03.

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Estabas en una especie de piloto automático, con la mirada perdida en el caótico exterior y sujetada con una mano al pasa manos del colectivo que te llevaba hasta unas cuantas cuadras de donde cursabas. La música sonando en tus auriculares hacía de ese viaje un poco más ameno y menos cruel de lo que era la rutina de ir en transporte público desde provincia hasta capital a la mañana.

Tu celular, muy bien guardado para las manos ajenas y escurridizas de un ocasional ladrón, vibró dos veces sacándote de tu burbuja de paz creada por la voz de Federico Moura, avisándote de una posible interacción en algunas de las tantas app descargadas.

Sacaste cautelosamente el aparato del bolsillo interno de tu campera, desbloqueaste la pantalla y leíste de quien era dicha notificación.

Una sonrisa de "cornuda" como decían tus amigas se formó en tu rostro y rápidamente entraste a la aplicación, sabías muy bien a que era lo que había respondido, una picante pero sutil y delicada foto que habías posteado en tus historias de instagram hacia apenas unas ocho horas, destinada pura y exclusivamente a alguien.

No podes subir esoooo

La sonrisa en tus labios se transforma en una mordida a tu labio inferior con picardía contendida. Habías cometido tu plan a la perfección y no podías estar más feliz.

jajajaja

por?

Respondiste inocentemente, te encantaba, mejor dicho, les encantaba este juego de hacerse los desentendidos cuando hacían algo que pasaba los límites de lo correcto. Los tres puntitos, signo de que estaba escribiendo, se hicieron presentes y no tardó más de unos segundos en aparecer primero un mensaje y después otro.

Vos sabes porque...

Estoy en la cancha nena

Nena, inhalaste sonoramente, asustándote al recordar que estabas rodeada de personas a tu alrededor, personas chusmas. Por suerte nadie le dio importancia a la joven parada cerca de la puerta de en medio del colectivo sonriendo y suspirando como una colegiala a su celular. Rápidamente, soltándote del pasamanos escribiste sobre la pantalla un corto mensaje.

y bueno yo estoy en el bondi

Ibas a guardar el celular ya que no recibiste un visto ni una respuesta al instante, era entendible, Pablo no estaba en Buenos Aires, de hecho no estaba en el país, se encontraba en otro continente preparándose para arrancar ni más ni menos que, el mundial.

El celular volvió a vibrar.

Uuuh esta muy lleno?

Levantaste tu mirada y rodaste los ojos, muchos rostros, algunos adormecidos, otros enfadados o algunos, como el de ella hasta hace unos minutos, perdidos en la música que sonaba en sus auriculares y disociando.

uff si

sos mí unica distracción para no pensar en que me apoyan en cualquier momento

Reíste silenciosamente luego de eso, no estaba tan lleno como para que sucediera tan horrible situación, solo era un comentario para avivar aún más el fuego que se estaba gestando en esta charla.

El rio cuartense enseguida respondió, conciso.

No jodas con eso

Una vez más relojeaste que no hubiera miradas ajenas a tu conversación y cuando el colectivo abandono la calle tan hecha pelota que hacía mover el vehículo de una lado al otro, texteaste.

delirios - scaloni & aimarWhere stories live. Discover now