Capitulo 52 | Cuenta Regresiva

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Quiero que saquen a mis hermanos, a Alice y a la madre de Haveron de la capital lo antes posible

Fueron las únicas palabras que pronunció la princesa Yvie sin atreverse a encarar a los dos hombres que estaban parados justo detrás de ella mientras atendía al Emperador con su magia para mantenerlo con vida.

—¿Que? Pero princesa, eso e-! —exclamo Haun preocupado—

Ustedes me lo prometieron ¿recuerdan? —lo interrumpió Yvie con firmeza en su voz —Me prometieron que, si hacía falta y yo se los ordenaba, pondrían la vida de mis hermanos sobre la mía... —dejo de aplicar magia y procedió a anotar varias cosas en un papel—La Emperatriz tiene todo el poder en sus manos, es solo cuestión de tiempo para que nos mande a encerrar a todos y no me voy a arriesgar a que mis hermanos acaben con el cuello cortado por una guillotina

—Princesa Yvie, entiendo sus preocupaciones, pero no nos pida que la dejemos atrás y no tomemos en cuenta su seguridad también —dijo Nell con voz firme—

—El Duque tiene razón, pedirnos eso es como pedirnos que entremos nuestros corazones a las serpientes más venenosas—dijo Haun con la misma firmeza—

—Princesa por favor...mírenos a los ojos y díganos que quiere que la dejemos atrás...

La segunda princesa del imperio paro de escribir abruptamente antes de comenzar a temblar levemente, no podía...físicamente no podía decirles eso mirándolos a la cara porque sabia que eso no es lo que deseaba su corazón, ese que le pedía a gritos que huyeran todos juntos debido al inminente peligro para vivir una vida en el exigió al lado de los que más ama...

—«¡No, céntrate! Eres un médico antes que una persona y tu deber...» —miro el cuerpo de su padre que aún se mantenía con vida—«MI deber está aquí, y debo cumplirlo»

Se giro con toda la firmeza que pudo para encarar a los dos hombres por los que su corazón latía tan fuerte que dolía ¿Qué estuvo haciendo todo este tiempo? En vez de vivir momentos mas hermosos con ellos a su lado que ahora deseaba que el tiempo se detuviera para que al menos tuviera un solo día dedicado completamente a los tres... ¿Era eso tan difícil de pedir al universo?

—¡Y-!

No tuvo tiempo de hablar porque los dos hombres se abalanzaron sobre ella para darle un fuerte abrazo, uno que se sintió tan bien, que la hizo sentir mas segura de lo que nunca en su vida se había sentido que hizo que sus piernas flaquearan por completo y que casi la hacen caer al suelo de no ser porque tenia a dos fuertes hombres que eran su soporte.

Perdónenos...perdónenos por favor...—susurro Haun con la voz quebrada mientras besaba su mano repetidas veces antes de dejar un beso dulce en sus labios—No lo diga por favor, se lo suplicamos

—No debimos obligarla a decirnos eso...somos unos monstruos... —admitió Nell con las orejas de lobo abajo, justo como un perro regañado junto con su cola—Si usted nos hiciera admitir tal cosa no podríamos, nos arrancaríamos el corazón sin dudarlo dos veces para entregárselo porque es lo único comparable

Nell la beso igualmente en los labios, no había forma de comparar ambos besos porque fueron tan dulces y sinceros que seria un crimen intentar algo así.

—Por favor princesa, le rogamos —dijo Haun aun sosteniendo su mano entre las suyas para ponerla sobre su pecho—Permítanos cuidar de usted

—Deje todo en nuestras manos, le prometemos que todo saldrá bien —aseguro Nell tomando su otra mano para besarle el interior de la muñeca y aspirar su aroma—

Emperatriz | FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora