Emperatriz | Finalizada

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 29 | 𝗔 𝗘𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿

────────────────────────────────────

Ya era muy tarde en la noche cuando Yvie salió de la oficina de su padre cerrando la puerta detrás de ella con pesadez. Paso todo el día usando magia sanadora sin parar además de estar en quirófano tras quirófano haciendo un sinfín de procedimientos complejos sin parar. Su energía era muy baja, la cabeza la estaba matando y no había cenado.

—Princesa Yvie, la veo muy pálida —dijo Haun visiblemente preocupado—

—Estoy bien Haun, no te preocupes por mi —aseguro la joven intentando ponerse derecha y dejar de sostenerse de la puerta de la oficina de su padre—

Haun no dijo nada, claramente ella no estaba bien y no pensaba discutir con ella. Parte de ser su guardia real era saber cuando la persona que estaba protegiendo se encontrada en condiciones y cuando no, Yvie no era la excepción.

—Princesa, solo quiero decirle que lo siento por adelantado y espero que entienda mis razones —dijo el joven con una sonrisa inocente que ocultaba sus intensiones—

—¿Eh? —fue lo único que logro soltar Yvie antes de sentir como era tomada en brazos por el joven haciendo que su rostro se tiñera de rojo intenso—¡P-pero Haun-¿Por qué?! ¡Nos pueden ver!

—Usted está muy cansada princesa, no puedo permitir que vaya caminando después de todo lo que hizo hoy —aseguro Haun mirándola con seriedad—Por favor no se resista y descanse ¿Sí? La llevare a su habitación además no hay nada de raro en mis acciones, después de todo soy su escolta real ¿No se acuerda?

—...—la lógica bien infundada además del cansancio fue suficientes para que Yvie se rindiera y se dejara llevar por completo en los brazos del hombre—«Huele bien...huele a flores...»—pensó maravillada mientras enterraba la cara en el cuerpo del hombre dejándose llevar por completo—

Haun sonrió completamente gustoso de que la mujer que amaba se dejara llevar en sus brazos tan cómodamente, le sorprendería mucho si no se dormía de camino a su habitación, pero no le importaba.

Yvie no iba dormida ni mucho menos, sus pensamientos no la dejaban descansar por completo además del hambre. La conversación que tuvo con su padre aun estaba muy fresca en su mente.

—FlashBack—

Se pasaron unas 4 horas discutiendo todo lo relacionado con los casos médicos que Yvie había atendido los últimos días. Cada documento certificado, testimonios y declaraciones de la ley además de una serie de quejas fueron presentadas al Emperador y estudiadas a fondo.

La cronología estaba muy clara, todo este fenómeno comenzó cuando el anuncio del joyero de Ariana se revelo al público. Para las muchachas de alta sociedad esto era algo maravilloso y querían imitarlo, eso trajo las consecuencias en muchos sectores del reino que hasta ahora habían llegado a los oídos del Emperador.

—¿Cómo es que hasta ahora me entero de esto? Esta situación es muy grave —dijo el hombre leyendo el documento que tenia en sus manos visiblemente estresado—

—«¿No será porque la Emperatriz le estuvo ocultando todo esto? Puede ser esa una opción, ella cubre todo lo que hace Ariana» —pensó Yvie mas no expreso esos pensamientos en voz alta—No lo se su majestad, pero lo importante es que lo sabe ahora y puede intentar hacer algo al respecto pero si me gustaría avisarle de algo importante

—¿Y qué es?

—La iglesia no esta contenta con esta situación —aseguro Yvie —Como usted sabe, yo eh trabajo de cerca con ellos en muchas ocasiones debido a mi profesión y me han expresado su preocupación por esto, muchas jovencitas buenas están perdiendo su virtud por esta lujuria desenfrenada y deseos descabellados —explico con brevedad mientras su padre la miraba fijamente—Me temo que muchos nobles, sobre todo lo que son mas afines a la fe, han estado muy alterados