Capítulo 46

7.7K 512 41
                                    

Sukuza, Japón

Charlie

Mientras veo las vistas que tengo en mi habitación del hotel aquí en Japón, pienso en que faltan tan solamente 4 carreras para que la temporada de este año se acabe y la cosa por el campeonato mundial está entre dos de los hombres más importantes de mi vida.

Y sea cual sea el resultado estaré orgullosa de mis chicos.

Alguien toca la puerta de mi habitación me hace salir de mis pensamientos, la abro dejando ver a uno de mis ingleses favoritos, Lando Norris.

— Charlie de mi vida— Entra y deja un beso en mi mejilla—venia por ti para que vallamos a comer algo.

— Lando Norris, me hubieras avisado con tiempo. No voy nada presentable—Le digo señalando mi jogger con un buzo rosa.

—Bueno lo olvide, la verdad—Me mira y me coje la mano, me hace dar una vuelta— te ves como una mujer que ha llegado de viaje.

Me rio y le doy un pequeño golpe. 

—Es porque literal llegue hoy—Le respondo.

— Te doy cinco minutos para alistarte, quiero comer —Niego con la cabeza.

—De acuerdo.

Pone una cara exagerada de asombro. 

— Eso si nada de pescado, no me gusta—Me dice.

— Lo sé, Norris.

Me adentro al baño y procedo a buscar algo más cómodo para salir con mi amigo. Demoro unos treinta minutos, la verdad lo menos que quiero es escuchar las quejas de un hombre sobre cuánto nos tardamos las mujeres en arreglarnos, suficiente tengo con las de Max.

Salgo y veo a Lando con mi cámara, tomándose fotos.

—Vámonos—Le indico.

Caminamos y cogemos el ascensor. Después de un rato estamos en los alrededores del hotel.

—Conoces esta zona—Le pregunto al inglés, mientras voy tomando un par de fotos.

—No, pero sabes hay google maps, además si nos perdemos algo se nos ocurrirá para regresar.

—No me imagino que podrían cuando sepan que nos hemos perdido.

—De seguro Max se volvería loco, ni hablar de tus hermano— Se ríe.

—Bueno no los invoques— Le señalo mi celular con una llamada de mi novio—ya me está llamando.

—No pueden estar un par de horas, separados—Me codea.

—Oye—Le reprocho— no viaje con él aquí a Japón, evidentemente. Soy de Ferrari, tengo viajar con ellos la mayoría del tiempo.

—No has pensado ya sabes, ¿cambiarte a Red Bull o a otra escudería?

Me quedo pensado sus palabras, porque la realidad es que Max si me ha insistido que podría trabajar con los Red Bull, además he recibido otras propuestas laborables fuera de la F1, sin embargo tengo claro que mi sueño siempre fue trabajar para los Ferrari , no solo por Jules, por mi papá sino por mí.
Desde que veía a Jules hablar de quería correr para ellos, me contagio por ese amor por los tifosis, ni hablar cuando mis hermanos entraron también.

Wildest Dreams - Max VerstappenWhere stories live. Discover now