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...Ariana, mi querida hermana, perdóname por lo que hare, pero tú no serás la emperatriz de este imperio mientras yo este aun de pie para pelear en su nombre
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ESTADO: FINALIZADA
Años habían pasado desde que el Antiguo Emperador de Arbezela, Jaider de Secramice falleció debido a su edad haciendo que su hija y heredera, la Princesa Yvie de Secramise tomara su lugar como la Emperatriz del Imperio 40 días después del fallecimiento del antiguo monarca en señal de respeto por su gran periodo de gobierno en donde el Imperio creo alianzas poderosas, fortaleció las ya existentes y protegió a sus habitantes y territorios.
Solo un año después la ahora Emperatriz tomo como sus Emperadores consortes a el Duque Nell Phantom y a el antiguo comandante de Darhan Haun Baek con el objetivo de establecer más su poder político y militar, al menos esa fue la razón que muchos nobles pensaron la primera vez, llegando incluso a pensar que los dos hombres entrarían en conflicto por el poder hasta que vieron el trato de ambos consortes hacia la Emperatriz, estaba claro que los dos la amaban con la misma fuerza y ella correspondía ese mismo amor pero la pregunta que circulaba en la corte siempre era la misma "¿Quién sería el padre del futuro heredero del Imperio?"
Una pregunta completamente valida pero cuya respuesta solo era conocida por los involucrados, aunque el tiempo le daría a la alta sociedad y a los plebeyos los suficientes indicios para poder intuir como es que estaban siendo formados los herederos del Imperio.
¡AAAAH, ALGUIEN SE ROBO TODO EL PUDIN!
¡No puede ser, otra vez!
¡USTEDES, VENGAN ACA!
El estruendo de platos y cubiertos cayendo en la cocina producto del caos era seguido por los gritos de los mayordomos a un par de niños que no paraban de reír y huir por los enormes pasillos del castillo, una situación que a lo mínimo siempre se repetía dos veces por semana por parte del "Dúo Rebelde" por influencia de su tan estimado tío, el príncipe Kamal.
¡Rápido hermano, corre más rápido!
¡Eso intento, comí mucho pudin!
¡ALTO AHÍ!
El grito de los dos infantes resonó por todo el pasillo al ser atrapados por el cuello de sus respectivas camisas por Lady Ofelia que había estado de visita las ultimas semanas los dejo colgando en el agarre de la musculosa pero elegante mujer como un par de gatos traviesos hasta que fueron dejados en el piso, uno con la mirada enfurruñada y otro bajando la cabeza por dejarse llevar por la gula.
—...¿Algo que decir en su defensa antes de que vaya con vuestra madre? —pregunto Ofelia cruzándose de brazos y dándoles a los sirvientes la señal para que se tranquilizaran y descansaran de la persecución—
—...Lo sentimos Lady Meldea
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