𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 21 | 𝗥𝗲𝗰𝗶𝗯𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼

2.2K 356 20
                                    

────────────────────────────────────

Enterró su cara entre sus manos apenas estuvo lejos de todo el mundo, en la privacidad de esta nueva habitación que sentía como si fuera una prisión. Todo se había torcido en su vida en solo cuestión de días y aun no podía comprender como es que termino en esta situación.

Con su padre abofeteando a la primera princesa de Arbezela por andar donde no debía buscando mujeres libertinas por profesión en las calles ¡Nada de eso tenia sentido! Cada cosa en ese juicio no podía ser mas extraña y conveniente para que esa mujer malvada los terminara arrinconando para que el fuera dado a esa princesa en harás de mantener la paz.

Se me ocurrió esta idea para reducir los roces entre nuestras naciones ¿No es de su agrado?

—«Y esa idea termino conmigo siendo el concubino de esta despreciable mujer...»

No le dieron importancia a su orgullo, valores u opinión, no pudo hacer nada por los conflictos políticos que podría ocasionar entre las naciones. Todas esas "negociaciones" con el representante de la princesa que eran dignas de un astuto zorro termino con el esta posición, lejos de su hogar y de su familia por quien sabe cuanto tiempo hasta que pudiera volverlos a ver.

Esa mujer quería convertirlo en algo que el no era ¡El no quería esto para su vida! El quería vivir su vida honorablemente con la esperanza de conocer tal vez en el futuro a una buena mujer que lo llenara de felicidad y tranquilidad para ser bendecidos bajo el matrimonio y morir de viejos pero ahora...estaba atrapado con ese monstruo manipulador...

—«Jamás me convertiré en lo que tú quieres que sea

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—«Jamás me convertiré en lo que tú quieres que sea...»—pensó el muchacho apretando los puños con fuerza—Juro...que cambiare el camino que el destino preparo para mi... ¡Y escapare de este joyero!

Me alegra mucho oír esas palabras de usted, Lord Meldea

—¡...! —la voz hizo que saltara de la cama rápidamente para ver donde provenía la voz, había una figura alta en medio de su habitación mirándolo fijamente—¿¡Qui-quién eres!?

Era una mujer un poco mas alta de que el, vestía lo que parecía ser un uniforme de servidumbre, pero mas adaptado para que funcionara para una escolta y que era muy distinto a otros uniformes que hasta ahora hacia visto. Tenia una piel morena y una cicatriz en el rostro que resaltaba mucho pero un aura tranquila y segura, sin temor alguno.

—Le ruego que por favor no grite —dijo la mujer conservando la calma—No vengo aquí a hacerle daño, todo lo contrario, quiero ayudarlo

—...—el joven se quedó en silencio, muy dudoso de lo que esta mujer estaba diciendo—«¿Y si es...una trampa?» —pensó con duda antes de tragar con dificultad y encarar lo mejor posible a la mujer frente a el—¿Por qué tengo que creerte? ¿Quién eres y quien te envía?

Emperatriz | FinalizadaWhere stories live. Discover now