la cámara para que Carlos vea al neerlandés.

— Saluda a Carlos, Maxi.

—Hola, Sainz — Le hace un saludo con la mano — ¿Me dices cuál es la razón por la que llamas a mi novia e interrumpes nuestras vacaciones? —Por su tono de voz, sé que bromea.

—Para que lo sepas, Max —Respondo — a esa chica que tienes enfrente tuyo, primero la tuve yo. No es solo tuya.

Me rio.

—Ya, pero ahora es mi novia —Recalca ese punto —me toca a mí tener su atención.

—Saben que estoy aquí escuchando todo, ¿verdad? —Les digo a ambos.

— Sí — Dicen al unísono.

—Bueno, yo solo quería hablar con mi mejor amiga — Carlos vuelve a hablar — la extraño mucho.

—Y yo te extraño a ti — Volteo la cámara para ser yo esta vez quien se refleje en la pantalla.

—Bueno, esa es mi señal para dejarlos chismosear —Max se levanta y se acerca a mí — solo no me la acapares mucho, Sainz, tenemos planes.

Me agarra el rostro con la mano y me da un beso.

—Oh, qué asco, no quería ver eso — Se ríe Carlos y no puedo evitar reírme sobre los labios del neerlandés.

Me separo y le guiño un ojo.

—Me llevaré a Bobbie a trotar mientras conversas —Max me habla, veo cómo coge la correa de mi perro y posteriormente se lo lleva.

Sonrío, simplemente ver eso.

—¿Cómo van esas vacaciones? —Carlos me dice.

—Todo es maravilloso — Contesto — creo que nunca había sido tan feliz en mi vida. Max simplemente me complementa de una manera única. Sabes — Lo miro — aún no me creo cómo está actualmente mi vida. Se supone que me veía con una persona, pero terminé con otra, y pienso lo curiosas que son las vueltas de la vida.

—No lo creo, simplemente te diste cuenta de que con quien estabas no te merecía y nunca lo hizo — Expresa —y ahora estás con la persona correcta, aunque tú no estuvieras preparada para eso.

—Ni que lo digas — Respondo — si me hubieras dicho que iba a terminar enamorada locamente del piloto al que le derramé mi bebida en mi primer día, no lo hubiera creído.