08.

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El tan ansiado viernes por la noche habia llegado y eso solo significaba una cosa para vos, no más facultad hasta dentro de dos días.

Caminando a paso lento, junto a un pequeño grupo de compañeras de la cursada, van acercándose a la salida de la institución. Organizando la posible próxima juntada para terminar de completar cierto trabajo, bajan las escalinatas de la entrada principal y comienzan a dirigirse hacia la esquina que tienen en común todas, donde cada una tomá un rumbo diferente para llegar a su hogar.

El clásico frío de la época no tarda en chocar con tu cuerpo, haciendote provocar escalofríos y obligandote a que asegures un poco más la campera a tu ser. Discretamente, sin perder el hilo de la conversación y aportando algún que otro comentario, prestas atención a los vehiculos parados sobre la cuadra.

Sonreis. Un auto blanco, bastante moderno y lujoso cruzando la calle, con las valisas puestas.

- Bueno chicas, nos vemos el lunes.-

Decís despidiendote con un beso de las jóvenes contigo y caminas a paso tranquilo, hacia el encuentro con cierto conductor dentro de ese auto.

- ¡Avisa cuando llegues!- te indica una de las jóvenes a tu espalda, asentis y la anteriormente nombrada emprende su camino.

Cruzas la calle, que se encontraba casi muerta, quizás por el horario o porque no era una zona tan concurrida, el conductor del auto en cuestión baja la ventanilla y te recibe con una sonrisa de oreja a oreja.

Le devolvés cortesmente el gesto, te acercas más a la puerta y levantas tu celular mostrándole la aplicación de Uber.

- Hola, ¿sos Pablo?-

Instantáneamente resopla divertido, rotando los ojos y te hace señas con su cabeza de que te adentraras en el auto.

- Dale subí.-

Contenes la risa. Él sube la ventanilla, vos rodeas el gran vehículo y abrís la puerta para sentarte en el asiento de copiloto. Una vez dentro, giras tu rostro a verlo y le sonreis completamente complacida con su presencia.

Enamorada hasta el caracú del hombre frente a tus ojos.

- Hola.-

Acercas tu rostro al suyo y le plantas un beso en la boca, con determinación pero sin dejar de ser completamente suave, dejándote llevar lentamente por sus abilidosos belfos, que te hacen suspirar y cerrar los ojos inmediatamente.

- Hola amor.- dice sobre tu boca, sintiendo su aliento tibio sobre tu rostro.

Cuando abrís los ojos, lo encontrás viéndote con ese par de hermosos ojos color miel y un cierto sesgo de ternura en ellos. Te alejas de él para ponerte cómoda en tu asiento y mientras, te sacas la gran campera que llevas puesta y dejas tu mochila en los asientos de atrás.

- ¿Como estuvo la cursada?-

Pregunta poniendo en marcha el auto y comenzando a cruzar el centro, sube un poco el volumen del estéreo, que esta casualmente pasando una canción de tu cantante favorita. El riocuartense ya tenía bien registrada a la artista, gracias a que era tu compañía en casi todo momento del día y no había ocasión en la que no estuvieras hablando sobre ella o tarareando alguna de sus canciones.

- Un poco aburrida pero hubo días peores.- suspiras, la verdad que de lo que menos tenias ganas era de hablar de tu día en la facultad.

Pablo asiente, entendiéndote y girando fugazmente su rostro para sonreirte. Le devolvés el gesto.

Según tu criterio, tu carrera no era para nada interesante a comparación de lo que tu "novio" hacia actualmente. No era por menospreciarte pero estabas en esa época del año en que te encontrabas un tanto agotada, desmotivada y con cero ganas de seguir. No era algo por lo que preocuparse porque sabías que era cuestión de tiempo para volver a divertirte, por así decirlo, con tu rutina y darte cuenta de que no había nada más que quisieras seguir estudiando que eso.

delirios - scaloni & aimarWhere stories live. Discover now